Capítulo 5 ______

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Dejé ese pensamiento ahí mientras Harry me llevaba por la puerta con su mano en mi espalda baja. Escuché a papá y Fiona hablar con el otro en sus mentes sobre mí; pobre de mí, dulce yo, que había pasado por tanto. ¿Qué hay de pobre Ele? ¿Pobre Louis? Ellos fueron quienes pagaron por mis errores.

Mis zapatillas golpearon el pavimento mientras pasábamos el corto tramo a la casa de Ele. Harry estuvo callado y yo agradecida mientras me sostenía la mano. No quería hablar de ello, en realidad no. Sólo quería que estuviera viva y no era así, y era mi culpa. Dios pensé en lo que diría Ele al escucharme hablar así. Me regañaría, seguro.

Me reí al recordarla gritándome cuando lloré porque la castigaron cuando teníamos doce. La atraparon y a mí no. Quería entregarme, confesar todo, pero se burló y lo expuso como si yo fuera una completa idiota. —¿Por qué harías eso? ¡Entonces la dos estaríamos en problemas en lugar de sólo una de nosotras! Eso no tiene sentido, _______.

Pero me sentía tan culpable que terminé echándome la culpa. Bien podía haber impreso carteles de se busca para mí, porque mi conciencia me atormentaba en todas partes. Tan tonto, tan simple, tan fácil tiempos tan diferentes en nuestras vidas.

El pulgar de Harry acarició gentilmente mis dedos, sacándome de mi recuerdo. Levanté la vista para encontrar la mirada en su cara amable. Cuando llegamos a casa de Ele, vi su auto en la entrada. Debieron traerlo de casa de Louis. El dolor en mi pecho se hizo casi insoportable ya que podía ver las siluetas de sus padres por la ventana.

Harry me detuvo y me giró hacia él. —Espera.

—Me voy a derrumbar, Harry —dije con mi voz temblorosa—. No voy a ser capaz de

Sus labios cálidos se hallaban en los míos, deteniendo todo lo demás que pude haber dicho. Yo no lo besaba exactamente, pero seguro que él sí. Me envolvió en su pecho y me besó hasta dejarme sin aliento. Mis manos quedaron atrapadas entre nosotros. Curvé los dedos para poder sentirme productiva en el departamento de aferrarse a la querida vida. Entre más fuerte me besaba, más profundo caía.

Sabía lo que él hacía y, tanto como le agradecía por intentar llenarme de calma en lugar de dolor, ahora me atormentaba por una necesidad de Harry que parecía de pronto desesperada. Me forcé a sacar las manos de entre nosotros y las envolví alrededor de su cuello. Las puntas de mis pies me impulsaron para encontrarlo por propia voluntad.

—Demonios, _______ —murmuró contra mis labios. Sus manos se convirtieron en garras mientras me acercaba más a él.

La sudadera era de pronto demasiado caliente. Era raro. Nunca antes me sentí así. Era como si mi cuerpo estuviera hecho para apartar mis responsabilidades. No me importaba una mierda lo que pasaba a nuestro alrededor, sólo sabía que Harry se encontraba aquí, me tocaba y era mío.

Era demasiado, pero no podía detenerme. Me encontraba en piloto automático y mi imprimación tenía el control. Me sentía completamente fuera de control.

Harry llevó las manos a mi rostro y exhaló bruscamente contra mi mejilla mientras se alejaba un poco. —Está bien —susurró y acarició con sus pulgares—. Está bien. Ha sido así para mí desde el principio y es totalmente normal. Nuestros cuerpos sólo están cansados de esperar para estar juntos, eso es todo.

—¿Te has sentido así todo el tiempo? —pregunté, mi voz a penas un susurro.

—Bueno no exactamente así, pero a veces ha sido muy malo— respondió irónicamente.

—¿El incidente de los bóxers? —dije y me encontré sonriendo.

Se rió y mordió la esquina de su labio. —Sip. Al principio de la lista.

—Entonces, ¿eso qué significa?

—¿Recuerdas cuando dije que la mayoría de las parejas están casados en un par de semanas? Bueno, ya han pasado unas semanas, nena. Podemos esperar, pero no se va a poner más fácil.

Él intentaba no sonreír. —Oh, te ves tan molesto por eso —bromeé.

Se rió y agarró más fuerte mis caderas. —En realidad no estoy molesto por ello. Sin embargo, el hecho de que por fin me quieras casi tanto como yo te quiero, hace que se sienta bien.

Rodé los ojos afablemente y parecía que ambos sabíamos que nuestra pequeña sesión de calma se acabó. Miré el auto de Ele una vez más y susurré—: Gracias, bebé.

Sonrió ante el bebé. —Te amo, y puedes hacer esto. Estaré justo detrás de ti, ¿recuerdas? Siempre estaré aquí para sostenerte.

Envolví los brazos alrededor de su cintura, como lo hice con mi padre y lo dejé apretarme y besarme el cabello. Una parte de mí casi odiaba ser tan dependiente de él, pero él tenía razón. Siempre me ayudaba a mantener la compostura, y necesitaba aferrarme a eso, no alejarlo.

Después de sentir que me tomé todo el tiempo que pude, giré para dirigirme dentro y encontré a la Señora T acercándose con la basura. Tan pronto como me vio, comenzó a llorar. Me abrió los brazos, y como la niña pequeña que me sentía, corrí hacia ella.

Lloró y lloré, pero eventualmente nos separamos y le dije que regresaría al otro día. Cuando me alejaba, no pude evitar tocar el Dodge Neon de Ele Y fui golpeada con mi visión.

Harry se apresuró hacia adelante. Esperé y miré cuando Ele y Louis pasaron por la montaña, riendo y cantando con la radio. Fueron a la última salida antes de tomar la autopista cuando el auto se averió. Louis se encontraba furioso. Decía que no se les pudo acabar la gasolina porque lo acababa de llenar en el pueblo. Pero se hallaba completamente seco y no había una persona ni casa a la vista. El paso no era usado muy a menudo a menos que tuvieras una casa de verano por ahí o algo.

¡Estaban vivos!

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora