La chica de los ojos verdes #Albalia

31 - FIESTA

Alba

Le quería organizar una fiesta a Natalia por conseguir uno de sus sueños, grabar un disco con sus canciones. Hable con la Mari para que me ayudará con sus amigos. Por supuesto, le encantó la idea y me cedió su bar para hacerle la fiesta allí. Ella se encargaría también de traer a algunos de sus amigos. 

Quería que fuera una fiesta perfecta, se lo había ganado. Estaba cumpliendo su sueño y se lo merecía más que nadie. Miki y Julia también me iban a ayudar y por supuesto iban a venir a la celebración. 

Maria había conseguido que vinieran varios amigos de Natalia que no vivían en la ciudad, íbamos a ser entre 15 y 20 personas. Tanto ella como Pablo se encargarían de todo lo relacionado con las bebidas. 

Estaba todo preparado, ahora solo faltaba que convenciera a Natalia de que me acompañará al bar de la Mari, con la excusa de que me iba a dejar un libro. 

<Alba>

Baby

¿Me acompañas al bar de la Mari?

Tiene una cosa que me quiere dar

<Natalia>

Bombón, ¿he escuchado cerveza gratis?

<Alba>

Yo te invito a todo lo que quieras

<Natalia>

En 5 minutos estoy en tu casa

VOY

<Alba>

Que desesperación por un cerveza gratis

Yo que pensaba que me querías ver a mi...

<Natalia>

A ti te quiero ver toda la vida

Pero una cerveza fresquita...

Es una proposición que no puedo rechazar

<Alba>

Venga zalamera, te espero aquí

A los pocos minutos, bajé al portal y allí estaba. Apoyada en la moto, cuando me vio salió corriendo donde estaba yo. Me abrazó y me elevó por los aires. Me hacía volar en sus brazos. Y me besó intensamente. 

Alba: Aquí sí que se nota las ganas de verme que tenías.

Natalia: No quiero que tengas dudas, jamás, de las ganas que tengo de ti. Eres mi refugio y mi hogar. Mi bendita tranquilidad. 

Siempre tenía esa capacidad de dejarme sin palabras. Nos subimos en la moto y en menos de 10 minutos llegamos al bar. Me entretuve mirando algo en el móvil y encendiendo la cámara para que Natalia entrase primero al bar. Entró y se quedó parada en la entrada. Me miró. 

Alba: ¡SORPRESA!

Se encontró a todos los amigos en el centro del bar, ataviados con gorros y serpentinas. Todo el bar estaba decorado con globos y guitarras hinchables. 

Alba: Te mereces esto y mucho más. Sigue cumpliendo tus sueños. 

Natalia: Mi mayor sueño eres tu. No sé que he hecho para merecerte. 

Nos besamos. Y notamos como todos los que estaban en el bar nos empezaron a aplaudir. Me puse roja de la vergüenza. Natalia se puso a saludar a los que estaban en el bar. No paraba de reírse, me encantaba verla feliz. 

La Mari se encargo de poner música de pachangeo y temazos de toda la vida para animarnos la fiesta. Nos pusimos a beber y a bailar entre todos. Con esta gente no faltaba buena música ni bebida. También improvisamos un pequeño karaoke con un ordenador. 

Conforme pasaban las horas en el bar, las bebidas se iban acabando y cada vez estábamos peor. No paraba de reírme de todas las tonterías que hacían mis amigos. Natalia estaba muy graciosa con varias copas de más. La fiesta trascurrió sin problemas y antes de irnos, ayudé a la Mari y a Pablo a recogerlo todo. 

Yo era una de las que menos había bebido y tenía la cabeza bastante despejada. Natalia acabó tumbada en uno de los sofás del fondo del bar junto a Miki. A ambos les costaba entenderlos al hablar. Levanté a mi larguirucha y como pude la saqué del local, el frío le iba a venir bien para que se despejara. 

Natalia: Gra...cias... Te quiero...mucho... No sé que...he hecho...para merecerte... 

Alba: Anda venga, que te llevo a casa, morena. 

Pedi un cabify y en pocos minutos ya ibamos camino a casa de Natalia. Me iba a quedar con ella para cuidarla, porque casi no se podía mantener de pie. Le iba a venir bien una ducha fría y dormir. Mañana se despertaría con un dolor de cabeza insoportable. 

----

¿Os ha gustado este capítulo?

Fiesta sorpresa para Natalia pero ha acabado con varias copas de más. Tendría que recuperarse rápido porque en dos días iba a grabar una canción con Eva y Javier. No podía dar esa imagen. 

Twitter: EresRefugio