Siempre estaré a tu lado (Payton Moormeier)•TERMINADA•

"¿Quién era ella?"

Dejé que Jaden y Tn siguieran conversando en la piscina, por suerte estaba Mads. En cuanto a mi, fui directo al bar del hotel y pedí el trago más fuerte que tuvieran. Escoció mi garganta como sin me estuvieran fusilando en ese preciso momento, pero no era nada comparado con la vergüenza que sentía.

Se suponía que era mi luna de miel con Tn, no entendía por qué ellos tuvieron que venir para arruinarlo todo. Son mis amigos, son estupendas personas, son graciosos y siempre vas a poder contar con ellos, pero no era el momento más adecuado para venir a "animar las noches", de eso me podía encargar yo sin ayuda e nadie.

De pronto, mientras bebía, sentí una mano delicada en mi hombro. Supe al instante que no era Tn, ella solo iba y me gritaba, o me golpeaba en el hombro o cualquier tipo de cosa infantil que por más años que pasáramos juntos, nunca dejaría de hacer como si fuéramos los mismos niños de seis años.

Giré mi cabeza lentamente y me encontré con una chica rubia, más o menos de la misma estatura que Tn pero con unos ojos azules muy profundos y bonitos. Sin embargo, era muy femenina y seductora, no tenía la gracia y simpatía que desbordaba mi esposa.

Chica: Que hace un chico como tú bebiendo a estas horas? Quieres que te acompañe?-debía tener más de veinte años, se le notaba en la mirada y en la voz. Además, parecía dispuesta a todo porque le invitara una copa-

No me apetecía hablar con ella, pero tampoco estar solo bebiendo como un condenado horas después de bajarme de un avión, así que no reclamé cuando ella se sentó en la silla que estaba a mi lado.

Chica: Cómo te llamas?-me preguntó mientras me miraba de arriba abajo, analizando cada detalle de mi ropa-

Payton: Alex-mentí- Alex Hudson.

Hudson era el segundo apellido de Tn, no creía que se enojara si tomaba prestado su apellido para burlarme de una cualquiera que probablemente buscaba revolcarse con cualquier persona que se encontrara, se veía en su mirada que eso era exactamente lo que quería.
Estaba seguro que si fuera por Tn, me hubiese regalado encantada toda su identidad, le fascinaban este tipo de bromas.

Chica: Yo soy Talia Papantoniou-me dijo su nombre sin habérselo preguntado-

Talia: No eres de aquí, Alex?

Payton: No soy de Inglaterra, de Londres-cada vez se acercaba más hacia mí y recargaba todo su pecho sobre el mesón del bar, su escote resistía todo lo que podía por no reventar frente a mi-

Talia: Yo soy de Australia-comencé a odiarla tan rápido como hablaba. Me contaba cosas que no preguntaba y eso era desagradable-

Entonces, cerca de la entrada al bar, divisé la melena de Tn. Ya no estaba con Jaden ni con Mads y parecía algo perdida, seguramente no sabiendo a dónde ir o qué hacer.

Deseé que dejara de lucir como una niña extraviada para que me fuera a rescatar de esa bruja que tenía a mi lado, que se las arreglaba para seguir hablando de sí misma sabiendo que no la estaba escuchando. Pero Tn no era así, ella era una chica todavía.

Y no sabía si amar u odiar esa parte de ella.

Finalmente, me vio. Y agradecí la distancia que nos separaba, porque pareció que un aura oscura la rodeó de repente y que todo su rostro se ponía pálido. Ni siquiera esperó o esquivó a las personas que se le cruzaban, caminó a toda prisa y decisión hacia mi. Le sonreí como nunca cuando estuvo lo suficientemente cerca como para distinguir las expresiones de mi rostro, le dediqué la sonrisa más inocente y a la vez burlona del mundo. No planeé causarle celos, pero era una pequeña venganza por lo de Jaden.

Tn: Payton, cariño, te estaba buscando!-exclamó. Talia se dio vuelta para mirarla y se tapó la boca para reírse de Tn-

Eso no me lo esperaba, Tn tampoco. Pero me enfadó muchísimo.

Se había burlado del vestido floreado de Tn, del mismo vestido floreado que yo elegí para ella.

Talia: No permiten niños en el bar, ¿por qué no te vas a buscar a tus padres en la piscina?-le dijo a Tn-

Payton: Y por qué no te vas a ahogar en ella?-le interrumpí. Me miró incrédula y muy ofendida, seguro nadie en su vida se había resistido a sus encantos. Lástima que yo tenía ojos para una sola chica cuyo nombre era Tn-

Tn: Chico malo, me agrada-Ambos nos reímos de sus palabras y ella se apoyó en mi hombro para no caerse de tanto reír-

Talia no parecía entender lo que sucedía.

Talia: Alex, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué te dijo "Payton"?

Payton: Lo siento, es que está un poco loca, sigue enamorada de su ex y piensa que soy él-Tn aguantaba las ganas de volver a reírse, pero en cambio, me siguió el juego-

Tn: Vamos Payton, yo se que quieres volver conmigo-y no pudimos más-

Al final Talia se fue indignada y un camarero nos echó del bar. Nuestras carcajadas se oían por todo el hotel. Admitía que el alcohol que bebí hizo su parte para decir tantas tonterías juntas, pero fue más el saber que Tn se burlaba conmigo de la chica lo que me hizo feliz. No estaba enojada y se lo había tomado con humor.

A veces era buena la versión infantil de ella.

Tn: Así que... Alex, ¿quién era ella?-me preguntó de todas formas después de que el camarero nos echara y nos prohibiera volver al bar-

Payton: Talia-le dije cómo si nada. Comencé a caminar hasta llegar al ascensor, Tn me siguió el paso y me tomó de la mano-

Las puertas de ascensor se abrieron y subimos a nuestra habitación, que estaba en el octavo piso.

Tn: Y de dónde salió esa tal Talia?-insistió con el tema. Tal vez si estaba celosa, podía notar cierto brillo en sus ojos y no era de felicidad-

Payton: No lo sé, si me lo preguntas así, la verdad es que tampoco me interesa.

Eso no pareció convencerla, pero no dijo nada hasta que nos bajamos del ascensor y estuvimos dentro de nuestra habitación.

Payton: Y Jaden?-inquirí cuando lo recordé-

Tn: Él y Mads se fueron a su hotel.

Payton: No están aquí?-eso no me lo esperaba-

Tn: Claro que no, dijo que por más que quisieran, no podrían dormir sabiendo que sus amigos estarían disfrutando de su luna de miel a metros de su habitación, así que se hospedaron en otro. Además querían pasar tiempo juntos.

Payton: Bien por nosotros-dije. Nos acostamos en la cama, tenía todo ordenado y no teníamos nada planeado para hoy, las actividades y esas cosas comenzarían mañana, y la verdad, estaba bastante nervioso-

Encendimos la televisión, pero pronto dejamos de prestarle atención. La tensión y la incomodidad eran latentes, quería muchísimo acercarme a ella, pero tenía miedo.