Capítulo 42

114 4 0
                                    

Onur sonrió complacido cuando luego de tocar la puerta, vio a su mujer entrar a su oficina. Ella se inclinó sobre el escritorio frente a él y Onur no pudo evitar mirar su escote.

Ya faltaba poco, tan poco que parecía que la ansiedad se llevaría por delante las ganas de estar juntos. Ambos habían pasado por todos los estadíos.

Miedo de que todo saliera mal, angustia por todo lo que vendría, ansiedad por no poder ser libres y estar juntos cuando quisieran, felicidad de saber que estaban haciendo lo correcto por un objetivo mayor y ahora se encontraban en uno de los mejores, aceptación y por supuesto, anticipación...

Ella sonrió y sacudió la cabeza al ver que él la miraba y luego la inclinó dándole a entender que podía quedarse allí todo lo que él necesitara...

-¿Qué me decías?

-No te dije nada... solo vine a verte...

-Bien...- dijo él y la miró a los ojos. Ella se incorporó y le entregó un cd- ¿qué es eso?

-¿Qué te parece que podría ser?- Sehrazat sonrió.

-El proyecto que te pedí...- dijo y suspiró- lo siento, estoy algo distraído...

-En otras circunstancias, te diría que puedo ayudarte a distenderte... pero falta tan poco que no quisiera estropear todo...

-¿Falta poco dices?

-Hoy es el último día...

-Es verdad...

-Claro, no lo recordabas...

-¿Cómo podría no hacerlo? Hace días que me lo vienes recordando cada vez que me acerco a ti...

-Eres increíble... ahora soy yo la que te rechaza... como si no tuviese ganas de arrojarme en tus brazos...

Onur lanzó una carcajada divertida y la hizo sentar sobre sus rodillas...

-No discutamos más... eso también me estimula, Sehrazat... lo sabes...- dijo y besó su cuello hasta terminar detrás de su oreja, aspirando el aroma de su perfume.

-Bien... no discutamos...- dijo ella y sintió la mano de él peligrosamente deslizándose por sobre su pierna y ascendiendo implacable por ella- Onur...- se quejó con voz grave.

-Lo siento... lo siento... ¿por qué no vamos a casa?

-Porque todavía es temprano... faltan como dos horas para que yo cumpla con mi horario...

-Pero soy tu jefe... en todo sentido...- dijo y alzó las cejas.

-No juegues... podría demandarte por acoso laboral...

-¿Tú? ¿La que hace un rato me mostrabas tu escote? Además, no podrías, eres mi esposa...

-Lo soy... sí... lo soy...- dijo al sentir que él continuaba sus caricias.

Onur siguió besando su cuello y suspiró en su oído...

-Vamos a casa... son solo unas horas... podemos preparar una rica cena, y esperar la medianoche...

-Tú dices que a partir de las doce de la noche...- dijo y sonrió.

-Técnicamente será mañana...- dijo y ella se mordió el labio.

-¿Crees que no habrá diferencia? - dijo ella inspirando hondo para controlarse.

-Ninguna diferencia... te lo aseguro...- le dijo él y ella se separó de él y se levantó.

-Vamos... ahora...- dijo y él sonrió y se puso de pie para ponerse su saco.

Cuando iban saliendo, él le ofreció esperarla en el auto mientras ella buscaba sus cosas.

Otras Mil y Una NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora