Siempre estaré a tu lado (Payton Moormeier)•TERMINADA•

"El tiempo pasa volando"

Y como si ella leyera mi mente, se recostó sobre mi y puso su cabeza en mi pecho. Estábamos en silencio, un silencio que ahora no era incómodo sino uno tranquilo.
Pensé que me iba a morir de vergüenza cuando sentí que algo allá abajo estaba despertando, solo rezaba porque Tn no sintiera una dureza en su abdomen.
Pero todas esas súplicas no sirvieron de nada, ella se dio cuenta y largo una gran carcajada, solo la miré y intenté sonreírle pero de la vergüenza me salió una mueca.
Se levantó no sin antes largar otra carcajada y me dijo:

Tn: Payton... pediré algo para comer, ¿ok?-asentí, ella se levantó y pidió el servicio a la habitación-

Después de diez minutos, nos dejaron una bandeja con comida suficiente para una semana. Lo primero que vi fue el vino, no acostumbraba a beber, pero los nervios podían conmigo.

Tn también bebió, lo que me sorprendió, ya que ella no lo hacía desde que nos casamos. O al menos no de esa forma, bebió tanto como yo y terminamos tirados sobre la cama partiéndonos de la risa.

Tn: Alex, ¿tú sabías que estoy casada?-decía con voz somnolienta y embriagante, como si estuviera a punto de dormirse-

Payton: No, ¿con quién te casaste?-le pregunté, sabiendo que se refería a mí-

Tn: Con un chico que tiene un hermoso cabello y unos ojos uff que ni te cuento-me dedicó una sonrisa y se colocó sobre mí, me abrazo y reposó otra vez su cabeza en mi pecho-

Payton: Debe ser muy feo-le dije, casi perdiendo el conocimiento-

Tn: Claro que no!, pero tú me recuerdas a él, ¿sabías, Alex? Tu voz, es muy parecida...-por un momento pensé que se había quedado dormida, no se movió ni volvió a hablar por varios minutos, y se quedó allí acostada sobre mi-

Hasta que se removió y susurró bien bajo:

Tn: Alex, quieres ser mi amante? Pero no se lo diremos a Payton, porque de ser así te mataría.

Me hizo mucha gracia que me dijera eso, su voz sonaba como si estuviera en una misión secreta y mientras lo dijo se había encargado de desabrochar el cinturón de mi pantalón.

Si hubiera estado sobrio, me habría dado vergüenza, como esa vez que estuvimos a punto de hacerlo pero se cortó la luz. A pesar de no tenerla en esos momentos, la detuve, no dejé que me quitara los pantalones.

Payton: No, no quiero ser tu amante.

Tn: Como quieras, total yo lo tengo a Payton.

Payton: No creo que quiera nada contigo después de que le diga que quisiste que yo fuera tu amante-enarcó las cejas y se acomodó hasta quedar con sus labios rozando los míos-

Tn: Yo creo que eso no le importará.

Payton: ¿Cómo estás tan segu...-y tuve que dejar las palabras en el aire, porque sus manos en mi entrepierna y sus labios en mi boca fueron suficientes para callarme-

Podría estar ebrio hasta confundir mi nombre y pensar realmente que era ese tal Alex, pero lo que sucedió después no lo olvidaría jamás. Por más deseos que tuviera que fuera un momento especial para Tn, ella parecía tener otros planes. Y no iba a discutir con mi esposa tan pronto, por supuesto que no.

Después de un rato, me puse hombre y tomé las riendas de la situación. Lo haríamos, lo íbamos a hacer, tener sexo por primera vez.

Sin dejar de besarla, me impulsé y quedé sobre ella.
Después las cosas sucedieron muy rápido: en minutos nuestra ropa estaba desparramada por cualquier lugar de la habitación y yo tenía a Tn bajo mi poder, gimiendo en mi oído y rasguñando mi espalda.

Mi estómago iba a explotar, lo sabía. No podía detenerme por más que quisiera, la bomba de tiempo que tenía en mi interior pedía a gritos más movimientos, y también, aunque más bajo, susurrando contra mi oído a Tn.

Hasta que lo sentí. Ese glorioso momento en que grité y supe que lo estaba haciendo con ella, con protección, no quería que quede embarazada. Yo por mi parte obviamente quería tener hijos con ella, pero no sé si ella lo quiera ahora, eso tendría que preguntarle luego.

Fue como despertar de un limbo, ya que al darme cuenta, la habitación parecía muy ruidosa y estrecha, como si hubiésemos estado encerrados por horas.

Miré a Tn a los ojos y me di cuenta de que el efecto del alcohol había desaparecido hace bastante rato, tenía los ojos vidriosos pero sonreía igual.
Enterró su rostro contra mi cuello y se quedó así, respirando contra mi piel sin mover ningún músculo.

Tn: Creo que debimos casarnos hace años-me dijo d pronto-

No evitamos reírnos. Note que las sábanas estaban húmedas y pegajosas, pero no me dio asco.

Payton: Entonces agradezcamos habernos casado tan pronto-añadí-

Tn: Qué hora es?

Payton: Son las...-observé el reloj que estaba colgado en la pared, mas creí que estaba andando mal. Hasta que miré por la ventana, habíamos olvidamos correr las cortinas, y me di cuenta de que en realidad no estaba averiado-... Son las ocho.

Tn se separó un poco y me miró algo dudosa.

Tn: A qué hora subimos aquí?

La verdad, no lo sabía. Sin embargo, cuando subimos el sol aún alumbraba bastante.

Así que quedamos en silencio durante largo tiempo, sin saber que decir. Estaba asombrado, algo que pareció haber ocurrido en un minuto, al parecer demoró unas cuantas horas.

Nada mal, Moormeier, nada mal.

Y como dice el dicho: Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas.

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