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HABÍA ESTADO PENSANDO LO QUE LOS CULLEN PODRÍAN SER. Creía saberlo ya, pero quería estar 100% segura. Había buscado en internet algún sitio donde vendieran libros sobre seres sobrenaturales, al final, encontré una librería en Port Angeles.
[...]
El sol de ese día, me sorprendió. Era raro que hiciera un buen día en Forks. Así que por primera vez viviendo allí, vestí con algo mas ligero. Pareció que todos se pusieron de acuerdo con salir a la hora del tiempo libre. Jessica se encontraba sobre la mesa mientras Bella y yo nos encontrábamos sentadas en las bancas de la mesa. Miré a mi alrededor buscando a algún Cullen. Lose, ridículo.
—No están. Cuando hace bueno no vienen—Dijo Jessica.
El por ciento de mi teoría cada vez crecía más.
—¿Hacen pellas?—Preguntó Bella.
—No, el Dr. Cullen y su esposa los llevan a hacer caminatas y excursiones, lo intenté con mi padres, pero no funcionó.—Dijo Jessica mientras rodaba los ojos.
¿Y los profesores dejan que falten a clase "para hacer caminatas y excursiones? Mierda de favoritismo.
—Chicas, voy a ir al baile con Eric, se lo pedí, asumí el control—Dijo Ángela mientras se sentaba.
Le sonreí.
—¿Realmente no vendrás?—Me preguntó Ángela.
—No, no me gustan mucho los bailes—
Como si hubiera ido a alguno.
—Hay que ir a Port Ángeles antes de que nos quiten los mejores vestidos—Dijo Jessica.
—¿Port Ángeles? ¿Puedo ir con vosotras?—Pregunté.
—Claro, necesitaré tu opinión—Dijo Ángela.
[...]
—El lavanda es mi color—Dijo Ángela.
—Es bonito. Yo prefiero este rosa pálido, resalta mis pechos—Dijo Jessica.
Unos chicos aparecieron por el gran ventanal de la tienda diciendo cosas obscenas.
