Parte uno: La historia da inicio

449 20 3
                                    

Hace mucho tiempo, Jack gozaba de salir a divertirse en época de invierno con su hermana antes de que todo se descongele, un día, al caminar cerca del lago donde solían reunirse, se toparon con una pequeña niña que jugaba sola en la orilla, ella tenía pelo rojizo amarrado en 2 coletas, ojos verdes y con un vestido verde.


-Hola, ¿Quién eres? - pregunta su hermana de Jack con cierta curiosidad.


-Me llamo Anna - Responde la niña.


-¿Juegas aquí sola? ¿No tienes ningún hermano? - Agrego el chico castaño.


-¡Sí que tengo una! - responde con alegría –, pero... ella no sale mucho- agrega con cierto aire triste.


-No te preocupes, puedes jugar con nosotros cuando quieras- dijo Jack para consolarla lo que hizo que Anna radiara de felicidad.


Los días del invierno pasan al igual que las citas de juego, pero hay alguien ausente en esa alegre reunión, era la pequeña Elsa que siempre estaba encerrada en su habitación pero ella ocultaba un secreto, tenía poderes de hielo y congelaba todo cuanto tocaba así que solo se resignaba a mirar a los demás jugar desde su ventana.


Un día Jack logra ver a una pequeña de cabello rubio blanquecino a través de la ventana, era Elsa, pero distraído por su hermana llevándolo a jugar en el lago no pudo mandarle ningún saludo –¿Por qué no podrá salir? - se preguntaba a sí mismo.


-¿Nunca ha salido tu hermana?... parece triste – no pudo evitar mencionárselo a Anna.


-Claro que si, pero hace un tiempo que prefiere estar sola - Le respondió Anna.

-¡¿Qué tal si la traes a jugar con nosotros un día?! - Agrego Jack pero no obtuvo respuesta.


En la noche, Jack salió a dar una caminata por el lago ya que tenía problemas para dormir y al llegar a la orilla, sus ojos observaron algo impresionante, era Elsa que jugaba sola en medio del lago pero había algo más, estaba creando nieve.


Al acercarse Elsa se detuvo por el miedo de ser descubierta, pero Jack parecía estar más sorprendido que asustado, de repente el hielo comienza a quebrarse a sus pies por el miedo de Elsa.


-¡Tengo miedo, se está volviendo más fuerte! - dice Elsa asustada.


-¡Lo sé!, pero no te preocupes, no te dejaré caer - Agrego Jack tratando de ayudarla.


-¡No te acerques! No quisiera que salgas lastimado- Le advirtió la pequeña a lo cual Jack respondio con risas.


-N-no está bien, solo cree en mí... y estarás bien- aquellas palabras eran un pequeño consuelo para Elsa, el saber que al fin encontró a alguien que no quería hacerle daño y que estaría con ella para siempre. Pero el hielo se quebró de nuevo lo que hace a los dos preocuparse y mirar hacia el suelo, afortunadamente Elsa resbala hacia atrás y cae en un área segura lo que alegra a Jack pero al contrario, él fue el que cayo al hielo en su lugar.


-¡Jack! - Grito el nombre que tanto había mencionado su hermana, el nombre de aquel joven de pelo castaño que la había apoyado en toda su vida. No dudo ni un segundo en correr hacia el otro lado del hielo, pero ya era tarde.


-¡Mamá! ¡Papá! - Grito Elsa con todas sus fuerzas, pero no había nadie para ayudarla.


Debido al miedo que Elsa sentía, el hielo se congeló de nuevo ante sus pies... pero mientras tanto, debajo del lago, el pelo de Jack se volvía de un extraño color plata.


A lo lejos se escucha un trineo llegar, un trineo hecho completa mente de hielo que deja escarcha por donde pasa, era el trineo de la reina de las nieves que pasaba en ese instante, ante aquel acontecimiento la gran reina de las nieves se acercó a la pequeña.


-¿Qué sucede aquí? - Pregunto la gran reina con atuendo conformado por picos como el hielo.


-¡Fue un accidente! - Le responde con la esperanza de poder hacer algo.


-Ven conmigo, yo sé cómo puedo ayudarte- Fueron las últimas palabras de la reina antes de que se marcharan en su trineo rumbo al gran palacio de hielo. Por esos lugares habitaban los trols de hielo, quienes fueron llamados ante la reina.


-Pequeña niña, tu don ya está destinado a nuestro reino, el cual ha dejado un gran poder en ti que podría ser tu final si las personas adecuadas no te muestran como usarlo - Ante esa terrible premonición realizada por el trol más sabio, Elsa no pudo evitar abrazar a la reina.


-Podrás controlarlo, y pronto esos dolores no te acongojaran más - declaro la reina consolando a Elsa –¡Pronto tendrás un corazón tan frio como el mío! - era evidente que la reina ya tenía un plan para ayudar a Elsa.


Se quedaría con ella para reinar como su hija en el infinito reino de la nieve y lograría secar su corazón.

Congelado en el tiempo - A jelsa story - [finished]Where stories live. Discover now