Esto SÍ es una actualización

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10.- El otro punto de vista

He Xuan creció y se desarrolló a lo largo de su vida en un orfanato, no era un lugar exactamente alegre, faltaban algunas cosas, existían riñas por quien tenía una porción más de comida y la comodidad no era exactamente algo que se viviese a diario, pero tampoco vivían en la miseria, aunque no fuera mucho siempre había para comer, todos tenían objetos propios y se pasaban buenos momentos jugando entre todos.

Aún con altos y bajos, al fin de cuentas, era una buena vida, el resto de los huérfanos le agradaban bastante, solo que el estar todo el día rodeado de personas era algo agobiante, simplemente no existía la privacidad.

Era una persona deseosa de obtener un poco de soledad, quien más se parecía a él en ese sentido, era otro niño unos 4 años más joven que él llamado Hua Cheng, así que se hicieron cercanos por el sentimiento de empatía. Con el tiempo la confianza entre ellos aumentó al punto de tratarse como hermanos.

La necesidad de crear tiempo para él, lo llevó a creó una pared invisible que lo separaba de sus compañeros en la escuela. Si no lograba estar a solas en el orfanato, entonces lo lograría en su primaria; no interactuaba con ninguno de sus compañeros, se enfocaba en actividades como estudiar o leer, básicamente, dirigió toda su atención a pasatiempos individuales. Si debía hacer algo en grupo, prefería entregar un trabajo por su cuenta, a la hora de almuerzo buscaba alguna mesa aislada de todos.

Siguió así todos los años de primaria, llegando a secundaria mantuvo la misma estrategia. Pudo ir a una escuela privada ya que fue becado, en ese entonces fue que conoció en su salón a una persona totalmente opuesta a él. Era radiante, siempre con gente a su alrededor, refrescante como la brisa del viento.

Esta persona vivía todo lo contrario, estaba siempre solo en su casa puesto que su único familiar pasaba todo el día trabajando; no podía culparlo, después de todo, hacía eso para que no le faltara nada. Pero por lo mismo, en la escuela hablaba e interactuaba con quienes más podía, no se negaba a ninguna salida.

Esta persona lo saludaba cada mañana con un simple 'buen día, He Xuan' y se despedía siempre al terminar las clases con un 'ten una buena tarde, nos vemos mañana, He Xuan'; no era porque tuviese algo de aprecio a él en específico, más bien, era así con cada persona en el salón, una de sus características era ser amable con todos y todas.

He Xuan en realidad ignoraba el nombre de casi todos sus compañeros por desinterés, pero el de esta persona no lo podía olvidar, estaba grabado en su mente a pesar de no ser amigos, ni siquiera cercanos, pero su aura cálida y su presencia se negaban a salir de su cabeza, esta persona es Shi Qingxuan.

Si alguien hablaba con honestidad, sus caminos jamás se hubiesen juntado de la manera en que lo hizo si hubiese sido decisión de ellos; pero el destino es caprichoso y los reunió de todos modos.

Un día Qingxuan llegó con el uniforme femenino y con un simple adorno de flor en su cabello, al inicio todos se rieron creyendo que estaba realizando alguna clase de broma, pero al descubrir que no lo era, comenzaron a aislarle. Todas las personas que alguna vez le juraron amistad sincera ahora le daban la espalda.

Qingxuan decidió mantener la frente en alto y la sonrisa en su rostro por mucho que quisiera desplomarse. Cada mañana al saludar a todos, la respuesta era silencio absoluto, cuando era el turno de decir 'buen día, He Xuan', él seguía respondiendo como siempre: asentía con su cabeza y le miraba fijamente. Ese gesto que antes consideraba de frialdad, ahora se había vuelto cálido ante los ojos esmeralda.

Fue entonces que un maestro pidió que realizaran un trabajo en parejas. He Xuan siempre ignoraba las indicaciones de los maestros y terminaba haciendo los proyectos de forma individual, pero ese día una belleza de radiantes ojos verdes le preguntaba si podían ser equipo. No tenía la menor intención de trabajar con alguien, pero incluso si intentaba ser ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor había notado la manera injusta en que habían tratado a Qingxuan.

Cómo dejar de ser un idiota en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora