Girls like you (Tomione fanfiction)

Capítulo 36

RON DESPERTÓ A HERMIONE DE UNA FORMA TAN BRUSCA QUE LA JOVEN LE APUNTO CON SU VARITA pero al notar que se trataba del pelirrojo solo suspiro con fuerza para pasar la mano por su cara intentando que sus ojos se abrieran para ver con claridad. —¿Qué te pasa? — pregunto de forma brusca, odiaba que la despertarán así, Ronald hizo una mueca y tironeo de su brazo

—Tienes que oír esto— dijo, Hermione siguió a su apurado amigo hasta que llegaron al hueco de escaleras que había, cuando vio a los gemelos con orejas extensibles supo que estaban oyendo algo que no debían pero al ver a Harry tan interesado en eso intentó estar un poco más presentable y acercarse con ellos. Agradeció cuando la baranda no hizo un crujido cuando se apoyó y la voz de Sirius Black resonó en sus oídos.

—¿CÓMO PODRÍA NO ESTAR ENOJADO? ¡TE DESAPARECISTE CASI TODA UNA VIDA, TODA LA VIDA DE HARRY PRÁCTICAMENTE! — los gritos de Sirius se escuchaban tan fuerte en la casa que no necesitaban orejas para oírlos —¿No pensaste en algún momento en enviar, no lo sé, una estúpida carta o algo?— pregunto irónico. Se escuchó un bufido.

—¡No podía, Sirius, con un demonio! — explicó una voz femenina, Hermione frunció el ceño y miro a uno de los gemelos, el cual, se encogió de hombros

—Es una rubia que llegó hace un rato— explicó lo poco que sabía. La información que tenían de la mujer era casi nula, por no decir, totalmente nula.

—¡Pero si pudiste enviarle notas a mi hermano!— explotó Black en contra de ella, se le escuchaba más que alterado, Harry estaba prepcupada porque jamás había oído a su padrino así en el tiempo en que lo conocía. Sentía las gotas de angustia en su voz. Hermione elevó las cejas cuando la voz de Remus se hizo presente, había estado tan callado que pensó que estaban solo ellos dos.

—No sirve de nada esto ahora...— el hombre tomó una gran respiración —tenemos que pensar que es lo mejor para Harry y además tienes que explicar porque vuelves ahora— parecía estar hablándole a la mujer, la cual, asintió con un ruido de garganta.

—¿No es obvio?— pregunto con enojo el pelinegro —y yo pensando que Peter era la única rata — soltó con desdén. La mujer lanzó un grito de ira.

—¡MANTENER A ESE HIJO DE PUTA CON VIDA TODA MI VIDA NO ES ALGO QUE DESEARA, SIRIUS, ES ALGO QUE TENÍA QUE HACER PARA MANTENER A MI AHIJADO SEGURO!— el grito resonó. Las miradas de todos se dirigieron a Harry, el cual, estaba intrigado, no sabía a quien se refería con exactitud. La mujer parecía estar intentando calmarse por las respiraciones que tomaba —Era la única forma de mantener a Harry seguro...—murmuro, los ojos de Harry se abrieron y no espero ni un minuto más para correr escaleras abajo con un nudo en la garganta, la castaña quiso detenerlo pero no fue suficiente su fuerza y en menos de lo que canta un gallo se encontraban frente a los tres acalorados adultos.

Sirius tenía los ojos llorosos y la nariz roja, anunciando la ira contenida, Remus se encontraba dando vueltas por la habitación como lobo enjaulado y cuando la mujer rubia se giró palideció, como si hubiese visto un fantasma. Sus ojos se aguaron tan rápido de una forma que Hermione no creyó posible y se giró completamente para acercarse levemente a Harry, el cual, se quedó estático. —¿Alguien podría explicarme qué está pasando? — preguntó su amigo, igual o incluso más perdido que ella. La impresión era obvia en el rostro de la mujer, sus ojos azul cielo estaban más que abnegados por lágrimas que dejó caer con rapidez, una tras otra.

Harry no se apartó cuando la mujer posó las manos sobre su rostro, el tacto le parecía conocido aunque ella fuera una completa desconocida para él. La rubia lo tanteó como si no fuera real, como si no estuviese allí, y sollozó con fuerza —¡Harry!— exclamó en un grito ahogado antes de envolver los brazos alrededor de su ahijado con fuerza, al notar lo tensó que el muchacho se encontraba se separó y seco sus lágrimas como pudo para pasar sus manos por el pantalón negro que tenía puesto.

—Disculpe, ¿Usted es?— se animó a preguntar Hermione, los ojos de la mujer se separaron con esfuerzo del pelinegro y se posaron sobre ella, esbozó una mueca que pretendía ser sonrisa

—Me llamó Raven Jones...— se presentó para volver su vista a Harry —tenemos mucho de que hablar — declaró.

•

Después de una hora y media en la que Raven no había parado de hablar, sollozar y abrazar a Harry como asegurándose de que no se iría a ningún lado, Hermione no podía procesar la información que habían recibido de forma rápida como le hubiese gustado. Siempre había sido de adquirir los conocimientos rápido pero todo eso...era simplemente demasiado. Diciéndolo de uja forma resumida, Raven era la madrina de Harry, ex novia de Sirius Black, y mejor amiga de Remus Lupin, una Ravenclaw por excelencia, huérfana y con un gran conocimiento adquirido de su madre, aquel que le había condenado. Después de la muerte de los padres de Harry, la mujer declaró que se vio obligada a ser la sirviente que mantenía a Lord Voldemort con vida (declaración que enojo a todos y le saco un par de lágrimas a la rubia). Al parecer poseía el don de traspasar almas a cuerpos nuevos, es por eso que Voldemort la había obligado a usar sus poderes en él.

—¿Porque no simplemente te negaste?— preguntó Harry con claro enfado en su voz, si lo hubiese dejado morir el no tendría que estar pasando por esa situación. Raven sorbió su nariz

—La noche en la que asesinaron a tus padres...— la mujer tomó aire —Yo fui la primera que llegó, y...— sollozó —tu estabas solo, tan pequeño en la cuna, y yo te sostuve cuando me di cuenta de que no estábamos solos, te dejo por inercia de nuevo allí y me enfrente a él— declaró —crei que sería fácil porque estaba muriendo pero, luego lo entendí y solo tuve que quedarme alli— dijo. Todos la miraron expectantes, ¿a que se refería? —esa noche, cuando Voldemort te lanzó el hechizo y su madre se interpuso, la  parte que quedaba del alma de Voldemort se adhirió a lo único con vida allí... tú— la sala quedó en silencio y Hermione trago saliva.

Eso explicaba muchas cosas -como el porque Harry entendía y hablaba Parsel-.  pero solo abría incógnitas a otras.