Mi destino y mi esperanza

"Mi familia"

—No quiero ponerme emocional, lo siento— habló la rubia que lloraba a travez de la pantalla del celular de mi madre— es que no puedo creer que estén pasando por todo esto—sorbio su nariz y limpio sus lágrimas.
Mire a mi madre por el cuadrado de abajo que estaba en la esquina de la pantalla y ella estaba en el mismo estado que su amiga

—Descuida, ya estamos acostumbradas— intento bromear mi mamá y yo rei al igual que la rubia

—Pronto podremos vernos y abrazarnos, te extrañamos mucho Saskia— hable intentado cambiar el tema

—Si mi niña, yo tambien las extraño, todos aquí las echamos de menos todo este tiempo—contesto ella y apoyo el rostro en la palma de su mano que era sostenida por su brazo sobre la mesa— Ashley se volverá loca cuando te vea— sonrió emocionada

—¡Si! —conteste de la misma manera que ella— Extraño a esa rubia, por más que hablemos casi siempre— reí— Bueno bellas damas, las dejaré hablar tranquilas, me iré a dormir—me levante de la silla y cogi el vaso de agua que estaba sobre la mesa.

—Descanza tranquila, mañana será un largo día para ustedes— contestó Saskia y yo le sonreí

—Adios— besé la cabeza de mamá—as quiero—dije por último y me di la vuelta para irme

-—Buenas noches— habló mi mama— ¡Anota todo!— la escuche decir mientras salía de la cocina y asenti con la cabeza sin saber si me había visto o no.

Antes de subir por las escaleras tome la libreta que estaba sobre la mesita justo al pie de la escalera, la abrí y agarre el bolígrafo junto a esta. Mire el vaso de agua, estaba vacío. Vi la marca con cinta blanca que tenía este a su alrededor que mostraba las medidas y la leí.

—Doscientos mililitros —hablé en voz alta mientras anotaba en la columna que decía "Agua" y abajo la fecha del día.

Cerre la libreta dejando el vaso a lado de esta y subi las escaleras dirijiendome a mi habitación. Me adentre en ella y me dispuse a buscar algo cómodo para dormir, me decidí por un remeron largo y solo mis bragas como a mi me gustaba dormir, más cómoda.

Me tiré en la cama metiéndome debajo de las cobijas y cerré mis ojos intentado dormir, pero no lo lograba. Miles de cosas pasaban por mi cabeza y no sabía cuál de todas procesar, en dos días me iría a Estados Unidos otra vez, mi vida cambiaría una vez más. Dejaría a mis amigos y a mi familia, pero todo esto era para lograr algo importante y no estaba en posición de quejarme.

A mi mente vino la última vez que vi a los Besson, unos cuatro o cinco años atrás, pero parecía que el tiempo había corrido tan rápido y que solo habían pasado unos par de meses a la última vez que vi a mi mejor amiga, la ultima vez que molesté a Corbyn, la última vez que Jordan me abrazó. No me gustaba tener que volver a verlos solo por esto.
Años anteriores habíamos querido ir, pero papá enfermo y lo cancelamos. La última vez que vi a Saskia y Ray fue en el funeral de papá hace un par de años atrás, ellos ya se habían separado.
Recordarlo dolia como el primer día, por eso nunca hablaba de esto con nadie.

La amistad entre los Besson y mis padres nacio por Ray y papá. Ellos fueron mejores amigos en la preparatoria, luego Ray entró en la milicia y papá siguió otro camino mudándose de ciudad, conoció a mamá y luego de unos años se volvieron a encontrar. Ray y Saskia ya estaban casados al igual que Mamá y papá, ellos ya tenían a Corbyn, Jordan y Ashley y obviamente yo ya había nacido.

Al ser más grande que la pequeña de los Besson, siempre la hacía jugar conmigo diciendo que era mi hija y a medida que fue creciendo nos volvimos mejores amigas. Con Corbyn y Jordan éramos buenos amigos, pero lo mío con Ashley era diferente, ella era mi pequeña hermanita.