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Todo tiene sentido y encaja a la perfección.

Han encontrado al chivo expiatorio, al soplón —véase una servidora— y no voy a quedar impune por abrir mi bocaza. Zero puede perfectamente señalarme y confesar que fui yo quien le avisó del juego amañado para que así no sean tan duros con él, limpiándose las manos y menguando las consecuencias de haberles hecho perder una suma cuantiosa de dinero a estos mafiosos.

La atención no está puesta en mí, pero estoy congelada y a la espera de la acusación para que mis piernas se conviertan en un resorte y tenga al menos la mísera oportunidad de huir y avisar a mis compañeros antes de que me disparen por la espalda. Sé que Dabi debe sentir la rigidez de mi cuerpo y por eso me extraña, me confunde, el hecho de que sus dedos tamborilean rítmicamente en mi cintura con parsimonia.

La tensión va a matarme antes que ellos. Eso seguro.

—No fue jodida suerte —Zero replica con firmeza—. Yo siempre combato para ganar.

—¡De eso justamente quería hablarte! —Shigaraki exclama con excesiva alegría y sé que eso me perturba más que su silencio—. Te gusta ganar, ¿verdad? Ser el vencedor.

Ajá, ¿y qué con eso?

—Queremos proponerte un acuerdo —Fourth Kind responde a la pregunta de Zero—. Trabaja con nosotros y ganarás el doble.

Esperen... ¿Qué?

Me he perdido.

Siento que observo un partido de tenis, mirando a intervalos a Zero y a Fourth Kind, siendo el árbitro manipulador el maldito de Shigaraki que no deja de rascarse el cuello hasta enrojecer su piel. Zero se mantiene en silencio, supongo que sopesando la propuesta y valorando los pros y contras, sabiendo de antemano los juegos sucios que se traen estos dos individuos.

Estudio cada tic imperceptible en su rostro, el modo calmado en que cruza sus definidos brazos sobre su pectoral, la inclinación de su cabeza y la minúscula elevación de su labio superior. Agradezco que barra con la vista a los presentes, como si evaluara su entorno, y no se detenga en mí. Ni siquiera sus ojos rojos se han enfocado en mi figura... así que, finalmente, me atrevo a liberar el suspiro inaudible que vacía mis pulmones.

No va a delatarme.

Por ahora...

—Dabi sería tu representante aquí y creo que os llevaríais bien —Shigaraki señala al aludido y Zero lo mira con recelo antes de volver su atención al siniestro hablante—. No somos simplemente un grupo de matones con un negocio ilegal. Esta se convertiría en tu base para que fueras famoso y crecieras como luchador —continúa convenciéndole, llenando sus oídos de miel y mentiras—. Todos llegarían a respetarte. ¡A admirarte! Se volverían locos por verte pelear como lo has hecho hoy, tan sanguinario y mortalmente efectivo... Y tú obtendrías todo lo que quisieras: reconocimiento, dinero, un sobrenombre que nadie olvidaría... además de disfrutar gratuitamente de nuestros servicios y de las mujeres...

Mi cuerpo se encoge de asco y ligero terror cuando los ojos enrojecidos de Shigaraki me atraviesan, perforan mi alma, destroza mi fortaleza y provocan un mar de sensaciones desagradables al concluir con su discurso. Hace el ademán de continuar, pero la complexión corpulenta de Zero interviene en su campo de visión, su cuerpo haciendo de escudo, y me libera del escrutinio repulsivo de Shigaraki. La palma del luchador rubio ceniza golpea la superficie de la mesa con fuerza, aclamando para sí toda la atención.

—Estuve callado y escuchando tu estúpido parloteo, pero tu oferta no me interesa una mierda.

Fourth Kind entrelaza sus dedos y clava sus uñas en el dorso de sus manos. No le ha gustado la respuesta de Zero y sabe que tiene que hacer una contraoferta para convencerle y no recibir otra brutal negativa como la de ahora... pero le está costando horrores contener su rabia interna.

TAINTED I: Corruption (+18) [BNHA A.U. Adulto] [Finalizada]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora