Capítulo 39

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Hola solo decir que estoy feliz de estar de vuelta ☺️

POV AMAIA

Entro por la puerta de mi casa ayudada por mi hermano. Apenas puedo caminar, aún puedo sentir mi cuerpo adormilado.

Mi hermano me lleva hacia mi habitación y me dejó caer sobre la cama cerrando los ojos.

-¿Esta bien?

-Mucho mejor que en todos estos días-digo sin abrir los ojos, y era verdad, seguramente serían las pastillas pero estaba tranquila, sin ansiedad y no tenía ese sentimiento de miedo, aunque sabía que esto duraría poco.

-Me alegro, de que estés mejor. Parece que ha funcionado lo de Álex ¿Has visto? Pudimos salir y llegar hasta aquí sin la prensa siguiéndonos-escucho a lo lejos a mi hermano hablar, pero apenas puedo procesar todo lo que dice así que solo asiento con la cabeza-Descansa, me quedaré aquí por si necesitas algo.

-No hace falta Javi. Estoy bien y pronto llegará Maddie seguro. Gracias de todas formas.

-Esta bien, te llamo mañana-dice abandonando mi habitación y yo me intento acomodar un poco más en la cama, pero no consigo ni moverme. Me da igual, cierro los ojos y caigo dormida, por fin puedo dormir después de varios días casi sin pegar ojo.

Despierto sintiendo que todo el cuerpo me duele, en especial el pecho. Intento tomar todo el aire que puedo pero el dolor hace que tenga que retorcerme un poco. Me estiró y cierro los ojos. Pienso de nuevo en todo lo que ha pasado estos días y siento como el pulso se me acelera, no puedo permitirme volver a caer.

Me levanto y paseo por la casa, una casa vacía, por supuesto que no había nadie, sabía que así sería, sabía Maddie iba a estar en casa de Helena estos días.

Miro por la ventana al exterior, el sol ya ha salido y la gente pasea por la calle yendo de un lado para otro, pero nada de presencia de prensa, al final parece que mi hermano tenía razón.

Me preparo un café y me siento en el sofá y saco mi móvil. Allí está el maldito pajarito pero está vez lo ignoro y me meto en el WhatsApp donde encuentro un mensaje de anoche de Alfred.

Me vio en los Goyas. Lo que hace que por mi cuerpo recorra un miedo a su reacción. Aunque su mensaje era bueno, sabía que no tuvo que pasarlo bien con verme con Álex allí, y sabía que tenía que haberlo hablado con él antes pero…no tengo excusa la cagué, pero tenía miedo y no encontraba otra solución.

Estaba lejos de él, no lo tenía cerca y eso me tenía aterrada además de todo lo demás, pero ahora estaba en casa no tenía más excusas y es más, me moría por verlo, aunque tuviera miedo.

No me resisto más y empiezo a escribir rápidamente un mensaje de vuelta.

“ Alfred estoy en Barcelona, en mi casa, sola. ¿Puedes venir? Tenemos muchas cosas que hablar”

Le doy a mandar y después de volver a leerlo pienso que quizás es demasiado frío y que él puede pensar que algo va mal y quiero escribirle algo más para que no piense eso, pero no me da tiempo cuando me llega su respuesta.

“En media hora puedo estar allí”

Suspiro y le mando un simple ok de vuelta mientras decido darme una ducha que me relaje un poco, sabía que se venía una conversación bastante complicada.

Salgo de la ducha, me pongo ropa cómoda y empiezo a andar por toda la casa. Tenía miedo, mucho miedo de su reacción, tenía miedo de lo que fuera a sentir cuando lo viera, pero sobre todo, tenía miedo a mí reacción, tenía miedo de derrumbarme de nuevo.

Escucho un par de golpes en la puerta y sé que es él. Tomo aire y lo suelto despacio intentando tranquilizarme antes de dirigirme a abrir la puerta. Antes de hacerlo ya empiezo a sentir el picor en mis ojos.

Cuando abro la puerta y lo veo allí, sin sonreír y con una grandes ojeras que marcan toda su cara, el llanto vuelve a mí sin poder evitarlo. Y de dos pasos, él está a mi lado abrazándome con fuerza sosteniéndome con su cuerpo mientras siento como vuelvo a romperme sin poder evitarlo.

POV ALFRED

La abrazo contra mi cuerpo mientras siento como tiembla en mis brazos y a pesar de todo, justo en este momento, siento que todo va a ir bien, que lo peor ya había pasado porque estábamos juntos.

Cierro la puerta y tiro de ella hacia el sofá donde me siento con ella sin dejar de abrazarla hasta que siento que se relaja y deja de llorar. La separo de mí y le limpio suavemente las lágrimas mientras le dedico una pequeña sonrisa y la veo mirarme a los ojos, está intentando estudiarme, intentando saber que está pasando por mi cabeza, pero no tiene porqué intentar adivinarlo, no voy a dejar que se quede con ninguna duda de todo lo que ha pasado por mi cabeza estos días y esperaba que a ella le pasará lo mismo.

-Vamos a hablar de todo ¿Si?-le digo acariciándole suavemente-pero quiero que sepas que te quiero y que eso no ha cambiado ni va a cambiar nunca-digo sonriéndole y veo que ella sonríe y no puedo evitar acercarme y dejar un suave beso en sus labios pero que no dejo que llegue a más porque sé que podría perderme entre sus brazos, entre sus besos y sus caricias sin problema, pero teníamos que hacer algo mucho más importante ahora-¿Quieres que empiece yo? Pregúntame lo quiera saber.

-¿Qué…que fue lo primero que pensaste?

-En como te estaría matando esto-contesto con sinceridad y veo sorpresa en su cara-Sé que está pasando ahora por tu cabeza pero me gustaría que lo dijeras tú.

-Pensé…pensé que estarías enfadado…que pensarías que entre Alex y…

-Amaia confío en ti, ya cometí una vez ese error y no pienso volver a cometerlo. Además aunque hubiera pasado algo con Álex, lo nuestro fue después no tenía nada que reclamarte aunque hubiera querido. Solo me importaba lo que estuviera pasado por tu cabeza. Tenía miedo de como lo podías estar afrontando y no, no podía hablar contigo. Fue duro.

-Lo siento, no…no estaba preparada, me sorprendió yo…no estaba preparada. Solo podía pensar en el daño que te estaba haciendo, en que todo eso de lo que había querido huir me estaba golpeando de lleno y no sé pero tenía una fuerte presión en el pecho que no me dejaba respirar. Solo quería cerrar los ojos y que todo desapareciera.

-Ojalá hubiera ido a verte.

-Ojalá hubieras venido-dice sosprendiéndime-te necesitaba aunque ni yo misma en ese momento lo sabía, pero hiciste lo correcto, hiciste lo que creías que era mejor, sé que siempre pensaste en lo mejor para mí pero sabes que algunas cosas…no estoy ni hubiera estado de acuerdo que las hicieras.

-Lo dices por lo de hablar con la prensa-pregunto y ella asiente-fue algo sin pensar en realidad tenía que hacer algo porque tu…-pero me callo de repente, sin saber si tengo que decirlo todo y entonces ella se acomoda y me mira como suplicante-Amaia yo quería hablar contigo, necesitaba hablar contigo. El único medio que tenía para hacerlo era tu hermano y…me pidió que hiciera algo para arreglar esto.

-¿Pedir?

-En realidad me obligó a hacer algo si quería hablar contigo, me podía haber negado toda la culpa no es de él, podía haberme negado pero solo necesitaba decirte que estabas aquí Amaia lo necesitaba. Pero cuando hable contigo todo se descontrolo. Te vi tan mal que la rabia me hizo salir ahí fuera. Ni si quiera sé lo que dije la verdad, pero parece ser que para tu hermano no fue suficiente ya que me pidió más. Pero no fui capaz, necesitaba hablar contigo antes porque tenía miedo de hacer algo que me separará de ti para siempre- digo con un nudo en el estómago y veo como ella coloca su mano sobre la mía y me sonríe.

-Gracias por contármelo. Yo…viste lo que pasó ayer.

-Claro, estuve viéndote-digo bajando la cabeza algo nervioso.

-Fue idea de Ambrossi, y pensé que era buena idea. Ahora creo que fue algo orquestado por mi hermano-dice y yo no le entiendo-quiere separarnos, lo veo claro. Y siento todo lo de ayer pero…estaba asustada tenía miedo, no podía pensar, aún no puedo hacerlo con claridad. Mi hermano me dijo que era mi oportunidad, que si me veían con Álex se centraron en él y en mi y se olvidarían de nosotros. Creo que tiene razón pero aún así tenía que haberlo hablado contigo antes, lo intenté pero…

-Estaba en la sala Magalí necesitaba descargar.

-Tenía que haberlo vuelto a intentar o…haber dicho que no. Pero tenía miedo no quería salir sola, no podía casi ni mantenerme de pie. El miedo me tiene paralizada-dice temblando y la abrazo.

-No pasa nada Amaia, supe enseguida que algo así tenía que estar pasando.

-¿No te has enfadado?

-Me dolía más no poder ser yo quién pudiera darte ese apoyo que cualquier otra cosa. Pero ahora estoy aquí.

-Alfred no sé si voy a poder con todo esto. Pensé que lo llevaría mejor, nunca antes me he sentido así en mi vida, nunca.

-Lo sé pero juntos vamos a conseguirlo ¿Si?-digo sonriéndole y la veo mirarme sin estar segura, sabía que tenía muchas dudas pero yo iba a conseguir con algo de tiempo que se diera cuenta de que juntos éramos invencibles y que nada ni nadie iba a poder acabar con esto que teníamos.

Nota de autor: gracias a todos por esperar pacientemente. He vuelto de nuevo con ganas de darle el final a la historia que merece. Gracias por acompañarme en este viaje❤️

Solos tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora