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61. El pasado sigue vivo

Eres mi todo

Capítulo 61.

—Narradora—

Enamorarnos siempre ha sido nuestro mayor miedo, pero hay que romper con todo esquema sin importar si nos rompen el corazón, eso también hace parte de nuestro proceso y lo que no entendía Kenia y Lucas es que la vida los está entrenando para que su amor sea más fuerte. Siempre van haber malos entendido, pero es mejor sentarse y hablar, que salir huyendo.

Dolor, y tristeza es lo que sienten estos chicos porque piensan que todo ha terminado, pero lo que ellos no saben, es que la vida da tantas vueltas y en una de esas los puede juntar nuevamente. El tiempo pasa y no importa lo que haya pasado, su transcurso es lento pero muchas veces doloroso. Kenia esta vez siente una enorme felicidad, pero le hace falta algo para ser completamente feliz y es el amor de Lucas.

Por fin ella sabe que tendrá una hermosa niña, la ecografía lo ha revelado justamente el día de su cumpleaños y de su recibimiento del diploma. Porque sí, hoy es el día más importante para todos, terminan una etapa para entrar a otra.

Axel, Ana y todos los chicos levantan su copa de vino en honor a Kenia que no está, pero ellos no la olvidan y mucho menos hoy que está cumpliendo. Adriana todavía le falta un año para terminar, pero tiene pensado hacerlo en las Vegas para estar cerca de su hermana, tampoco quiere dejar a Axel, aunque él también quiere irse a estar cerca de su amiga. Lucas no olvida la sonrisa tan bonita de su princesa, no ha vuelto a estar con nadie desde que Kenia se fue, ha pensado en llamarla por su cumpleaños, pero tiene miedo de no recibir respuesta, y ese es uno de nuestros peores enemigos; miedo y el resentimiento.

La familia de Kenia está más unida que nunca, de Mónica no se ha vuelto a saber en todo este tiempo. La barriga de Kenia ya está mucho más grande, pues han pasado nueve meses, ya está casi a punto de dar a su pequeña Nicole. La vida se trata de enfrentar retos y la vida de cada uno de ellos es el reto más grande porque tienen que luchar por el amor que muchas veces triunfa, pero pocas veces fracasa, y ellos mismos decidirán el final de su historia de amor.

La vida es como una ruleta, da vueltas y te deja en el lugar que perteneces, incluso, con personas que creíste que no volverías a ver, pero justamente el destino te las deja en cajitas de sorpresas.

—Kenia Monasterios—

Escucho un fuerte llanto que para muchos es ruido, para mí es el sonido más hermoso que han escuchado mis oídos, he esperado nueve meses por este momento y por fin la tengo en brazo. Mis lágrimas salen de ver lo hermosa que es mi Nicole, sus ojitos color miel, su nariz pequeña, su poco cabello negro, sus labios finos y su piel blanca y suave como la nieve. Simplemente es hermosa mi bebé.

No sé cómo explicar lo que siento por mi bebé.

Miro a mi lado y veo a Andrés despertando, el muy bobo se desmayó cuando vio que la niña venía. Me quitan la bebé de mis brazos para llevarla a limpiar, mi felicidad es incomparable, jamás pensé que ser madre podía traerte tanta felicidad. No niego que duele, pero el dolor vale la pena cuando ves a tu pequeñita que parece un angelito y mueve sus manitos mientras llora, eso es solo un poco de felicidad, porque sé que se viven muchos más momentos de felicidad.

—Cinco horas después—

Estoy en un cuarto de hospital, mañana me darán de alta y todavía me duele todo, la pequeña Nicole fue un parto natural. Miro hacia la puerta y hay un ramo de flores rojas que me hace sonreír, pero no termina ahí, entra otro de girasoles y por último uno de rosas blancas. Sé quién es uno de ellos, pero los otros no tengo la menor idea hasta que bajan el ramo de rosas y que sorpresa, Ana y Axel están aquí. No puedo creerlo.