💙 Rubegetta 💜

✨Akira✨

💜Narra Vegetta:💜
¿Dónde estoy? - pronuncie en voz baja, mi vista estaba nublada y me dolía la cabeza, empecé a observar mi alrededor intentando ubicarme, pero me percaté que había una silueta a mis pies, me paralise pero poco a poco mi vista se adaptó a la luz y me di cuenta que era Manuel. Me levanté rápido provocandome un leve mareo, me senté a su lado, y le reclamé sin motivos

Vegetta: Manuel, ¿Qué me hiciste?

Manuel: Sólo experimente contigo

Vegetta: ¿Q-qué?

Manuel: Suena mal, pero en mi investigación no encontré nada raro en ti

Vegetta: ¿Qué quieres decir con eso?

Manuel: Qué estás sano, no se porque vomitas tan a menudo y mucho menos porque vomitas sangre

Vegetta: Vaya... pues tendré que vivir con eso ¿no?

Me desepcioné con esa noticia, pensaba que volvería a mi casa sano, pero ahora estaba confundido ¿Cómo que estaba sano? ¿Y el vómito? ¿Qué estaba pasando? La cabeza me estaba dando vueltas, estaba apunto de vomitar pero me contuve.

Vegetta: Bueno, ya no tengo nada que hacer aquí, será mejor que me marche

Manuel: Lo lamento mucho, hice mi mayor esfuerzo pero no conseguí nada

Vegetta: No es tu culpa, Manuel, eso que te quede claro

Ya no tenía que estar allí porque prácticamente ya no era su paciente y no quería molestarle más, entonces decidí irme a mi casa, pero cuando abrí la puerta me encontré con una chica bastante hermosa, tenía pelo rubio, ojos color amatista, labios carnosos y rositas, y tenía puesto una capa negra qué cubría desde su cuello a sus pies. Intenté ser cortés ante ella pues me encontraba de mal humor y no quería causar una mala imagen

Vegetta: Hola señorita ¿Qué se le ofrece?

Akira: Necesito hablar contigo, Vegetta

Vegetta: ¿Te conozco?

Akira: Tú a mi no, pero yo si a ti. Tengo que decirte algo urgente, pero pasemos a la casa

Vegetta: eh... si si pasa

*En la casa*

Manuel: ¿Quién es ella?

Vegetta: No tengo ni idea

Akira: Primero que nada buenos días, y segundo... se que va a sonar raro pero tienes que ir a Ethernia

Vegetta: ¿Ethernia?

Akira: Si, es el mundo de la magia, donde están los mejores hechiceros y brujas

Vegetta: ¿Y para qué tengo que ir allá?

Akira: El jefe supremo tiene algo en contra de ti desde que naciste, te ha embrujado con mala suerte el resto de tu vida para que murieras en un accidente trágico.
He logrado controlar el hechizo durante estos años pero el Jefe al ver que no morías te envenenó, y vengo a ayudarte para liberarte de todo esto

Vegetta: Vaya... ¿Por qué todo mundo me odia?

Akira: mmm... No tengo la respuesta, pero si te hace sentir mejor, tú me gus... caes muy bien jejeje

Vegetta: Gracias pero... ¿Cuándo nos tenemos que ir?

Akira: Si no te molesta... Ahora

Vegetta: ¿Ahora? Bueno no tengo nada mejor que hacer

Manuel: Bueno... ¿entonces ya se van?

Vegetta: emm sí

Manuel: Vegetta ¿Puedo hablar contigo un minuto?

Vegetta: Si

*Se separan de Akira*

Manuel: ¿Vas a confiar tan rápido en ella? ¿Qué pasá contigo? Por eso te va mal en la vida, porque confías mucho en las personas que apenas conoces

Vegetta: Pero se ve que es una buena chica, solo intenta ayudar

Manuel: Bueno yo no le creo

Vegetta: Bueno pues ese no es tu problema, adiós

Akira: ¿Ya terminaron?

Vegetta: Si, vámonos

*Salen de la casa*

Akira: ¿Qué quería tu amigo?

Vegetta: Nada, solo se despedía de mi, eso es todo

Akira: Ok

Vegetta: Por cierto, a donde nos dirijimos, sabes a que me refiero ¿no?

Akira: Claro, tenemos que pasar por un bosque otoñal y de ahí entre las montañas hay un portal oculto qué solo conocemos los hechizeros

Vegetta: Está bien.

De camino al portal el ambiente entre ellos dos era muy cálido, bromeaban y jugueteaban por los sitios hasta que llegaron a una casa bastante conocida por el pelinegro.

Volví.... 💜