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Existen todo tipo de momentos, algunos pueden llegar a ser muy vergonzosos, felices, divertidos y otros embarazos. Sin embargo todos estos tienen algo en común; no importa qué sea lo que hagas o cómo, si alguien te encuentra en el momento menos indicado, el suceso puede llegar a convertirse en una tragedia existencial. Al menos eso sintió Taehyung al encontrarse sentado frente a frente con aquella mujer de cabello oscuro y ojos furiosos que apuntaban con ferocidad hacia él.

  — Entonces... ¿Kim Taehyung? — Dijo ella con cierta pizca de rabia rompiendo el silencio de la habitación— El... El famoso Kim Taehyung ¿Cierto?

  A ninguna mamá le gustaba que dañaran a sus hijos, mucho menos que los rociaran con desinfectante de olor a flores en los ojos; al menos eso era lo que Taehyung podía deducir cómo fruto del enojo de la mujer de enfrente.

  Son terriblemente iguales.

  Su cabeza comenzó a doler cuando comenzó a analizar todavía más el rostro de Nayeon, la mujer aún no se había presentado como madre del azabache, sin embargo y como Namjoom siempre decía; lo evidente no se habla. Era obvio que era la madre del azabache, tal vez las similitudes del rostro no eran idénticas, pero esos ojos de borrego, dientes de ratón, pigmentaciones de cabello y pecas gritaban con megáfonos que eran madre e hijo.

  Obvio que es su madre, pendejo.

  Justo en ese momento, Taehyung y Neyeon, se encontraban sentados en una pequeña mesilla mientras de sus dedos derechos colgaba una ligera y pequeña taza de té. Jungkook se encontraba sentado junto a Taehyung, luciendo una dolorosa e irritada sombra en el contorno de los ojos; pero sin emitir ninguna palabra o sonido.

  — S-sí, yo soy Taehyung — Afirmó el omega con cierta vergüenza dándole un ligero trago a la bebida que le había ofrecido la mujer.

  ¡Que asco, té verde!

  Taehyung se aguantó las ganas de escupir el té verde, él odiaba ese tipo de hierbas, pero al tener a la mujer en su frente, sólo sonrió intentando retirar la tensión del lugar.

  — ¿Y te parece muy gracioso el dañar a mi pequeño bebé? — Soltó sin más cruzando una de sus piernas bajo la gran falda que se cargaba.

  Sin saber qué hacer o cómo responder, la mirada del ojo gris cambió hasta el que tenía todo el contorno ocular irritado. Uno de los ojos de Jungkook estaba más cerrado e inflamado que el otro, parecía que se había maquillado con alguna especie de sombra color carmesí y se había agregado una capa de vaselina sobre ésta.

  Pensándolo bien sí era divertido.

  — Mamá... — Interfirió Jungkook no percatandose del ojo gris — B-basta... Él tuvo todo su derecho... Y-yo... Yo... Mi alfa se descontroló...

  Y cómo si se tratara de un termómetro, las pálidas y pecosas mejillas del azabache elevaron su temperatura y tomaron un color cercano al carmesí. Esto tal vez hubiera sido un poco familiar para el omega, sin embargo y por alguna razón desconocida, podía sentir desde el fondo de su pecho que era diferente; que no era igual a otra veces. El alfa estaba mostrando otra faceta que se ocultaba detrás de ese sonrojo y mirada preocupada; algo que nunca había visto.

  Pero qué.

  — ¿Jungkook?

  — ¡Mi bebé es alérgico a las flores de nube! — Interrumpió muy molesta la mujer colocándose de pie y dejando caer los bordes de su falta hasta sus tobillos — ¡Esa cosa contenía esencia nube! ¿Te das cuenta de lo que pasa? ¡Kookie pudo morir si le hubieses rociado en su boca! — Y sin más, tomó los bordes de su falda para levantarles un poco y caminar hasta la puerta de salida — Ésta noche, tendremos cena a las nueve. No falten — Concluyó.

TONTO ALFA: KOOKV°°(OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora