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Entre a mi departamento a paso acelerado, ya era casi mediodía, durante el viaje en el tren, de vuelta de Aomori, había llamado al chico tigre y preguntado por el estado de Dazai, no había empeorado considerablemente, sin embargo, tampoco había mejorado, por ende, aun se encontraba en una zona de peligro.

Y eso no me ayudaba a mantener la calma.

En cuanto entre en mi departamento, supe que esa era la ultima parada, la verdadera ultima parada, ese lugar debía tener las malditas respuestas y seria la carta de triunfo, solté un gruñido al pensar en lo cerca que había estado desde un inicio.

Pero no encontré a ningún Dazai en ese lugar, ninguna alucinación de ninguno, extrañaría la alucinación del pequeño Dazai, puro y para nada molestoso.

Y si ese bastardo había terminado por esconder una nota en mi departamento, entonces debía apresurarme y encontrarme alerta, ese idiota era un misterio, ni siquiera podía imaginarme donde la escondería.

Revise mi cuarto y el baño, no había nada, luego pase a la cocina, tampoco nada. Me quedaba sin zonas donde buscar. Llegue a la sala, revise allí, nada. Solté un suspiro, volví a revisar nuevamente por todo mi departamento, sabia que la respuesta se encontraba por allí, revisé en los lugares superiores de los muebles, Dazai era bastante capaz de dejar la nota en lugares así, solamente para molestarme un poco debido a mi altura. Pero usar mi habilidad para llegar a esos lugares no era una molestia para mi.

Tampoco encontré nada.

Me dirigía hacia mi cuarto para nuevamente buscar, pero entonces mi teléfono comenzó a sonar de forma estridente, me tense de inmediato y mi corazón se acelero, hasta crear una música ensordecedora en todo mi cuerpo, mis manos temblaron un poco al tomar el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón.

Era el chico tigre. De inmediato conteste la llamada.

No puedo recordar realmente, y del todo bien, esa conversación, pero si había captado lo esencial. Dazai había empeorado, eso no era bueno, en ese mismo momento, se encontraban haciendo procesos para estabilizarlo, eso y reanimación, mi respiración se corto.

Corte la llamada y lance mi teléfono a un lugar olvidado de mi departamento, solté un grito estridente, impotente. De forma desesperada, y con lagrimas en mis ojos, recorrí nuevamente mi departamento, lanzando todo por los aires, moviendo cada mueble, sin importarme si estos terminaban por romperse, desordene toda mi ropa, busque por todos lados.

Mi departamento era un desastre, en especial la sala, me deje caer en el medio de esta, entre la gran cantidad de cosas, escuchaba desde la lejanía el sonar de mi teléfono, me quede en el piso, recostado, mi llanto se había transformado en algo descontrolado, no deseaba contestar esa llamada, sabia lo que había sucedido, sabia que lo había perdido y que ni siquiera había estado allí. Nuevamente no me encontraba con él cuando mas me necesitaba.

Mire hacia el techo, como si buscase una maldita respuesta, e incluso me conformaría con alguna de mis estúpidas alucinaciones.

Pero sabia que nada llegaría, solté gemidos entre mi llanto, lleve ambas manos hacia mi cabello, sin poder controlarme.

Entonces mire hacia una viga, una que se encontraba conectando entre la sala y el pasillo, había algo allí, además de algunas marcas en esa zona, mire con atención y me puse en pie.

"estúpido demente" pensé mientras activaba mi habilidad y subía hacia la viga. Sobre la madera de esta, se encontraba una carta, la nota que buscaba, y sobre ella, una llave, tome ambas cosas, mis manos temblaban, entonces baje nuevamente hacia el piso, guarde la llave en mi bolsillo, mire la nota entre mis manos.

NotaWhere stories live. Discover now