FÉNIX © CREPÚSCULO

━ IV. Discusión

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"DISCUSSION"
CAPITULO CUATRO
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BELLA Y YO NOS ENCONTRÁBAMOS EN UNAS camillas del hospital, su padre, Charlie Swan, se encontraba a un lado de ella.

—¿Y tu padre? ¿No vendrá? —Preguntó Bella.

—Está trabajando fuera, no creo que pueda venir—Realmente, mi padre sí estaba en Forks, pero no pensaba decirle lo que había pasado. Porque se que si se entera, lo mas seguro que es que quisiera irse de Forks

—Si quieres podemos llevarte a casa—Dijo Charlie.

—Oh, no hace falta, mi casa queda cerca—Mentí de nuevo. Mi casa esta como a horas de este maldito hospital, y encima tendría que ir al instituto de nuevo para coger mi maldita moto, perfecto.

Las puerta de abrieron y un señor rubio entró.

—Me han dicho que la hija del sheriff esta aquí—Dijo mientras yo intentaba esconderme entre las cortinas, si me veía, quizás llamara a mi padre.

—Dr. Cullen—Saludó Charlie.

—Charlie.—Contestó.

—Isabella—Leyó mientras miraba unos papeles.

—Bella—Corrigió.

¿Enserio Bella? ¿Vas a corregir a todo el mundo? Rodé los ojos con diversión.

—Me han dicho que te has dado un buen golpe, ¿cómo estas?—Preguntó.

—Bien—Respondió. El hizo las típicas cosas de médico y le dijo que no había trauma, pero que quizás tuviera insomnio.

Intenté caminar hacia la puerta en silencio y con pasos sigilosos intentando que nadie me viera.

—Hubiera sido peor si no hubiera estado Venus—Dijo Bella.

Mierda, mierda y más mierda.

Me gire rápidamente y sonreí de forma inocente hacia ellos.

—No fue nada Bella, me tengo que ir tengo algo de prisa, adios—Dije rápidamente en un intento de escapar.

—¿No quieres que te revise?—Preguntó el Dr. Cullen.

—No, todo perfecto—Dije mientras hacia una fina línea con mis labios.

—Edward la apartó a tiempo—Dijo Bella.

Maldita hija de...

—¿Tu hijo?—Preguntó Charlie.

—Fue muy rápido, no se como llegó, estaba al otro lado del aparcamiento —Siguió diciendo ella.

—Entonces tuvo suerte. Conozco a tu padre—Dijo el Dr.Cullen.

—¿De qué lo conoce?—Pregunté confundida.

—Somos buenos amigos—Dijo mientras sonreía. Lo miré con desconfianza mientras me tensaba. Mi padre nunca me había hablado de el, ni si quiera sabía que el tuviera amigos, era un hombre realmente reservado. El Dr. Cullen me miró como si lo supiera, como si supiera mi secreto, y en ese momento me sentí asustada, si el lo sabia, era posible que toda su familia también, cuantas más personas lo supieran, solo significaría una cosa, más problemas.

El pareció leerme la mente y sonrió de forma tranquilizadora, como diciendo relajante, pareces un maldito árbol así de rígida. Así que respire ondo y me relaje.

—Realmente tengo prisa, adios—Me despedí mientras movía mi mano.

[...]

Abrí la puerta de mi casa intentando hacer el menor ruido posible, cerré la puerta casi sin hacer ruido y comencé a subir las escaleras con lentitud.

—Ni una sola llamada—

Cerré los ojos mientras respiraba ondo y comencé a bajar las escaleras de nuevo. Caminé hacia el lugar donde se encontraba mi padre.

—Ni un mensaje. Nada. Me he tenido que enterar por la gente del pueblo que a mi hija casi la atropellan—Gritó. Miré el suelo.—Mirame Venus—Levanté la mirada—¿No pensabas avisarme? ¿Enserio pensabas que no me enteraría?—Preguntó enfadado—¿Tan ingenuo crees que soy?—

—No creí que fuera buena idea decirte...—Comencé en voz baja.

—¿¡Qué no seria buena idea!?—Volvió a gritar.—¿Cómo es que no va a ser buena idea saber que mi hija casi muere?—

—¿Puedes para de exagerarlo todo?—Pregunté nerviosa—No moriría en caso de que me hubiera atropellado—Susurré.

—¡No, no lo hubiera hecho! ¿Pero sabes que si tendriamos que hacer nosotros en caso de que alguien te hubiera visto que sobrevives a un atropello? ¡Irnos, de nuevo! ¿¡Y sabes!? ¡Siempre es por tu culpa! ¡Siempre nos tenemos que ir por que eres un maldita descuidada! ¡O por que te crees una maldita superheroína! ¡Pero no lo eres, entiendelo! ¡No lo eres en lo absoluto! ¡Asi que para de creerte algo que no eres!—Su cara esta roja por la ira y se tiraba del pelo con enfado mientras su respiración era entrecortada y ruidosa.

Miré sin expresión a mi padre. Ya habíamos tenido esta conversación antes, miles de veces.

—¿Qué tendría que haber hecho entonces papá?—Pregunté enfadada—¿Dejarla morir? ¡¿Tendría que haber visto a Bella morir sabiendo que pude salvarla?! ¿¡En que tipo de persona me convertiría si hiciera eso?! ¿¡Eh!?—Grité.

—En una más inteligente, ¿viste que alguien hiciera algo? ¿Si quiera se movieron para intentar salvarla? No, por que sabían que era peligroso, pero claro, donde vaya el peligro, hay tiene que estar Venus William, ¡por qué al parecer ahora mi hija es una puta adicta a la adrenalina!—Gritó de nuevo.

—No voy a volver a tener esta discusión de nuevo—Dije mientras negaba para mi misma—Me niego—Comencé a subir las escaleras con rapidez hacia mi habitación, escuchando los gritos de mi padre abajo. Llegué a mi habitación y cerré con un fuerte portazo. Sentía mucho calor, sentía que en cualquier momento estallaría, quería liberarme, quería sentirme libre, pero no podía, porque provocaría el caos.

—¡Joder!—Grité. Mire mi reflejo, y no me gustó quien se veía ahí. Veía a una niña estupida que lo había puesto todo en peligro, ¿pero que tenia que haber hecho entonces, dejarla morir? ¿Verla morir y ya? ¿Era de persona cruel o sensata? ¿De verdad había sido una buena idea salvarla? ¿Y si alguien me hubiera visto? La habría cagado, como siempre, y nos tendríamos que haber ido, de nuevo, por mi culpa. Al fin y al cabo, quizás mi padre tenia razón, quizás creía que era alguien que realmente no era. Apreté la mandíbula y cerre los puños sintiendo la sangre correr por mi mano al haber enterrado mis uñas en mis palmas. Volví a mirar el espejo, necesitaba descargarme, liberar, miré mi puño y luego miré de nuevo el espejo. Segundos después el ruido de los cristales de escuchó. Pero no me importo, no me importó una mierda.