Protection from Darkness T1 (YAOI) [FINALIZADA]

Capítulo 21 - Recuerdos perdidos

Deseaba obtener respuestas, para Zero cada día transcurrido le hacían sentirse más y más confundido, entre más deseaba poder recordar a las personas que lo rodeaban, más complicado parecía volverse aquello, pero al mismo tiempo, recordar quién era él mismo era similar a una odisea, su mente no conseguía recordar nada, ni siquiera el más mínimo recuerdo se manifestaba. Algunas noches, sus sueños eran invadidos por extrañas voces y acto seguido unos filosos colmillos se aparecían frente a él, cuando aquellos sueños se presentaban podía contemplar un lúgubre lugar, personas gritaban toda clase de palabras confusas, gritos desesperados resonar por sus oídos, aromas ingresaban por su nariz estremeciéndolo y, por último, un punzante dolor se manifestaba sobre su cuerpo. Abriendo sus ojos, se encontró con su respiración agitada, sentía una asfixiante sensación obstruir la llegada de oxígeno a sus pulmones y algo en su cuello parecía desear esparcirse por su cara.

Su voz no le salía, se sentía tan asustado que no encontraba fuerza suficiente para empujar el más mínimo grito, pero pronto percibió un aroma familiar, y junto a ello se escuchó esa voz que tanta tranquilidad le brindaba. Nuevamente Kaname había acudido a su lado, ese chico de inconfundible aroma se oía preocupado, Zero entre su agitación podía escuchar cómo era llamado, la inquietud con que su nombre era pronunciado, repentinamente sintió como su cuerpo se aferraba al de Kaname con gran fuerza, cuando pudo ubicar el cuello contrario perdió noción por un instante de la realidad, para cuando pudo volver en sí, podía sentir como por su garganta se iba deslizando un líquido cálido y delicioso, preguntándose qué era eso que parecía estar mitigando una confusa sed, recordó que había hecho segundos antes, no era un líquido cualquiera, lo que se encontraba bebiendo era sangre proveniente del propio Kaname, que permanecía sin realizar movimiento alguno.

Apartándose del cuello contrario, Zero en su rostro dibujó una expresión de absoluto miedo y confusión, para cuando llevó sus manos a su boca pudo sentir por unos segundos algo puntiagudo—. K-Ka... Kaname-san... yo... yo...

—Tranquilo, lo has hecho nada malo —se apresuró el castaño a intentar tranquilizar al menor, ver a Zero tan asustado seguía siendo algo difícil de acostumbrarse, ese chico siempre poseía un aspecto sereno adornado en ocasiones por una tierna sonrisa, que expresiones ajenas a esas causaban gran impacto cuando se aparecían. Dándole unos momentos para tranquilizarse, Kaname le brindó una explicación sobre las dos razas que existían, así como la forma en cómo eran las cosas fuera del hostal.

Aun si todo estaba siendo explicado de forma sumamente sencilla, Zero no terminaba de procesar toda la información, le estaba costando creer en las palabras de Kaname. Dudando, poco a poco fue llevando sus manos hasta que pudiera sentir el rostro contrario, paseando sus manos pudo irse imaginando en su mente como debía ser el rostro de Kaname, para cuando llegó a los labios de este, pudo percibir como Kaname los abría para permitirle comprobar su historia, y todo pudo tomar veracidad cuando Zero sintió esos colmillos similares a los que en sueños veía, en ese instante su expresión se llenó de terror. Pero no era temor hacia el chico frente a él, sino a los colmillos que este poseía—. ¿Te doy miedo? —al oír esta pregunta, Zero no pudo evitar sentirse confundido, no poseía seguridad para responderla, sin embargo, aquellos puntiagudos colmillos pertenecían a la persona que, sin importar el momento, continuaba cuidado y velando por su bienestar, era como si Kaname no pensara en él de una forma amistosa, pues si fuera ese el caso lo dejaría bajo el cuidado de alguno de sus familiares, los tratos que le daban eran más parecidos a los que daría una persona que gustaba de otra. Recordando ese brazalete que escuchaba que Kaname siempre llevaba consigo, le hacían saber que debía ser porque el castaño gustaba de él en una forma romántica, pero ese hecho causaba cierto conflicto, pues Zero no estaba seguro cual era el auténtico proceder para aquella comodidad tan agradable entre ellos dos.