XIII

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Juzgando al destinó.






















⚠️ Aviso ⚠️
Este capítulo contiene escenas +18 así como lenguaje inapropiado y escenas sexuales. Si no cuentas con la edad o madurez para ver este tipo de contenido, sugiero pasar de página.













3 de octubre. 10 AM.

Helena se miró por quinta vez frente al espejo, no muy convencida del atuendo. Traía un saco femenino de color blanco, y por debajo una camisa de encaje color negro, que se podía ver a la perfección con la chaqueta del saco abierta.

Se acercó ligeramente al espejo y comenzó a aplicar algo de maquillaje de manera sutil, tratando de ocultar el cansancio en su rostro, que poco a poco comenzaba a notarse. Llevaba tres largas semanas en entradas y salidas al juzgado, donde la hacían dar su testimonio así como a su compañero sobre los eventos producidos en China y en Arabia, tratando de ver como quedaban en coordinación los sucesos que Leon y ella contaban. 

—Mierda.

Dejo el brillo labial a un lado dado que se había equivocado pasando parte del brillo a la comisura de sus labios, ella con su dedo índice trato de arreglarlo. Era pésima maquillándose, de Emily estar allí todo hubiera resultado mas sencillo, pero ni siquiera había tenido la posibilidad de hablarle. Dado que una vez que llegaron y bajaron del Helicóptero, decidieron colocarnos en aislamiento total, por si el virus aun estaba en su sistema o por si dado el caso, ellos poseían anticuerpos que pudieran ayudar. Toda una semana estuvieron reclusos allí, hasta que finalmente no dieron positivo para ninguna de las dos opciones. Emily apenas fue liberada, fue en búsqueda de una misión y no tardaron nada en asignarle una en el norte de China. Y tampoco pudo averiguar mas, por que era una misión de carácter clasificado.

La mente de Helena divagaba confusa mientras manejaba a tribunales, recordando el extraño modo de las citaciones a los agentes, en un principio el mismo había sido orientado a simples testimonios para guardar la información en los archivos que nadie leía, pero la última carta de documento no fue dirigida a ambos, si no, solo a ella. Aquello llamó su atención pero no quiso hacer comentarios, entre los viajes, el trabajo y su molesto dolor en la pierna apenas podía hablar siquiera con Leon, dejando todo inconcluso en aquella "cita". Ella dejo salir un suspiro cansino mientras aparcaba el auto en un espacio junto a la acera. Todo había sido tan complicado estos días. 

La castaña abrió la puerta y bajo del vehiculo para ir hacia el enorme edificio, acercándose a los grandes portones metálicos que daban la entrada a un jardín y al final de este se extendían grandes escaleras que llevaban  directo a la entrada, muy ostentoso para su propio gusto.

 —Que cara traes. 

Esa voz, Helena podría reconocerla en cualquier parte. Alzando la mirada para encontrarse con la de color verde de el.

—¿Que haces aqui? -no pudo ocultar la leve sonrisa en sus labios al verlo-.

—No quería dejarte sola en esto, Helena. 

El se acerco hacia ella tomando una de sus manos entre la suya, la castaña le observó y lentamente entrelazo sus dedos con los de el, dejándolas juntas. Un suspiro de alivio salió de sus labios al tenerlo junto a ella, como si su cuerpo por fin pudiera dejar de sentirse ansioso.

—¿Estas lista para esto?

—Por supuesto.

Ella asintió y tomados de las manos emprendieron camino para llegar al edificio, de tanto visitar aquel lugar a Helena comenzaba a generarle disgusto, al punto de saber de memoria los caminos y pisos por donde movilizarse. Llegaron a la sala indicada para el testimonio, abriendo las puertas como de costumbre, pero se sorprendieron al ver la cantidad de personas que allí había, el lugar estaba lleno, Helena juro por lo bajo que habia una camara. Ambos se miraron confundidos cuando Hunnigan salió de entre los asientos y fue hacia ellos.

Leon x Helena- The Change.Where stories live. Discover now