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Repito.

¿Quién es Kacchan?

¿Qué es un Kacchan? ¿Eso se come?

Pero no me hace falta preguntarlo en voz alta cuando la enorme mano de Zero atrapa la cabeza de Midoriya y cubre su cara por completo. Sus dedos se crispan, tirando del pasamontaña y agrandando las aberturas de los ojos para dejar al descubierto las características pecas de mi camarada peliverde.

—Deku... No digas mi nombre en público, maldita sea —gruñe, profundo y amenazador—. Y ya deja de usar ese apodo de la infancia cuando estemos trabajando.

—E-Está bien, pero ¿qué haces...?

—Esperad, ¿os conocéis? —intervengo y Midoriya me mira a través de los dedos de... ¿Kacchan? ¿Zero?

¡Qué diablos! ¡Estoy más perdida que un pulpo en un garaje! ¡Ya explíquenme!

El rubio ceniza chasquea la lengua y retira su mano del rostro de Midoriya, quien nos hace un gesto para que le sigamos. Seguramente para hablar en confidencialidad y alejarnos de las personas que están sacando del edificio y deteniendo en la acera. Izuku nos conduce hacia unos furgones de policía y los numerosos autos nos mantienen fuera del rango de visión de ojos indiscretos y oídos demasiado atentos.

—Aquí podemos hablar —Midoriya nos comunica y empieza a girar sobre sus talones en busca de algo que no encuentra, hasta que sus ojos parecen brillar y salta al interior de un furgón para agarrar dos mantas que nos ofrece tras descender del vehículo.

Al fin y al cabo, yo muestro más piel de la que debo en pleno invierno y el rubio ceniza está exponiendo su torso desnudo y solo lleva unos vaqueros además de sus zapatos.

—¡Oh, estás herida! —Midoriya se percata del corte en mi brazo al ayudarme a echar la frazada térmica sobre mis hombros—. ¡Y tu labio...! No te preocupes. Ya hemos avisado a las ambulancias y están de camino. No tardarán mucho-

—Deku, informa —el rubio ceniza corta su murmullo a la vez que yo intento calmar a Midoriya diciéndole que estoy bien.

—¡Sí! —se yergue, adoptando una postura policial—. En cuanto Todoroki perdió la comunicación y Hatsume no pudo volver a restablecerla, Endeavor ya tenía preparado los convoyes para dar luz verde y entrar al edificio. La orden era mantener el menor número de bajas posibles, rescatar al infiltrado y a ser posible capturar al objetivo-

—¿Lo tenéis? —le interrumpo, ansiosa—. ¿Tenéis a Fourth Kind?

Midoriya sonríe y su dulce sonrisa es luz, pureza e irradia optimismo.

—Lo tenemos —me confirma y yo cierro el puño con fuerza, sintiéndome orgullosa— A él y otros muchos más que estaban en la lista.

No he sido un auténtico desastre y no he provocado que la operación fracase. Es tal la sensación de satisfacción que las mejillas me duelen de tanto sonreír porque, finalmente, hemos conseguido atrapar al expolicía corrupto y lo vamos a meter entre rejas.

Siento que una mano grande me revuelve el cabello, seguramente convirtiendo mi cabeza en un nido de pájaros que me será imposible de peinar. Pero al mirar al causante de mi nuevo estilo él me devuelve una sonrisa orgullosa y hace un leve asentimiento, como si con ese gesto aprobase mi misión.

Todavía no me creo que él también sea policía y, además, de rango de teniente, cuando ha estado partiéndose la cara a golpes con un luchador mentalmente inestable y tiene las secuelas del combate en su cuerpo.

¡Baku-bro!

Una voz masculina que se aproxima llama la atención del rubio ceniza y yo me asomo por detrás de él para ver a un hombre pelirrojo corriendo hacia nosotros. Su cabello en punta se dirige en todas direcciones, pero destacan las dos especies de cuernos que nacen de su frente y que remarcan la pequeña cicatriz en su párpado derecho.

TAINTED I: Corruption (+18) [BNHA A.U. Adulto] [Finalizada]Where stories live. Discover now