45. Juegos caliente.

2.7K 124 4
                                    

ERES MI TODO

CAPÍTULO 45.

Kenia Monasterio—

Increíble cómo las horas pasan tan rápido cuando estás con personas que hacen de tu vida la mejor, que sientes que el tiempo corre con una velocidad impresionante incapaz de controlar.

Sigo en la casa de Raquel con los chicos que no dejan de reír por las cosas de Adriana, la verdad somos muy parecidas, pero ella tiene una mentalidad enorme al momento de hablar de sexo, cualquiera que la escuche hablar pensaría que es muy experimentada. Mamá ya ha hecho algunas llamadas para confirmar que Lucas y yo vamos a cantar en el festival vida, mientras que Adriana nos acompañará con la guitarra.

—Kenia, puedes venir un momento con Lucas, necesito hablar algo con ustedes —Raquel se levanta.

—Claro que sí, Rochi —le sonrío—. Lucas, vamos

Rochi empieza a caminar con rumbo al jardín.

—Apuesto lo que sea que les dará una charla sobre sexo como hace conmigo —Adriana suelta una risita— Ya lo verán.

—Axel, creo que nos vamos a demorar hablando con Raquel, aprovecha este tiempo para hacer lo que quieras con Adri —le guiño un ojo—. Pero no te pases.

—Kenia, por favor —Axel se ríe un poco con su cara roja.

Suelto una carcajada y sigo mi camino con Lucas a donde está Raquel para ver qué quiere hablar con nosotros. Nos sentamos junto con ella en unos muebles, Lucas tiene mi mano apretada, creo que está nervioso y él no es el único.

—Quiten esas caras, chicos, no les diré nada del otro mundo —nos queda viendo—. Le preguntaré algo y me van a responder con la verdad, quiero que confíen en mí. ¿Ustedes ya han tenido intimidad?

Carajo, que avise antes de hacer esas preguntas.

—Rochi, estás igual que mi padre —suelto una risita nerviosa—. Sí hemos estado juntos.

—¿Por qué nos pregunta? —inquiere Lucas.

—Porque yo también tuve su edad y sé que es cuando uno tiene las hormonas por los aires, y si uno está enamorado se deja llevar del momento y termina entregándose en cuerpo y alma. No pienso regañarlos porque sé que ustedes son responsables y se quieren, pero no queremos sorpresitas, así que quiero darle esto a Kenia.

Saca de su vestido unos cartones de pastillas que me los da. Los miro y son anticonceptivos para no salir embarazada. Esto es extraño, en mi casa nunca me hablaron de esto, pero claro que sabía porque Ana me contaba sus experiencia.

—¿Quieres que me cuide? ¿No te molesta?

—Claro que no, hija, porque es mejor eso a que salgas con un embarazo a temprana edad —nos sonríe—. Adriana también las usará, yo sé que ella es una señorita y en cualquier momento puede dejarse llevar de la calentura, porque bien sabemos que cuando vemos al chico o la chica que nos gusta le queremos hacer todo lo que pasa por nuestra mente o experimentar cosas nuevas.

—Sabe que es extraño que una persona mayor nos diga esto, pero no es incómodo porque usted tiene razón, usted vivió todo esto y por eso nos comprende —murmura Lucas—. Gracias por eso.

—Rochi, no le digas a mi padre que ya lo hice, muy capaz nos mata y a ti también por darme estas pastillas anticonceptivas.

—Claro, ahora te cuida, pero como yo no era su hija a mí sí me lo hizo hasta en el baño de la escuela el muy perverso —se ríe—. No diré nada, así que no se preocupen.

Eres mi todo. © [✔️]Where stories live. Discover now