•MI NOMBRE ES RÍO•

Parte 10: Crème Brûlée y Gelatina

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La historia comienza cuando Thomas un chico que se destaca por tomar malas decisiones en su vida, ingresa a una clínica de rehabilitación de drogas, él es un chico con ansiedad social, introvertido, nervioso, inseguro, enamorado de su novia y de temperamento corto con bastantes secretos que prefiere guardar, y en la estadía en la clínica, conoce a la explosiva , y caótica Pandora.

¿Qué pasará cuando se conozcan?

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***

Después de que Francesco se fue, me quedé de pie mirando cómo se marchaba. No hice nada nada más que dar cortos sorbos a la pajilla de mi trago.

Gee apareció de la nada y le dio un sorbo a mi copa, se la terminé pasando.

— ¿Qué tal tu noche hasta el momento? — pregunté mirando a mi alrededor.

— Aburrida, ser niñero me tiene en constante estado de alerta. Siento que lo sigo hasta el baño y eso me aburre. — se encogió de hombros y bebió la copa de un sorbo, arrugó su rostro y solté una risa—que amargo, ¿cómo te puede gustar?

— Me gusta, tiene un no sé qué— de lejos Matteo conversaba con un tipo delgado y ambos lo observamos.

— Y aquí voy de nuevo... pero iré a la barra para que no se note que lo asecho.

Gee se separó de mí y quedé sola, no me importaba, tenía la barra libre de alcohol como para no sentirme tan poco acompañada. Durante esa hora lo veía moviéndose por todas partes, en la barra, en la terraza que tenía el club nocturno, era un tipo de patio terraza con espacio para un Dj y muchas mesas.

Cuando disfrutaba de mi segundo trago sentada en un alto taburete de la barra, tomé mi teléfono aburrida, pensando en "Dalí", ¿Qué estará haciendo ahora? No era muy tarde, de hecho miré la hora en ese momento y el reloj marcaba veinte minutos para la media noche. Habíamos llegado muy temprano, pero al ser una fiesta para solteros, ese lugar ya se llenaba.

Nunca había ido a una fiesta de solteros, no me imaginaba que podía pasar, y como estaba ahí sola en la barra y dudaba ver a Gee durante la noche, revisé algunas redes sociales. Al deslizar mi dedo por ellas, vi una foto de Dany con su novio, habían salido en una romántica cena en la terraza de una azotea. Suspiré al ver lo romántico que era su foto, ambos se veían felices, muy sonrientes, unas flores parecían envolver la fotografía pero era parte del paisaje, la iluminación era perfecta, aparte de las velas de la mesa donde cenaban, en lo alto se podía ver pequeños faroles que estaban al aire libre.

Una fuerte risotada me sacó de ese suspiro, conocía esa risa, me di vuelta y cómo no... Era él, la inolvidable, distinguible y molesta risa de Piero. El contacto visual fue instantáneo, incluso cuando estábamos bastante lejos, pero el taburete de la barra me hacía ver alta y tenía una vista plena del lugar, pude ver como se acercaba a mí.

— Hola, ¿Has visto a Matteo? — era Stefano que antes que Piero hiciera el más mínimo contacto conmigo, se acercaba a preguntarme por Matteo y eso lo agradecía profundamente, así el idiota de Piero no se me acercaría.