Capítulo 3

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¿No les pasa que llegan a un punto en que sienten que su vida no tiene sentido? Que se sienten insuficientes por el hecho de que nada les sale bien o se empeñan en repetirselos diario, que por más que intentas gustarle a esa persona parece que en lugar de dar diez pasos retrocedes veinte. Es más, a veces sientes que ni siquiera avanzas.

Por qué a si me siento yo en estos momentos.

Joaquín Bondoni había roto mi corazón.

¿Tan difícil era decirme que no quería cenar conmigo? ¿O yo tuve la culpa por presionarlo?

Tantas preguntas que retumban en mi mente que estoy tan cansado de pensar en cosas tan insignificantes que me perjudican a un nivel impresionante.

Diego y Adrián ya están informados de esto, por lo que me han dado su apoyo incondicional, también me dijeron que me ayudarán a que Joaquín me aprecie más, así que hemos venido a la biblioteca de la escuela para distraernos un poco, alejarnos de los murmullos de los pasillos y estudiar.

Diego se veía realmente concentrado en sus apuntes mientras Adrián había agarrado un libro el cual desconozco el nombre pero parece interesante por que no ha hablado en todo el rato que llevamos aquí.

Todavía no puedo asimilar lo que paso ayer, lo que sentí cuando los vi frente a mis ojos otra vez reconciliados, el darme cuenta que jamás tendría algo así. Pero nosotros mismos tenemos la culpa por crearnos expectativas altas con personas tan básicas. Pero no puedo evitar enamorarme así de él.

—¿Emilio? —sentí la sangre subir a mi cabeza cuando lo escuche —Tengo que hablar contigo, por favor —se trataba de Joaquín. Mis ojos amenazaron con picar otra vez, ya suficiente había tenido la noche de ayer, llorando hasta quedarme dormido.

—Lo siento, estamos trabajando y Emilio no puede pararse de aquí por nada —hablo Diego, pues al parecer noto que no me encontraba bien.

—Emilio por favor, quiero hablar —insistió una vez más, sentir su mirada en mi espalda me hizo sentir vulnerable.

—Enserio Joaquín, no puede —esta vez habló Adrián —Tenemos que terminar y no necesita más distracciones —su mirada era algo intimidante que hizo que un ligero escalofrío me recorriera la columna.

—Emilio —susurró, cerré mis ojos un momento ¿por qué insistía tanto? Ya me había hecho bastante daño. —De verdad tenemos que hablar —oí como su voz se quebraba un poco pero no podía ceder.

—Joaquín, no insistas —murmuró Diego sin mirarlo. Pará después darle la vuelta a la página del libro que leía.

—Emi... —se vio interrumpido cuando me puse de pie y por fin lo enfrente, ahí note la cara de culpabilidad que tenía.

—No puedo hablar Joaquín, necesito terminar esto y que me dejes sólo, puede ser después pero ahora no, te lo pido por favor si de verdad me aprecias un poco —sentí un alivio de que mi voz saliera tan fría, pero a Joaquín se le llenaron los ojos de lágrimas y me dolió el corazón pero tenía que darme mi lugar así que vi como se giro y corrió a la salida de la biblioteca mientras unas miradas se posaban en él. Suspiré y tomé mi lugar, nadie volvió a decir nada.

[...]

Las clases transcurrieron normal, no volví a ver a Joaquín en todo lo que restaba del día, Roy se acercó a nosotros y hablamos un poco pero debo de admitir que se sintió tan extraño, no se dirigió tanto a mi, pude notar el pánico en la cara de Adrián pero no pasó a más.

Estaba yendo a mi casa junto a Diego ya que nuestro pequeño Adrianito se había ido con un chico con él cual está saliendo.

—¿Cómo te sientes Emilio? —cuestióno Diego, su voz saliendo desanimada mientras camina con la mirada baja con sus manos en los bolsillos de su pantalón—. ¿Por qué crees que Joaquín te busco? ¿Por qué quería hablar contigo? —soltó un suspiro y me miró, esperando la respuesta.

¿Do you think he's in love with you? [Emiliaco] Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz