Extra 8: Contenido exclusivo.⚠️

15.1K 1.6K 423
                                    

Había llegado mi turno. Por fin tenía la capacidad de debilitar y acabar con el inútil de Walker. Podía arrebatarle el cuerpo y matar su alma para siempre, nunca más existirá y yo seré quien se quede en este mundo de una vez por todas. Diecinueve años desde que renací dentro de él esperando el momento en el que estuviera listo para hacerlo desaparecer, porque ese cuerpo siempre fue mío.

Walker moría lentamente tumbado en la cama de la habitación de Kendo, Yulima se encargaba de cuidarlo y secarle el sudor y yo, mientras tanto le hablaba para atormentarlo hasta el final.

— Ahora no te podrás salvar.

Él acabó desmayándose y me abrió la puerta de par en par liberándome como tantos años había estado esperando. Claro qué, no podía irme sin hacerle saber todos y cada uno de mis planes.
Ambos nos encontrábamos dentro de su mente, en medio de un pasillo a tres metros de distancia. Era consciente de que mi risa solo lo atormentaba y no perdí la oportunidad de reírme hasta el cansancio de él. Solamente fue el cuidador del cuerpo, pero nunca le perteneció realmente. Desde muy pequeño empecé a hacerme con el control poco a poco hasta poder sobrevivir sin su alma.

— ¡Quiero salir de aquí! —Exclamó con rabia.

— ¿De tu mente? Tranquilo, saldrás muy pronto. —Dije. — Y nunca volverás a entrar.

— ¿A qué te refieres? ¿¡De qué estás hablando!? —Gritó y trató de acercarse a mí pero inútilmente, solo se acercará cuando yo quiera que lo haga. Aún no es el momento.

— Hablo de que tú no volverás, que dentro de nada desaparecerás para siempre porque para eso naciste, para morirte cuando yo estuviera preparado.

Daba vueltas en círculo buscando una solución, una salida para volver con su adorada Yulima Tyler, que a su parecer era la única que podia salvarlo salvarlo. Infeliz, creer que la salvación de su alma está en una mujer por el simple hecho de amarla es lo que lo ha convertido en un ser débil e inútil del cual ya no necesito absolutamente nada. Sus sentimientos estaban empezando a dañarme y bajo ningún motivo podía permitirlo.

— No hace falta que me digas que voy a morir. —Sonreí. A veces hasta me parece inteligente. — Siempre he sido consciente de que no podría luchar contra ti.

— Siempre has pensado que podías vivir conmigo dentro de ti, pero nunca has pensado que tan solo eres el portador del cuerpo que necesito habitar para siempre.

Permanezco cubierto con una capucha, la cual solo deja al descubierto desde la nariz hasta los labios. Esta parte de su mente es completamente mía, lo que significa que puedo hacer con ella lo que se me plazca, así como matarlo una y otra vez o hacerlo sufrir hasta el cansancio.

— ¿Qué pretendes? —Preguntó. Estaba esperando ansioso una pregunta así.

— Pretendo matar a tus padres, a tu hermano y por supuesto a ella. —Respondo— Ella será la última en morir porque será la que más sufra.

— No la toques ¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima!

— ¿O qué? Tú estarás más que muerto, te haré un favor matándola.

Intentó correr para alcanzarme pero en un abrir y cerrar de ojos unas cuerdas lo amarraron  a las paredes. Todo era como en un sueño y todos sabemos que en los sueños todo es posible. Tiró hasta darse cuenta de que solamente yo tenía el poder de liberarlo.

— Mírate, estas destruido. Pálido, ojeroso, con venas negras recorriéndote cada parte del cuerpo y destruyéndote. Ya no tienes nada que hacer, solo te queda esperar pero tranquilo, no tendrás que esperar demasiado. —Hice saber luciendo una sonrisa satisfactoria.

Bestia. ® ||EXTRAS||Where stories live. Discover now