Capítulo 7

6.2K 534 47
                                    

Llegué a la empresa de manera autónoma, toqué la puerta de la oficina de mi jefa confirmando mi presencia en el lugar. El resto de la tarde la pasé recordando aquel beso con William, en negación constante ante lo mucho que me había gustado. Ese día fueron pocas las llamadas y encargos que tuve que atender por lo que me permití fantasear con la idea de un William desnudo sobre mi cama, porque sí, era más que evidente que después de aquel beso y a pesar de mi negativa había aumentado el deseo que sentía por él y que intenté reprimir a toda costa. No había nada que pudiera o quisiera hacer para seguir evitando, que la atracción que ambos experimentamos al estar cerca siguiera siendo tan intensa y, temí que tarde o temprano terminara explotando en nuestras narices.

El día laboral había llegado a su fin, la idea de regresar a la soledad de mi departamento no parecía nada atractiva, mientras salía del ascensor pensé en ir a cenar a algún lugar al centro de la ciudad, ese pensamiento se vio opacado cuando salí del edificio encontrándome a William parado al lado de su auto. Mi sorpresa fue notoria, verle ahí y a esa hora.

-Vine a invitarte a cenar-respondió como si leyera mis pensamientos -. Está vez sin chantaje ni manipulación de mi parte, aceptaré la respuesta que quieras darme, aunque no sea de mi agrado -qué sea consciente de que nuestra primera salida fue un atropello hacia mi libertad de decisión provocó que sonriera de forma involuntaria.

-Gracias por aclararlo.

Le observé por al menos un minuto antes de tomar una decisión, al final acepté ir con él, de toda forma esos eran mis planes antes de que él apareciera.

Abrió la puerta del copiloto para mí extendiendo su mano para ayudarme a subir al auto. Este era el William que había conocido a lo largo de estos años--pensé--, un caballero en todo el sentido de la palabra, no aquel celoso e impulsivo que tuve la mala suerte de conocer en la fiesta de cumpleaños de Brayan.

Tomó el asiento del piloto, me resultaba extraño porque siempre iba acompañado por su chófer y alguien de seguridad, no hice ningún comentario al respecto, pero al salir a la carreta vi un auto negro que nos seguirnos, estaba casi segura de que esos eran sus guardaespaldas. William era un empresario de éxito al igual que mi jefa y, aunque no tenía ni idea ni estaba interesada en saber a cuánto ascendía su fortuna, sé que necesitaba protección, en el mundo de los negocios había muchas personas capaces de hacer cualquier cosa por un poco más de dinero.

-Son mis guardaespaldas -Confirmó. No fui nada disimulada en mi escrutinio.

-¿En algún momento sales sin ellos? -Pregunté con curiosidad, sabía que por todo el dinero y poder que controlaba debía tener a alguien cuidando de que nadie le hiciera daño. Mi corazón se encogió al imaginarlo herido, pero alejé esos pensamientos antes de que adquirieran profundidad.

-Sí-se detuvo un momento en el semáforo en rojo aprovechando la oportunidad para contestarme-. Puedo hacerlo, de hecho, algunas veces lo hago, aunque claro, siendo meticulosamente cuidadoso, sin embargo, en esta ocasión no estaba dispuesto a arriesgar que algo saliera mal estando contigo -mi corazón se saltó un latido ante su respuesta haciendo que sea mucho más consciente del peligro que lo rodeaba cada vez que salía de su casa.

-Tampoco me entusiasma la idea de que alguien pueda hacerte daño, imaginar que alguien pueda lastimarte es una escena que no quiero tener en mi casa-cada palabra que salió de mi boca era cierta, pensar en William herido hizo que me replanteará muchas cosas.

El auto se puso en marcha ante el cambio de luces del semáforo, la sonrisa que ahora se dibujaba en sus labios me hizo caer en cuenta de lo que ocasionaron mis palabras en él.

Llegamos a un restaurante un poco alejado del centro, era un lugar pequeño pero acogedor, me gusta la elección que había hecho, a diferencia de la vez anterior este restaurante nos brindó un poco de intimidad. La sencillez con la que estaba decorado lo hacía un lugar cálido y acogedor.

-Tenías mucha hambre-sonrío al ver cómo devoraba la pasta que pedí. asentí sin dejar de comer-. Permíteme -no entendía a que se refería hasta que sentí su dedo pulgar pasar por la comisura de mis labios y retirar un poco de salsa que había quedado en ellos-. Delicioso-comentó al llevarse el dedo sucio hacia la boca y saborearlo haciendo que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo.

-Me encanta la pasta-comenté intentando desviar su atención -. Y está muy buena-señalé el plato con mi dedo índice.

-Otro detalle que agregaré a mi lista titulada "Cómo conquistar a Johanna Villanueva sin morir en el intento.

-William -le regañé intentado que sus palabras no me afectaran.

-No he dicho nada que no sea cierto-se encoge de hombros -. Estoy dispuesto a aceptar tu oferta--comentó sin dejar de observarme.

-Pensé que te habías olvidado de aquello, por un momento creí que me invitabas a cenar como un acto desinteresado de un amigo-confesé con ironía.

-Tú y yo podremos ser cualquier cosa que desees, Johanna, pero nunca amigos. He soñado contigo y, cada sueño es más intenso que el anterior, te aseguro que lo que acontece en esos sueños no es algo que harían dos amigos. Por eso estoy dispuesto a aceptar lo que me ofreces, no quiero hacer que esta cena se vuelva incómoda con planteamientos que ambos conocemos muy bien, así que prefiero ser un mendigo de lo poco que me ofreces a no recibir nada y seguir sufriendo la agonía que me atormenta por las noches cada vez que te apareces en mis sueños. Hoy después del beso que nos dimos, tengo claro cuál es mi elección.

Dejé el cubierto sobre el plato de comida para dedicarme unos minutos a observar su expresión ante todo lo que acababa de decir, no había mentiras en sus palabras. Sabía que con esa decisión estaba introduciéndome en un terreno desconocido lleno de llamas ardiente, no obstante, por primera vez en muchos años estaba dispuesta a quemarme, pero sin dejar que el fuego me consuma.

-Tarde o temprano vamos a terminar acostándonos, ambos lo sabemos. Cuando estamos juntos saltan chispas difíciles de ignorar. Si te soy sincera, yo prefiero que sea ahora y no cuando las chispas provoquen un incendio imposible de apagar. He pensando en lo que me dijiste en la primera cena que tuvimos y al igual que tú creo que una noche no será suficiente para ninguno de los dos, así que quiero proponerte un nuevo trato -di un trago a mi copa mientras William me miraba expectante.

》》La primera vez te dije que no necesito ni deseo una relación más allá que la de dos amantes, sigo firme en esa decisión-alcé mi mano cuando vi que quería interrumpirme-. Tengo algunas reglas que me gustaría establecer para que esto pueda funcionar. Si estás de acuerdo y quieres agregar alguna otra, te escucharé. Así, ambos estaremos en igualdad de condiciones.

-Soy todo oído.

-Nada de sentimientos, no palabras de amor, no amanecer juntos en la misma cama. No quiero que nos acostemos ni en mi departamento ni en tu casa, tendrá que ser en algún motel o algo por el estilo-expresé con convicción y sin derecho a réplica.

📖📖📖📖📖📖📖📖📖📖📖📖

Redes sociales

Instagram: EsteffanyflorianM
Twitter: EsteffanyFMW
Grupo de Facebook: Lectores E.F.M
Grupo de WhatsApp: Pídeme qué te agregue.

No te dejaré rendirte (COMPLETA) Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora