Capítulo 67

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MÍA.

Justin estuvo en casa hasta cerca de las dos de la madrugada y luego se fue al departamento. Me preocupaba que condujera a esas horas, pero en cuanto llegó me llamó y me quedé más tranquila. Ahora que está fuera del negocio de las drogas puedo dormir más tranquila, cada noche no hacía más que pensar en qué pasaría si lo descubrieran, pero eso ya se acabó.

Al día siguiente le dije a mi papá que me quedaría en casa de Any, era cierto, pero los chicos también irían y Javiera también. Este último tiempo me he estado llevando bien con ella, creo que comprendí que lo que haya pasado entre nuestros padres simplemente no nos incumbe. Con su mamá me cuesta un poco más llevarme bien y no es porque no sea agradable, realmente lo es y no me parece cínica al serlo, pero aún me siento un poco desleal al sonreírle, desleal a mi mamá.

Llegué a casa de Any junto a Javiera y Dylan estaba ahí, estaba emocionado y no tardó en contarnos la razón... Miley, su gran amor, iba a regresar a la ciudad en las próximas semanas y eso lo tenía con el corazón apunto de explotar. Dylan fue quien me aconsejó en el tema de Justin, junto a Any claro, pero Any me aconsejaba como mi amiga mientras él me aconsejaba como hombre y como amigo de Justin.

-"Conozco a Justin hace tantos años Mía y te puedo asegurar que él jamás había estado con nadie como está contigo, me consta que esta enamorado de ti y tú de él. No tires a la basura todo lo que han construido por algo que pasó cuando no estaba contigo, él puede hacerse cargo de un hijo sin necesidad de terminar contigo, la pregunta es si tú puedes aceptarlo con un hijo" -me dijo aquella vez.

Eso fue lo que me hizo buscarlo, el hecho de pensar que las parejas deben terminar porque ya no se quieren, no porque uno de los dos este sufriendo una consecuencia de su pasado. El único error de Justin fue no preocuparse de usar preservativo, a mi no me engañó, ni siquiera me mintió ni me ocultó lo que estaba pasando y eso lo valoro demasiado.

Ryan y Justin tardaron un poco en llegar, yo no dejaba de mirar el reloj y las ansias de llamarlo y saber qué sucedía me mataban, pero debía calmarme, era solo un retraso, quizá uno de ellos había tardado más de la cuenta en la ducha o simplemente les surgió algo que hacer.

-¿Ustedes están bien? -escuché la voz de Any y la miré enseguida-. Tú y Justin, ¿están bien? -repitió.

-Sí, todo bien -sonreí un poco.

Interiormente me surgió la pregunta de si Any, Javiera o Dylan sabían algo sobre la venta de drogas de Justin y Ryan, pero no quise preguntar. Quizá se habían dado cuenta en el instituto, como lo hice yo, o quizá no, porque ellos no le daban mayor atención a Justin como yo en esos momentos. De cualquier modo, no era bueno preguntarlo precisamente ahora y supongo que si Any supiera algo me lo habría dicho.

Dylan y Any se la pasaron jugando video juegos por lo que me parecieron horas, pero en realidad fueron solo minutos, mientras Javiera reía de ellos. Se escuchó el sonido de un auto afuera y miré enseguida por la ventana, por fin era Justin y Ryan!. Emití un suspiro de alivio, no sé exactamente la razón pero había estado preocupada. Corrí a abrazar a Justin en cuanto cruzó la puerta.

-Hola cariño -me besó-. ¿Qué pasa?

-Nada, solo estaba algo preocupada.

-¿Por qué?

-Tonterías -sacudí la cabeza-. Solo me asusta que algo te pase.

-Tranquila, ya estoy aquí -sonrió levemente.

Tanto Justin como Ryan entraron y se sentaron con nosotros, el plan de la noche era solo charlar de nuestro año en el instituto que estaba por acabar, ver peliculas, jugar video juegos o cualquier cosa que surgiera en el momento.
Cuando eran las 2 de la madrugada Javiera ya estaba hablando estupideces, ya que a Dylan le pareció que sería divertido jugar con tequila, ni siquiera sé como se llamaba el juego, pero hacíamos preguntar y el que no la sabía debía beber una tapita de tequila. La que más tuvo que beber fue Javiera definitivamente y todos reíamos de las estupideces que hablaba o hacía.
El celular de Justin sonó y se alejó un poco para contestar, pensé que Derek estaría molestándolo como siempre, pero no era él.

Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora