Domingo 25 de abril del 2010

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Un niño, de no más de diez años de edad, se encuentra caminado felizmente junto a su papá por la plaza de armas de Trujillo. Mientras caminaban, el niño que vestía un polo rojo con el stiker de Spiderman, una casaca negra, un pantalón jean azul y unas zapatillas con lucecitas. Iba observando todos los alrededores del lugar, esbozando una sonrisa de oreja a oreja, preguntando a su padre porque la señora que está sentada en la banca tenía muchas palomas a su alrededor. Porque el señor está dibujando al niño. O porque hay tantas burbujas que rodean la plaza. Entre otros cientos de preguntas que al jovencito se le ocurría.

Minutos más tarde, el niño y su papá tenían que retirarse del lugar e ir a la O R donde se encontrarían con los miembros restantes de su familia. El muchachito un poco triste por dejar el fantástico lugar que había conocido, trato de convencer a su progenitor de quedarse solo un rato más, pero él le decía que no, ya que, si se demoraban, su mamá se enojaría y ya no comerían pollo a la brasa. Entre regañadientes el pequeño comenzó a avanzar, sin antes hacerle recordar que tenía que comprarle algo a su hermana, porque eso habían quedado. Así, antes de caminar al punto de encuentro, se desviaron hacia una tienda de peluches. Donde compraron uno de un perrito pug y emprendieron rumbo hacia el punto de reunión.

Al llegar ahí el muchachito saluda a su mamá y hermana. Él le da el peluche que había comprado junto a su papá y esta lo recibe feliz. Por otro lado, su mamá tenía algo oculto en su bolso.

– Mami, ¿Qué es lo que traes en tu bolso? –

- Esto hijo, es una sorpresa – el niño mira a su mamá extrañado

- ¿Esa sorpresa es para mí? –

- Jajajajaja – la madre ríe y le pellizca las mejillas – Pues claro que es para ti, bonito, pero ¿Te parece si te lo muestro en la casa? –

- Pero... -

- Si quieres los puedes abrir aquí, pero mejor sería en la casa, ahora vamos a comer, ¿Te parece? – la joven mujer le sonríe dulcemente a su hijo.

El niño mirando a su madre acepta y todos comienzan a caminar rumbo al lugar donde van a cenar.

Después de la cena familiar que tuvieron, el niño era el más desesperado en llegar a casa, sabía que tenía un regalo que abrir y la curiosidad no lo dejaba en paz.

Al llegar a su casa, corre directo a la sala y se sienta en una de las sillas alrededor de su mesa. Su madre lo mira y le dice que antes de eso se lave los dientes y se pongo su pijama, el mensaje también iba para la hermana del muchacho. Tras hacer todo lo que su progenitora le dijo, por fin podría ver lo que ella tenía en su bolso. La joven madre saco un muñeco de color azul, con una gran cabeza redonda, manos y pies de circulitos blancos, con una pequeña bolita roja que era su cola, unos grandes ojos acompañados de una nariz circular del mismo color que la cola, una gran boca y bigotes que adornaban su cara blanca. Su pecho también era blanco y tenía un bolsillo cerca de su estómago. Y de adorno, tenía un collar rojo con una campanita en medio.

– Él es doraemon, Pablo, un dibujito que yo veía de muy chiquita, así como tú, revisa que tiene en su bolsillo – dijo la madre mientras sonreía

El pequeño Pablo al revisar su bolsillo, encuentra tres discos

– Eso son los capítulos de su serie, ¿Te parece si los vemos? – hablo la mamá dulcemente.

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O R: Punto de encuentro en la ciudad de Trujillo de la región "La Libertad"

Tras la pantallaWhere stories live. Discover now