Una carcajada había envuelto el ambiente, desde un rincón de la habitación Yuuki intentaba comprender los motivos por los cuales Reigen lucía tan alegre, era como si algo estuviera complaciéndolo. Llevando tiempo recluidos en ese recóndito escondite, la castaña no podía saber cómo su benefactor podía sentirse tan contento—. ¿Qué te hace tan feliz? —preguntó mirando al azabache que estaba teniendo problemas para controlarse.
Reigen, moderando su risa, dejo pasar unos cuantos momentos en que lograba controlarse para poder hablar apropiadamente—. Finalmente podremos hacer nuestro primer movimiento —levantándose del marco de la ventana en que se había encontrado sentado, Reigen le hizo una seña a Yuuki para que lo siguiera a una habitación contigua. Cuando atravesaron la puerta, la castaña no pudo evitar abrir sus ojos en sorpresa ante lo que frente a ella se encontraba.
Lejos de aquel lugar, en la mansión Cross, caminando por uno de los pasillos, Kaname había alcanzado a Takuma, tras haberlo visto hacer una escena en el comedor necesitaba saber que lo provocó, más que nada, por ser la primera vez en que lo escuchaba alzarle la voz a alguien, Takuma siempre se mantenía tan tranquilo y amable con todos, y al mismo tiempo, era el único que parecía haberse amistado realmente con Zess, quien se mostraba como alguien más preocupado por no hablar más de lo necesario y solo hacerse notar cuando él mismo lo considerara necesario. Caminando por algunos momentos por el amplio pasillo, permanecieron en silencio hasta que sintieron que ya podían hablar.
—¿Acaso ha pasado algo entre Zess y tú? —inquirió el castaño con tranquilidad, sin mirar al contrario, le dio su tiempo para animarse a responder, sin embargo, que Takuma pareciera encontrar problemas para brindarle una respuesta era suficiente para hacerle saber que este no parecía saber qué palabras decir, algo bastante inusual—. ¿Tan duro fue lo que Zess llego a decirte?
—¿Qué te hace pensarlo?
—Que me respondas con otra pregunta me hace pensar que es así.
Soltando un suspiro, Takuma esbozo una sonrisa a modo de rendición, desde que todos se habían convertido en una familia, muchas cosas se vieron alteradas, aun si seguían encontrándose sujetos a una jerarquía preestablecida, ya hacía tiempo que solo era en apariencia. Haciendo breves respiraciones, Takuma brindó una explicación completa sobre su conversación con Zess y por qué reaccionó como lo había hecho, expresando una disculpa así como su nulo arrepentimiento por sus propias palabras. Kaname escuchando con suma atención, quedo sorprendido al escuchar los pensamientos de su amigo, era la primera vez que uno de sus seguidores le era sincero sobre ello. Aidou y los demás pese a sus comportamientos, ninguno mostraba indicios por romper su respetuosa forma de comportarse frente a él. Los únicos en mostrarse diferentes habían sido los cazadores, incluso Yagari ya no mostraba tanta hostilidad hacía él.
Conversando un poco más, cada uno ordenó sus propios pensamientos así como expresar su conformidad por tratarse de un modo más familiar, ambos ya habían pasado la barrera que los dividían como purasangre y noble, a ser más como hermanos. De cierta forma, ese pensamiento causaba felicidad a Kaname, antes nunca pensó en vivir dicha situación, siendo quien era, muchas cosas nunca se sintieron hechas con libertada, era como si su auténtica libertad hubiera llegado con su reencuentro con Zero, era gracias a ese chico de cabellos plateados que muchas cosas en su vida fueron cambiando lentamente.
Mientras conversaban, una pesada atmósfera comenzó a sentirse, antes de que Takuma pudiera decir palabra alguna vio a Kaname comenzar a correr. Siguiéndolo, ambos llegaron hasta el jardín principal en que vieron como Zess era lanzado contra uno de los muros, mirando hacia ese majestuoso árbol, contemplaron como Zero se encontraba con sus manos apretando su cabeza mientras parecía gritar palabras extrañas.
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Protection from Darkness T1 (YAOI) [FINALIZADA]
FanfictionZero Kiryuu, el cazador de vampiros más poderoso de todos, tras llevar a cabo una misión vera a su vida dar un giro de 360° al ser despojado del sentido más indispensable para un cazador. Débil y desmoronado, mil huecos dejan abierto al vulnerable Z...