Dos

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Me quedé mirándola mientras ella me miraba fijamente, sin ninguna expresión en su rostro. Pasos se escucharon detrás de mí. Me tensé.

- ¿Todo bien? Matthew ya viene de camino. - dijo una chica.

- Si, todo bien, escondan el cuerpo - dijo sin dejar de mirarme - Yo me ocupo de él.

- ¿Estás segura? - dijo otra. Ella despegó su vista de mí y miró atrás. Se escucharon pasos alejarse y la chica volvió a mirarme.

- Vamos a salir de aquí, voy a guardar mi arma, pero como corras, la sacaré y te dispararé. Y créeme, no me importan las consecuencias. ¿De acuerdo? - asentí efusivamente.

Ella se guardó el arma en la parte de atrás de la cintura de sus jeans y la tapó con su chaqueta negra de cuero. Cogió mi brazo y me forzó a caminar fuera del callejón. Miré hacia atrás cuando escuché un coche. El coche paró y dos chicos se bajaron para guardar el cuerpo en la parte de atrás de una furgoneta.

Tragué saliva sonoramente mientras ella me guiaba a no sé dónde. Estaba asustado, ella llevaba una jodida arma y no se pensaría dos veces dispararme. Así que la opción de huir, la descarté.

Ella sacó las llaves de un coche y las luces de un mercedes negro se encendieron. Era el último modelo que había salido.

- Joder, ¿Este es tu coche? - pregunté admirándolo por fuera.

- Entra - ella me abrió la puerta y después de mirarla una última vez entré. Mientras rodeaba el coche volví a pensar en escapar. Pero a ella le daría tiempo de sacar el arma.

Cuando ella entró en el coche salí y empecé a correr. La escuché maldecir y antes de que pudiera doblar la esquina algo cayó sobre mí y caí al suelo.

- Te dije que no corrieras - su voz sonaba acelerada. Tiró de mi pelo y echó mi cabeza hacia atrás. Sentí algo afilado en mi cuello antes de que pudiera hacer algún movimiento. - ¿Quieres morir? Podría cortar tu cuello ahora y dejar que te desangraras aquí. ¿Quieres que lo haga?

- No - dije como pude.

- Bien, como vuelvas a salir corriendo juro que te mataré, no doy tantos avisos. - Ella se levantó de encima de mí y me ayudó a levantarme.

No hice ninguna tontería más porque sabía que si jugaba con fuego, podría acabar quemándome. ¿Cómo pudo correr tan rápido? Ella llevaba botas de tacón. Negué con la cabeza y me puse el cinturón. - ¿Por qué matas a gente? - la miré.

- ¿Dónde vives?

- No has respondido a mi pregunta.

- Tú tampoco.

- Yo la he hecho primero - vi como tensaba su mandíbula.

- No es asunto tuyo. ¿Dónde vives? - echó su pelo a un lado.

Le di la dirección y ella condujo a gran velocidad por las calles de Nueva York. Me agarré a la puerta y lamí mis labios. Volví a mirarla y observé su perfil.

No parecía la misma chica que casi me tiré en el baño. Ahora estaba en tensión.

- ¿Eres alguien que mata por ajustes de cuentas? - pregunté. No contestó. - ¿No vas a responderme? ¿Sabías que ese hombre podía tener familia?

- Cállate o te echaré del coche con un disparo en tu cabeza.

Me callé.

- Dame tu móvil. - exigió.

- ¿Para qué quieres mi móvil? - la chica tendió la mano. Le di mi móvil y ella abrió la ventana para después tirarlo.

- ¡Pero qué has hecho! - alcé la voz.

4. Saga Cree en mi - Bang BangМесто, где живут истории. Откройте их для себя