Memorias de dos corazones valientes

Amor Propio

¿Qué tan importante eres?

Dos décadas después de mi nacimiento ¿apareces?.... ¿Para qué?

Vivo el día a día, llevando en la espalda un sin fin de ayes cardíacos.

A veces duele, ¡qué digo de a veces!

siempre duele, aunque la constante gesta en la que vive el corazón y la mente se ha convertido en costumbre.

Costumbre es extrañarte, costumbre es pensar que te quiero y que me muero.

Costumbre es pensar a las dos de la mañana cuando llueven mis ojos y se humedece tu foto, que ya es hora de dejar que fluya este río de pesadumbres, que su cauce acabe aquí y ahora.

Sería lógico! ¿No?.

Costumbre es poner la almohada en mi cabeza tratando de no ver tu rostro en mi cuarto

Poner la música a tope, para aislar mi mente del eco que ha dejado tu voz.

Entendí, que hay canciones hablan, y como si se tratase de una gitana con romero en su derecha, me dicen lo que ya se, lo que con verme a los ojos se nota:

"Es costumbre amarte".

Amarte...., (A)-(Marte) es donde me llevan tus recuerdos, a una fluctuante y áspera atmósfera, que rápidamente acaba con mi respirar.

Por ello quiero conocer el amor propio, me han hablado tan bien de él, sin conocerlo y sin saber lo que da, también quiero un poco.

A la vez que mis dedos navegaban en una pequeña mentira acerca del amor propio, mi corazón susurraba una y otra vez a la mente:

"Amor es lo que sientes, y lo Propio es que vuelva y se desenfrene".