Capítulo 54

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Supuse que no tendría autorización de salir en la noche, así que no perdí tiempo en pedirle permiso a mi papá para hacerlo, simplemente me preparé y cuando estuve lista me envolví con una frazada gigante y caminé hacia la cocina, mi papá solía tomarse un café en la sala cada noche, sabía que lo vería ahí, por eso lo hice.

-¿Ya te vas a dormir? –me preguntó cuando me vio pasar hacia la cocina.

-Sí, me prepararé una leche caliente, estoy cansada, así que no me molestes por favor –grité desde la cocina.

-Mientras tu televisor no esté a todo volumen no te molestaré –respondió.

-Buenas noches –dije cuando volví a pasar por la sala con un vaso de leche, camino hacia mi habitación.

Minutos más tarde me encontraba escapándome por mi balcón, le pedí a Dylan que caminara hasta mi casa para que me ayudara, estaba con Any y ambos me ayudaron en mi fuga.

-Te matarán si te descubren y me matarán a mí por estar en esto –me dijo Dylan cuando caminábamos hacia el auto.

-Aburrido –Any rodó los ojos-. ¿Sabías que es mejor pedir perdón que pedir permiso? –rió.

-No me van a descubrir –bufé.

-¿Sabes si Justin piensa matarme? –preguntó Dylan mientras subíamos al auto.

-¿Por qué?

-¿Le dijiste que fui yo quien te dijo sobre la carrera?

-Ni siquiera le he dicho que voy esta noche –reí pero su rostro se tornó serio.

-Me matará.

-Cierra la boca y ya vámonos por favor –pidió Any.

Y así fue, nos fuimos enseguida camino a las carreras. No me llamaba la atención el hecho de estar ahí, pero si es el "trabajo" de Justin, que ahora es mi novio, supongo que tengo que familiarizarme más con ir de vez en cuando.

Al bajar del auto ya habían muchos más estacionados, la gente se movía de un lado a otro rápido, todos querían tener una buena visión de la carrera y todos hablaban sobre las posibilidades de que Justin ganara tanto como también de que perdiera.

-No veo a Justin –comenté luego de haber mirado a mi alrededor.

-Posiblemente esté con Derek, siempre tienen sus reuniones antes de correr –respondió Dylan.

-¿Dónde?

-¿Ves eso? –señaló una "casita" a varios metros de nosotros-. Ahí.

-Ok, iré a ver si lo encuentro, ¿estarán aquí?

-Ve con cuidado, cualquier cosa solo llámame –dijo Any y asentí.

Efectivamente Justin estaba ahí, antes de que pudiera llegar hasta la puerta lo vi salir. Me acerqué sigilosamente por la espalda y cubrí sus ojos con mis manos, sus manos tocaron las mías y sonreí antes de quitar las manos y mirar sus ojos.

-¿Qué haces aquí? –preguntó serio y mi sonrisa se esfumó, esa no era la expresión que esperaba.

-Buen recibimiento –desvié la mirada.

-No has respondido a mi pregunta.

-Supongo que vine a ver la carrera, ¿o hay algo más que hacer por aquí y no me enteré? –alcé las cejas con tono de sarcasmo.

-Pero ¿por qué viniste? ¿Quién te dijo sobre la carrera y quién te trajo?

-¿Por qué esas preguntas? –fruncí las cejas.

-No me gusta que estés aquí, no es tu ambiente –tensó la mandíbula al tiempo que un par de chicas pasaron cerca de nosotros y lo saludaron.

-¿No te gusta que esté aquí porque no es mi ambiente o porque es el tuyo?

-¿A qué te refieres? –me miró atentamente.

-Olvídalo, fue un error querer venir a apoyarte –voltee para alejarme pero él enseguida sostuvo mi brazo.

-Espera Mía, lo siento... -comenzó a decir.

-No lo sientas, olvídalo, hablaremos en otra ocación.

-Mía, no te enojes –sostuvo mi rostro entre sus manos y me dio un beso cálido pero rápido.

-Vine a verte pensando que sería una buena sorpresa y me recibes de la peor manera Justin, no puedo estar feliz. Pensé que te gustaría la idea de que quisiera incluirme un poco en tu mundo –suspiré.

-Mía, no necesito que te incluyas en esto para ser feliz contigo, lo que más quisiera es poder mantenerte alejada de todo esto.

-¿Por qué?

-Porque no es algo bueno.

-¿No es bueno para mí o para ti? –rodé los ojos.

-Te aseguro que si esto fuera otra cosa, algo bueno, me encantaría que te incluyeras.

-¿Qué es lo malo de esto? ¿Las mujeres que están coqueteándote en todo momento, hasta ahora mismo? –eché una mirada rápida a la chica que estaba a unos metros de nosotros mirándolo, como si lo estuviera esperando-. ¿O algo más?

-No seas ridícula Mía, sabes que no me interesa nadie. Lo malo de todo esto es que es algo ilegal y está lleno de chicos con autos, yo tengo que correr, no puedo estar contigo. ¿Qué pasa si un chico borracho o drogado te mete a su auto y te lleva de aquí? ¿Qué hago si estoy corriendo en ese momento?

-Que paranoico –desvié la mirada.

-¡Justin! –gritó una voz masculina-. ¡A correr!

-¡Derek! –gritó Justin-. Cuida a mi chica o lo perderás todo en esa carrera y hablo en serio, que nadie se le acerque ni le hable.

-¿Qué te sucede? –fruncí las cejas-. No necesito un guardaespaldas, estaré con Any y Dylan.

-Quédate aquí, hablaremos luego, no te enojes –se acercó a besarme.

-A correr Bieber, yo cuidaré de tu chica –habló Derek acercándose.

-Lo que dije sobre que nadie se le acerque ni le hable también te incluye a ti –Justin miro seriamente a Derek-. Cuídala, pero no intentes hablarle más de lo necesario, es mi novia Derek, no le des drogas, no lo olvides.

-No lo olvido –rió levemente Derek.

Miré a Justin mientras se alejaba y luego miré a Derek, él sonrió levemente saludando con la mano y yo desvié la mirada en silencio. No sé muy bien qué tipo de chico es Derek, su mirada a veces asusta, pero a la vez es atractivo, sus ojos sé que pueden volver loca a cualquiera y su postura tan varonil también, pero algo me dice que es un chico con poder y peligroso. Tampoco sé qué tipo de amistad tiene con Justin, dudo que sean amigos más allá de sus negocios juntos, Justin solo me menciona a Derek cuando se refiere a las carreras, pero si ahora le dijo que me cuidara creo que algo de confianza debe tenerle.

Dejé de pensar estupideces y me acerqué al lugar exacto de las carreras, donde los autos estaban encendiendo motores y la gente hacia un semicírculo a su alrededor, gritando y apoyando.

-¿Qué apuestan? –le pregunté a Derek mientras observaba todo.

-Algo muy importante –respondió sin mirarme.

-¿Qué apuestan? –volví a preguntar, esta vez con un tono más alto y firme, lo que hizo que volteara a mirarme enseguida.

-El negocio, este negocio –habló casi en un susurro-. Si se lo dices a alguien no volveré a confiar en ti.

-¿Este negocio? –analicé sus palabras, podía referirse a las carreras o drogas, pero no alcancé a pensarlo, porque los motores de los autos sonaron más fuerte captando mi atención.





"3, 2, 1 ¡Comiencen!" –gritaron por un altavoz y los autos salieron disparados...



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Dulce Tormento © #1Where stories live. Discover now