Así empezó todo

CAPÍTULO 2

Yo, Rick, hijo de Julio y Tulio, los más heterofóbicos entre los heterofóbicos, estaba oficialmente espiando a una chica. Sabía que espiar y acosar a la gente está mal pero mientras nadie se enterase de mi "ligera" obsesión por Alba todo iría bien.

Sí, nadie lo descubrirá nunca, pensé mientras guardaba bajo mi cama todas las fotos que había imprimido de su cuenta de instagram junto con las que había hecho yo por mi cuenta.  

También tenía una libreta en la que anotaba absolutamente todo lo que hacía Alba. Me sabía sus horarios de memoria. De hecho ahora mismo debía salir de casa si quería llegar a tiempo para mirarla caminar hacia sus clases de piano desde el banco de la esquina.

Sin pensarlo dos veces cogí mi libreta, mi cámara de fotos full HD 100% real no fake, una boina y un periódico. Salí de casa y me senté en un banco fingiendo leer el periódico del año 1936.

¿Qué? Los buenos espías siempre fingen leer un periódico, lo vi en una peli.

Estaba yo la mar de bien "leyendo el periódico" cuando una voz que reconocí como la de Manu dijo a mis espaldas:

- ¿A quien estás espiando?

Pegué tal bote que el satélite Meteosat captó mi movimiento.

- Nada, digo a nadie. Solo leo. - contesté nervioso.

- ¿Un periódico del 1936? Han pasado 84 años de eso. - replicó él haciendo una resta rápida -. No sé Rick, me parece falso.

Y justo cuando iba a contestarle apareció Alba y me quede empanado.

- Ah wey ya entendí. - dijo Manu sonriendo -. Estas colado de Alba hasta las trancas.

- Que no, pesado. Además no tienes pruebas.

- Pero tampoco dudas. - dijo Manu mientras se iba.

Sin darle mayor importancia a lo que pensase Manu que pasaba entre Alba y yo, me levanté del banco y me fui a mi casa. No tenía ni idea de la bronca que me esperaba al llegar allí.