Dulce Tormento © #1

Capítulo 52

JUSTIN.

No pensé que era tan placentero tener una novia a quien complacer, no imaginé que se sentía pensar cada día en cuáles son sus cosas favoritas para poder dárselas, pensar en cómo sorprenderla, despertar pensando en ella y dormir haciendo lo mismo, realmente siento que es algo magnífico.

-Dile a Tomás que podemos ir por él a la escuela y llevarlo a algún lugar divertido –hablé a través del teléfono mientras bebía una lata de cerveza con Ryan en la sala del departamento.

-Se lo diré mañana, ya está dormido y nosotros deberíamos hacer lo mismo, mañana tenemos clase.

-Eso es una buena noticia.

-¿Buena noticia tener clase? ¿Por qué? –preguntó confundida.

-Porque te veo.

-Deja esa mamonería –Ryan se burló de mí.

-Dile a Ryan que deje de envidiar nuestra relación –rió mía a través del celular.

-Díselo tú –active el altavoz-. Te está escuchando.

-Ryan, ¿podrías dejar de envidiar nuestra relación y hacer lo que te corresponde ahora?

-¿A qué te refieres con hacer lo que me corresponde? –preguntó Ryan.

-A Any –rió Mía-. No seas idiota, todos vemos lo evidente que es que se gustan.

-Oh no –rió mi amigo-. Any es linda, sí, pero yo no quiero ninguna relación, además, Justin me dijo que tenías una amiga en Chicago para presentarme, si está buena me interesa –volvió a reír.

-¿Justin te dijo que estaba buena? –su tono de voz cambió y golpeé a mi amigo en su hombro.

-¡No! No he dicho eso, solo le dije que tenías una amiga –intervine.

-Me mostró una foto, por eso digo que esta buena –rió Ryan.

-Ok, creo que es hora de dormir.

-Cariño –desactivé el altavoz-. ¿No me digas que estás celosa?

-No, claro que no, me encanta tener un novio que mira a mis amigas como si fueran un pollo asado listo para ser comido –reconocí su tono sarcástico y reí.

-No seas tonta, sabes que no miro a tus amigas de ninguna manera, jamás le dije nada a Ryan de cómo fuera Liss, solo le mostré las fotos que tienes en tu facebook con ella.

-Ok –suspiró.

-No sabía que fueras tan celosa –reí levemente.

-Yo tampoco, supongo que el romanticismo y los celos solo se conocen cuando se está en la situación, pero ya olvídalo, me siento como una idiota –rió un poco.

-Eres adorable siendo celosa, pero preferiría que lo fueras cuando te tengo cerca, no a través de teléfono.

-No quiero ser una celosa estúpida –rió-. Voy a dormir, deberías hacer lo mismo.

-Estoy esperando a Derek, no acepté ir a hablar con él pero vendrá acá.

-Ok, suerte con tus cosas, te quiero.

-Yo más, buenas noches.

-Buenas noches –cortó la llamada.

-¿Por qué Derek viene hasta acá? Debe de estar preocupado o algo así, jamás viene –Ryan frunció las cejas confundido.

-No sé, escuché rumores de que venía alguien importante a la ciudad, a correr claramente.

-¿Y tú no piensas correr? Justin, realmente ¿qué quieres?