8. Incómodo

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—¿Cómo es eso de que no vas a cenar? —pregunta mi madre apenas me ve entrar a la cocina y veo de inmediato a Jungkook, que esboza una sonrisa llena de culpa delatándose automáticamente.

Si Yoongi es como mi hermano mayor, Kookie se comportaba como el menor. Pasaba junto a mis padres la mayoría del tiempo, viendo televisión o haciéndoles compañía en el mercado y la cocina. No es que me desagrade, de hecho me provoca ternura y creo que extraña mucho a sus padres en Busan, así que se lo dejo pasar.

—Nada, era broma. Olvídalo.

—Pero dijiste que no cenarías conmigo en la misma me/

Advierte el pelimorado y Hobi le cubre la boca antes de que termine la última palabra, sonriéndole a mi madre y llevándose al chico al comedor. Al menos me ayudó con eso... ¡O de verdad esta vez no me importaba nada y lo golpeaba yo misma!

—¿Te llevas mal con el chico nuevo, Hyojin~ah? —pregunta de nuevo mi madre, terminando de sacar las verduras de su compra.

—Algo así, creo que aún no aprendo a tolerarlo... —confieso.

—Te pasó lo mismo con Yoongi y ahora son súper amigos —inquiere.

—Es que soy demasiado adorable, señora... —dice el pálido junto a mi mamá fingiendo ser una ternurita.

—Mírenlo, quien te viera y quien te ve, Yoongi —contesta mi madre y me alegro que tampoco se trague esa faceta tierna de mi amigo.

Taehyung pretende no escuchar nuestra conversación y también actuó sin mucho interés cuando Hobi sacó a Seokjin de la cocina. Echa las verduras que picó a la olla de la sopa y se sacude las manos en un paño de cocina.

—Ya terminé con las verduras, señora Yeonhwa.

—Muchas gracias, TaeTae —lo veo sonrojarse y pasar a mi lado con la vista baja, ignorándome, subiendo a su habitación otra vez a pesar de que la cena estaría lista pronto.

Pero, ¿por qué evita mirarme? ¿Le incomodó lo que dijo Seokjin? Tal vez está decepcionado de mí por actuar como una jodida pervertida con el pelimorado, ¡pero no fue mi intención verlo semidesnudo en el baño! ¡Puedo explicarlo!

—Ya te lo dije, creo que le gustas —dice Yoongi leyendo mis pensamientos y lo fulmino con la mirada, pues mi madre está en la cocina con nosotros y lo escuchó.

—Deberías confesarte ya, hija. Yo creo que a TaeTae le gustas.

—¡Mamá! —me quejo.

—¿Qué? Eres tan obvia...

—Te lo dije —murmura Yoongi y como una niña mal criada me pongo a hacer una rabieta en medio de la cocina, sin vergüenza y con rabia.

—¡No me gusta! —corrijo, pero casi en un murmullo para que él no me escuche desde su habitación.

—Entonces ve a llamarlo, la cena ya está lista —ordena mi madre mientras apaga la cocina y comienza a servir los platos. Me giro para ver a mi amigo que roba sin vergüenza la carne del plato de alguien.

—Yoongi, anda tú ¿sí?

—Nop —responde con la boca llena.

—¿Por favor? —suplico, aún sigo demasiado avergonzada y no sé cómo podría mirarlo a los ojos.

—No... —¡arg!

—¡Nunca me pidas ningún favor en tu vida, Min Yoongi!

Digo y salgo de la cocina enfadada, dando pisoteadas y viendo de reojo al resto de los chicos poniendo la mesa.

—¡No seas tan dramática! —grita Yoongi desde la cocina y lo ignoro. Jamás dejaré el drama, es parte de mí.

Pero aquí estoy ahora, frente a la puerta del chico que supuestamente no me gusta... Digo, no me gusta. Sólo es -demasiado- atractivo y hermoso. Sólo eso.

Cubro mis ojos con una mano y con la otra me animo a golpear su puerta esperando que no salga y que lo haga sólo cuando yo ya esté en el primer piso, pero lo único que siento es que la puerta es más blanda de lo normal y un grito a modo de queja.

—¡Auch! —quito la mano de mis ojos y veo a Taehyung con una mano en su nariz —¿Esta es tu venganza por lo de antes, Hyojin? ¿Nariz por nariz?

—¡Lo lamento! —su cara de dolor lo dice todo.

¡Joder, ¿por qué soy tan estúpida?!

—Auch... Arde... —reclama y no tengo la menor idea de qué hacer.

—¡Lo lamento tanto, Tae!

—¿Cómo no viste que abrí la puerta? —pregunta, pero esta vez sonriendo en medio de la crisis y se levanta para verme, moviendo su nariz de manera graciosa, supongo que para calmar el dolor más rápido o para sentir que aún sigue ahí, no estoy segura.

—Lo siento...

—Está bien, ya está pasando.

—De verdad lo lamento... ¡No es una venganza! —me explico.

—Lo sé.

Un momento de silencio nos invade y siento que se atraviesa entre nosotros impidiendo que nos acerquemos. Él sigue mirándome con una sonrisa y sé que yo estoy más roja que el kimchi.

—Ah... La cena está lista —logro decir.

—Vamos.

Me toma de la mano para emprender rumbo al comedor y mi piel hormiguea de pies a cabeza, sin poder creer lo que siente. Creo que mi rostro adquirió un nuevo tono en la paleta de colores, y no se va, ni siquiera cuando Yoongi nos ve llegar juntos haciendo una mueca de conformidad e impresión.

Taehyung se sienta a mi lado como nunca antes y Yoongi toma el otro puesto a mi lado, golpeándome suave con su codo y sólo le puedo pedir con la mirada que se calle y no haga nada que me pueda avergonzar aún más.

Comenzamos a comer y un frío molesto se apodera de mi mano cuando Tae la suelta para tomar la cuchara. Eso duró menos de lo que esperé, pero algo es algo.

Seokjin come de manera normal, similar a una alpaca, como si nada de lo que pasó anteriormente hubiese ocurrido en realidad. Lo agradezco, pues me ahorraría aún más esta incomodidad que siento y puedo jurar que si se atreve a decir algo frente a mis padres lo mato.

—¿Van bien sus estudios, chicos? —pregunta mi padre interrumpiendo los sonidos que todos hacen al comer; sorbeteo, masticación y el soplo debido a la comida caliente.

—Sí —respondemos todos.

—¿Qué tal su trabajo, señor Moon? —pregunta Kookie.

—Todo bien, hijo. Gracias por preguntar.

—Vaya, deberías llamarte Jeon "Moon" Jungkook —bromeo.

Noona está celosa —contesta en tono burlón y se atreve a sacarme la lengua.

—¡Por supuesto que lo estoy! Eres más lindo que yo, mi padres se alegrarían si su hijo fueses tú, Kookie.

—A mí me pareces bonita —dice Taehyung y quiero correr al baño a gritar y mojarme la cara, porque sé que vuelvo a estar roja bajo las miradas de todos, incluso de mis padres, y no sé cómo reaccionar en lo absoluto.

—A mí también —agrega el pelimorado como si nada y sigue comiendo, como si no hubiese dicho nada, tomando una porción de kimchi frente a él. Taehyung lo mira de manera seria y deja de comer; yo miro a Yoongi reprimiendo una carcajada -para variar- y a mis padres hacer lo mismo.

Todo demasiado incómodo como para poder tolerarlo.

*****

❂ ᑭᕼOᙖOS ❂ ¦¦  Kιm SᥱokjιᥒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora