Enséñame a decir "Te amo" |Lan Zhan x Wei Ying|

Seña 1

Wèi Yīng ya no sabía qué hacer para llamar su atención, desde que se topó con Lán Zhàn cuando regresaba a su casa desde la universidad, había perdido completamente la cabeza.

Normalmente Wèi Yīng coqueteaba con todo el mundo fuera mujer u hombre, nunca le importó mucho el género, ya que la atención que recibía le gustaba, así que solía hacer cosas "Desvergonzadas" como su primo Jiāng Chèng le solía decir.

Pero desde que lo vió por primera vez, supo que ese chico de hermosos ojos dorados, era sin duda su alma gemela, inmediatamente intento llamar su atención, conseguir su nombre era su prioridad, luego proseguiría por pedirle una cita y por último si todo funcionaba como planeaba, serían novios y se casarían.

Ok... Fue muy precipitado fantasear con una boda, sobre todo cuando Lán Zhàn no parecía interesado en él, ya que siempre que lo miraba, parecía molesto, y su presencia según Jiāng WǎnYín le resultaba irritante.

De modo que ya llevaba casi dos semanas intentando ser por lo menos su amigo, aunque Lán Zhàn era alguien realmente difícil, comencemos explicando punto por punto.

Yīng comenzó a frecuentar la biblioteca donde Lán Zhàn parecía trabajar por las tardes; ese día en particular Wèi Yīng regresaba a casa con miles de cosas en la cabeza, y algunas plegarias que lo ayudarán a no encontrarse con su madre, que en este momento debía estar echando humo por la cabeza con una chancla en la mano, justo para darle en el trasero por causar tantos problemas.

Pero bueno eso no es lo importante aquí, lo importante es Lán Zhàn.

Wèi Yīng iba a toda velocidad de regreso a casa, si llegaba temprano puede que el enojo de su madre no fuera tanto, y tal vez salvar su trasero de ser golpeado, agradecía que su tía Yu ZǐYuān no fuera su madre o le iría peor. Justo al doblar la esquina de la calle donde vivía vió a un chico que llevaba algunos libros, a su lado iba otro muchacho con una linda sonrisa en su rostro hablándole animadamente, por su parecido dedujo que eran hermanos.

Los observó cruzar la calle y entrar a una biblioteca que recién habían abierto, el sitio pertenecía a una familia adinerada de Shanghái, la cual quedaba a 130 kilómetros de distancia de su natal Wúxī.

Los Lán se habían mudado hace poco, y en cuanto arribaron a la ciudad abrieron esa biblioteca con una cafetería contigua. El lugar era agradable; perfecto para aquellos que adoraban leer y perderse en historias que les mostrarán algún mundo nuevo por recorrer. Wèi Yīng solo había entrado una vez y fue por curiosidad, ya que había escuchado hablar sobre el tan delicioso café y las famosas galletas de chocolate del lugar.

Había sacado una tarjeta de préstamos y se llevó un libro de medicina, al fin y al cabo estudiaba dicha carrera y le ayudaría para su examen. Cuando ellos entraron Wèi Yīng sintió el impulso de ir a ver más de cerca al joven que había captado su atención y al estar dentro de la biblioteca, pudo verlo más de cerca.

Lán Zhàn era sin duda la criatura más hermosa en la faz de la tierra, una creación única del universo, el hombre perfecto que es capaz de hacerte llorar por qué nunca en la vida te hará caso.

Wèi Yīng recuerda muy bien el fuerte latido de su corazón, y el exquisito aroma a sándalo que rodeaba al muchacho. Fue entonces que supo lo que era estar enamorado.

Desde ese día Wèi Yīng había asistido a esa biblioteca todos los días después de clases incluso sus días de descanso o antes de ir a la florería de su familia, cuya ubicación era a dos calles de la biblioteca.

Inició con las visitas el jueves por la tarde, justo un día después de haberlo conocido. Ese día no hizo mucho, tan solo se sentó junto a su prima, y lo miró ocasionalmente, encontrandolo aún más atractivo con cada minuto que pasaba.