Capítulo 34

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Capítulo 34: la calma antes de la tempestad

Ambos se alejaron por el pasillo y debido a la insistencia de Shouto, Izuki permitió finalmente que éste le comprase un pinguïno rey de peluche.

- Tranquilo, tú no correrás la misma suerte que el otro.- prometió la pecosa al ave de felpa mientras le acariciaba las cejas amarillas.

Todoroki no pudo evitar gesticular una sonrisa al ver la ternura con la que la chiquilla sostenía el peluche que de una forma u otra representaba a Bakugou. Sin embargo, su visión quedó reducida a cero en un segundo, sumiéndose el acuario entero, incluidos los tanques de agua, en la más absoluta oscuridad.

- ¿Un apagón?.

Algún que otro visitante dio un grito por la sorpresa mientras que algunos niños llamaban a sus madres, y éstas, a tientas, buscaban a sus pequeños por todas partes.

Tras unos breves segundos en los que alguien preguntó si aquello era un ataque de los villanos y en el que otro apostó a que solo era un fallo del sistema eléctrico, Shouto reaccionó finalmente y se dispuso a dar un paso para buscar a Izuki, pero en seguida sintió cómo alguien tiraba de la manga de su camisa.

- ¿Shou-chan?.- preguntó una voz.

Todoroki supo entonces que quien le agarraba temblando era la persona a la que buscaba.

- Estoy aquí.- aseveró él, tomando a Izuki de la mano con firmeza.- Salgamos fuera.

A pesar de la oscuridad, Izuki asintió como si creyera que Shouto podría verlo, y cogidos de la mano siguieron a la inquieta multitud hasta la salida de emergencias del complejo.

El heterocrómido la sostuvo con especial determinación ya que de tratarse de un ataque como había teorizado el desconocido visitante, Izuki bien podría ser su objetivo, y él no estaba dispuesto a perderla ni a alejarla de su lado.

Al menos, no tan pronto.

Ya en el exterior, una multitud de gente confundida se aglomeraba armando alboroto. Unos pedían explicaciones y otros hacían llamadas para seguramente localizar a sus acompañantes perdidos durante el desalojo.

Todoroki e Izuki localizaron en seguida a Katsuki y a Izuku. Los dos iban dados de la mano y de vez en cuando eran víctimas de algunas miradas indiscretas que el rubio se encargaba de amedrentar en cuestión de segundos.

Cuando el peliverde notó la presencia de los otros dos, tiró de Kacchan y los alcanzaron.

- Me alegra que estén bien.- dijo alegremente.- Parece que el apagón ha afectado a todo el recinto y que no podremos volver a entrar.

- Primero el parque de diversiones y ahora el acuario.- gruñó Katsuki para que todos los extras a su alrededor pudieran oírle.- ¿Es que no funciona nada bien en esta puta ciudad?.

Midoriya trató de calmarlo sin éxito mientras Shouto respiraba aliviado.

Solo había sido una falsa alarma. Izuki estaba a salvo.

- Al menos nos dio tiempo a ver las tortugas...- murmuró ella abrazándose al peluche, cosa que no pasó desapercibida para el ojirubí del grupo.

- Oe... ¿de dónde mierda has sacado eso?.- inquirió en un tono macabro fulminando al inocente ave, soltando la mano de Deku para encarar a la pecosa.

La peliverde por su parte no se amedrentó y le regaló una sonrisa cínica.

- Es un regalo.

Bakugou arrugó el ceño.

My heroine BNHAWhere stories live. Discover now