Leon x Helena- The Change.

XVIII

El sol se oculta.

—Se que todos traen mala cara los lunes, pero tu estas abusando de esa cualidad.

Leon levantó su vista de la pantalla que estaba frente a sus ojos, la luz azul del monitor se reflejó ligeramente en sus pupilas. Hunnigan sabía que muchas mujeres encontrarían atractivo a Leon, no lo negaba, el era alguien físicamente agraciado, pero con el tiempo juntos y todo lo que pudo ver de la persona, noto que, nunca podría verle de otra manera que no fuera amistad, o quizá compañerismo. Era por aquello que a su vez ella no podía evitar preocuparse por el.

—¿Que es lo que quieres Hunnigan?

La morena le dio una leve sonrisa, a pesar del mal genio.

—No descargues tu frustración conmigo. ¿A que se debe ese mal humor?

Leon miro a un costado, la realidad era que desde que su chica no estaba en su casa todo se sentía extraño, demasiado vacío y solitario, algo que no había notado hasta el momento en el que llego a acostumbrarse a su prescencia dando vueltas por el lugar. Era extraño pensar que no fue consiente de lo sólo que estaba hasta que comenzó a hechar de menos su sonrisa por la mañana, compartir el desayuno, bañarse juntos o simplemente recostarse en la cama y sólo quedarse en silencio, era estúpido pensar que las cosas mas tontas eran las que le hacían más feliz.

—Mañana es el juicio y la semana fue pesada, no pueden dar misiones hasta que el asunto legal se solucione, así que puro papeleo del año... 2006...

El masajeo su sien con frustracion notoria.

—Se que la situación puede ser bastante deprimente, se nota... Pero creeme, la D.S.O no dejará a Helena sola en esto, buscaron a los mejores abogados para ayudarle.

El la miro de reojo, según tenía entendido la castaña se la habia pasado en reuniones con los abogados todos los días, de 10 am a 10 pm. Según lo que le había comentado las seciones eran de lectura y memoria, así que para la noche estaba totalmente agotada, quizá esa era una de las razónes por las que el no habia ido de visita los últimos días, para ser honestos temía de alguna manera molestarla o quizá quitarle tiempo de descanso que ella en vista de la situación necesitaba.

—Realmente espero que si lo sean. El caso es complejo.

—¿te llamaron para testificar?

—No, insisten en que no es buena idea. Dicen que al ser su pareja mi punto de vista podría ser tomado como una manipulación y terminaria siendo contraproducente. Es una estupidez, por que en ese entonces ella y yo no estábamos juntos.

—No creo que sea una estupidez. Simplemente tratan de cuidar de ella.

—¿y crees que yo no lo hago?

Ingrid noto que el ya estaba a la defensiva, por lo que suspiro con pesadez.

—Déjame hacerte una pregunta, Leon. Si a ti te dijeran que mintiendo en una confesion, podrías salvar a Helena ¿lo harías?

—No tendría que mentir, por que Helena es inocente.

—Estas evitando la respuesta, se por que lo haces, y te entiendo, pero ahora tu debes entender el por que no quieren que testifiques, el jurado podría mal verlo.

Ella se acercó y palmeo ligeramente su hombro.

—Relájate un poco.

La morena se alejó de el caminando hacia una de las oficinas para desaparecer de su rango de visión al cerrar la puerta. Leon entonces se dispuso a ver la hora, ya podía irse, así que tomo su teléfono y sus llaves y salió del lugar. El clima se había vuelto algo frío en general, por lo que mentalmente se felicitó por llevarse su chamarra de cuero negro, apenas pudo dar unos pasos cuando fue interceptado por Claire quien le miraba con una leve sonrisa.