XI

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La enfermera de repente entro, buscaba algo, vio a Añiño, al parecer había encontrado lo que tanto buscaba y grito lo encontré, yo le dije que era el cachorro de mi abuelo que había estado perdido por días, que había venido en busca del abuelo, la enfermera no dejaba de gritar que trajesen a los guardias, que el perro no podía estar en el hospital, ni mucho menos en la habitación, entonces hice una especie de correa con mi bufanda, mi abuelo despertó con los gritos, al mirar a Añiño sonrió y Añiño le dio dos lengüetadas en su mano y antes de que seguridad llegase, lo saque a fuerza al principio se resistió, quería quedarse junto al abuelo , pero de a poco lo convencí, cuando llegamos a casa , mamá estaba de salida para el hospital, cuando lo vio, lo abrazo tanto que ya no quería soltarlo de felicidad.

Añiño, comió y bebió mucha agua, al parecer no probo bocado desde que salió de casa, cuando Lucas lo vio, corrió a su encuentro, salto, corrió y ladraba de alegría.

Al día siguiente por la mañana, lleve a Lucas y Añiño al parque, para que se distrajesen, les compre sus galletas preferidas, corrimos tanto que aparecimos los tres en el césped exhaustos, nos divertimos bastante.

Dulce VespertinoOnde histórias criam vida. Descubra agora