"En tiempo pasado"

83 7 27
                                    



El día estaba nublado en Los Angeles, el cielo que casi todos los días se encontraba celeste y despejado, hoy lucia gris y repleto de nubes que daban aviso a que una tormenta se avecinaba. Me encantaba la lluvia, amaba esos dias en los que llovía y todo parecía tranquilo y relajado. Esos días en los que solo podías estar en la cama o viendo películas y hoy parecía ser uno de esos días, lucia ser como uno de esos días.

Respire profundo para dejar entrar por mis fosas nasales el embriagador aroma a lluvía que el viento traía y luego cerré la ventana. Camine hasta la cama y por tercera vez hice el intento de levantar a la rubia que yacía durmiendo en mi cama.

—¡Ashley, despierta! —movi su cuerpo con desespero

—Un ratito más... — abrió un solo ojo y lo volvió a cerrar segundos después de hablar

—Quiero desayunar, ya levántate — suplique y le di una fuerte palmada en su tracero

—Auch — se quejó llevando una mano hacia la zona y frontandola — Ya me levanto —dice adormilada

—¡Por fin, mujer!

Me alejé de la cama dirigiéndome hacia la puerta, Ashley me tiró una almohada en la espalda y me giré para verla.

—¿Me levantas para ir a desayunar y te vas a ir sola, sin esperarme? — elevó una ceja

—Porque ya tomé mis medicamentos y no puedo dejar pasar mucho tiempo sin el desayuno despues de haber tomado las pastillas. Estoy intentando despertar hace un largo rato, Ash— hice una mueca — Así que levanta tu tracero de la cama que te espero con el desayuno abajo

— ¿Me harás el desayuno? — sonrió emocionada y le guiñe un ojo. Soltamos una pequeña risa y luego salí de la habitación

Camine por el pasillo hasta encontrar las escaleras y todo parecía silencioso. Eran las nueve de la mañana, siempre me levantaba un poco más tarde, pero por el hecho de que tenía que tomar mis pastillas y luego desayunar, debía levantarme un poco más temprano. A penas desperté me di cuenta de que Jordan no estaba a mi lado y solo se encontraba Ashley conmigo en la cama. Era la segunda noche consecutiva que los dos hermanos llegaban a mi cama en la noche y al amanecer solo estaba la rubia. Luego de tomar mis pastillas me duche e intende despertar a mi amiga con varios actos fallidos. No podía dejar pasar más tiempo para desayunar, ya que si eso sucedía, según el doctor, podría bajarme la presión y debía evitar eso.

Baje las escaleras y me pare en la entrada a la cocina y al ver quien se encontraba ahí dude un poco en entrar, pero mi organismo me estaba obligado a hacerlo. Al dar los primeros pasos dentro del lugar sus ojos se posaron en mi, lo mire unos segundos y luego camine hasta la alacena para sacar dos tazas. Podía sentir su mirada sobre mi, pero cuando me di la vuelta para caminar hasta la estufa y calentar un poco de agua, rápidamente sus ojos me esquivaron y su mirada recayó en la taza que tenía entre sus manos. El lugar se mantenía en un incómodo silencio, lo único que se escuchaba era el ruido de la tetera calentando el agua. Hice algunas tostadas, saque mantequilla de la nevera y coloque todo sobre la mesada de la isla, frente a él. Terminé de hacer dos té y tambien los llevé hacia la mesa, me senté y di el primer sorbo de la bebida caliente.

Esto era estupido, realmente estupido. Sabia que cometí un error al no decirles sobre mi cáncer, pero Ashley y Jordan lo habían superado ¿Porque Corbyn no podía hacerlo? Lo único que esperaba de él era que me comprendiera y me apoyara, pero todo lo que estaba haciendo era no dirigirme la palabra e ignorarme desde que les conté de mi enfermedad. El momento era incómodo, el lugar se sentía incómodo, pero al notar su taza casi llena pude deducir que la incomodidad iba a seguir por un largo rato y yo no pretendía soportarla sola. Saqué el celular del bolsillo de mi hoodie y marqué el número de Ashley, puse la llamada en altavoz y tomé un sorbo de mi té esperando a que la rubia respondiera la llamada.

Mi destino y mi esperanzaМесто, где живут истории. Откройте их для себя