Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

38. Nueva frontera

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Aún era posible escuchar los gritos de los Salvadores al interior de la habitación en llamas, aún era posible oír las súplicas de ellos para que les abrieran. Jamás habías cometido un asesinato así, ni siquiera en Terminus. Incluso aún podías sentir el olor a carne y cabello quemado, solo pensarlo te estremecías. Despiertas asustada al volver a soñar con este acontecimiento, pero Daryl te tranquiliza de inmediato. Te abraza fuerte y acaricia tus cabellos sin parar.

- ¿Otra vez? – pregunta con su voz ronca.

- No puedo olvidarlo... - suspiras -. Tengo miedo de haber perdido la humanidad que tenía antes de que se acabara todo esto.

- ¿Qué dices, nena? – lo miras un tanto triste -. Hicieron lo que debían hacer, eran ellos o ustedes. Lo hiciste por Maggie y su bebé... por tu amiga Carol... por ti y eso es válido.

- No le tengo miedo a matar.

- Y no deberías, es algo básico de la sobrevivencia.

- Aún así no puedo dejar de sentir este nudo en el pecho... escucharlos gritar y suplicar por sus vidas... el olor-

- Basta – se ladea para mirarte mejor -. Estaban en peligro.

- Podríamos haberlos matado de otra forma.

- Era la única que tenían en el momento – acaricia tu mejilla -. Todo lo que has hecho ha sido para sobrevivir, si has matado es para defenderte. El día en que mates a alguien solo porque sí, cuestiónate tu humanidad... ¿está bien?

- No es por gusto, no es por diversión... es porque debe ser así, es protección... es sobrevivencia – él asiente.

- Ahora intenta volver a dormir – te apoyas en su pecho y cierras los ojos mientras no dejas de repetir la última frase que le dijiste a Daryl.

[ ]

Daryl abre sus ojos apenas, pero los abre a más no poder al sentir un gran dolor en su pierna. Da un leve grito al sentir que le apretaban. Su visión era borrosa, apenas podía identificar quién tenía encima. Solo veía a un caminante acercándose a su pierna. Se había quedado dormido, las mierdas habían llegado hasta él y querían morderlo. Rápidamente lleva su mano hacia su cuchilla, pero el caminante ágilmente toma su mano para que no cumpla su objetivo.

- Soy yo – te quitas la máscara, él pestañea un poco y te observa un poco desconfiado -. Baja el arma ¿sí? Debo parar la hemorragia.

- Tú no puedes estar aquí – cae nuevamente al suelo.

- ¿Cómo te llamas?

- Daryl Dixon.

- ¿Cuántos años tienes?

- No lo sé.

- Intenta recordarlo – comienzas a curar su pierna, por lo que él empieza a quejarse -. ¿Cuántos años tienes?

- Cincuenta y dos.

- Estás viejo.

- Pero jamás te he defraudado – ríes leve.

- Ahora te va a doler demasiado, pero es lo mejor que puedo hacer en estas condiciones ¿sí?

- Ok.

- Tú sígueme hablando, no pares.

- Bien... - empiezas a taponar su herida y luego apretar la pierna para que definitivamente pare el sangrado -. No sé dónde estoy... ¿estoy muriendo?