Capítulo 11 Harry

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—No —insistió y negó con la cabeza. Me dio una mirada de no me mientas—. No, no era una linterna.

Doble mierda. ¿Cómo iba a explicar los lazos de energía que _______ le regalaba a un ser humano? Así que tomé el camino cobarde y cambié de tema. —Recuéstate aquí. —Me moví para aliviar su espalda suavemente. Suspiró, haciéndome saber que sabía que pasaba algo y lo del cambio de tema—. Entonces, ¿qué pasó?

Su labio empezó a temblar. Me agaché y puse una mano en su cabeza con la esperanza de ofrecerle un poco de consuelo. Sentí una picadura en mi brazo. Me di cuenta de que era mi cuerpo advirtiéndome que esta chica no me pertenecía y no se suponía que debiese tocarla. Ella no era _______. Aparté el pensamiento y traté de mantener la comodidad de su mejor amiga. Comenzó lento. —Nos quedamos sin gasolina. Pero Louis acababa de llenarla hacía más o menos una hora, por lo que sabía que algo andaba mal. El indicador nos dijo que estaba vacío, pero no era posible. Nuestros celulares no funcionaban. Esperamos y esperamos, y luego decidimos tratar de encontrar a alguien o algo cuando llegó la noche y y no conocíamos a nadie que viniese por nosotros. Pero luego nos perdimos y no pudimos encontrar el coche.

—Está bien —la tranquilicé, pero maldije a Zayn entre pensamientos. Sabía que tenía algo que ver con esto. Lo sabía—. Shh. Duerme, ¿de acuerdo?

Asintió y dejó escapar un suspiro que decía que se encontraba agotada.

—Cariño —le dije a _______ antes de girar la espalda y sentarme en el borde del maletero—. ¿Cómo está?

—Se bebió la botella entera. —Sonrió con alivio—. Creo que va a estar bien.

—Bien, bueno —Odiaba la siguiente parte—. No podemos llevarlos a un hospital ni a casa, ¿sabes eso, cierto?

Suspiró y asintió. —Lo sé. Los Malik no pueden saber que están vivos.

—Encontraremos un hotel de la ciudad y luego nos iremos a mi casa mañana. Averiguaremos qué hacer a partir de ahí.

—¿Te parece bien eso? ¿Que todos nosotros invadamos tu espacio? —Se mordió el labio—. Quiero decir, nunca he estado allí.

—¿Bromeas? Claro que me parece bien. Me gustaría tenerte allí sola, pero —Incluso yo escuché mi voz toda ronca. Ella se escabulló de debajo de la cabeza de Louis, quien se había volteado, y me encontró en la parte posterior. La ayudé a bajar y envolví los brazos alrededor de ella—. Tú en mi espacio es lo que he querido desde el principio.

—Gracias —susurró. Sentí su cuerpo estremecerse mientras trataba de contener un sollozo. Se me rompió el corazón—. Por ser tan dulce con mi amiga.

—Por supuesto, cariño. Por supuesto. —Puse una mano detrás de su cabeza y la atraje hacia mí. Trató de detenerme.

—No, Harry, voy a empezar a llorar otra vez. Sólo vamo

—Resistirte es inútil. —Luchó contra una sonrisa y rodó los ojos. Sonreí y le hice señas para que se acercara—. Ven aquí.

Suspiró dramáticamente, pero sus dedos dijeron la verdad cuando agarró mi espalda y apoyó la mejilla en mi pecho. Sabía que teníamos cosas que hacer, pero necesitaba esto ahora mismo. Necesitaba mi toque para volver a llenarla y tranquilizarla, y que pudiera estar allí para su amiga con la cabeza despejada. Peiné su cabello con mis dedos antes de tirar de la capucha de mi sudadera que aún llevaba con ella.

—Hace frío. Bien, vamos. ¿Estás bien?

—Voy a estar bien, cuando estos dos estén seguros otra vez. —Cerró los ojos con fuerza—. Casi murió. Pensé que estaba muerta.

—Encontraremos a Zayn, no te preocupes por eso —le prometí y sentí un rugido atravesar mi pecho—. Y cuando lo hagamos, voy a terminar esto como debería haber hecho hace mucho tiempo.

Me miró. Esperaba que se horrorizara, pero asintió. —Y yo estaré a tu lado.

No discutí ni estuve de acuerdo. Sólo sostuve su barbilla entre mis dedos y la besé otra vez. Luego incliné la cabeza hacia el coche y me subí al asiento del conductor para encontrar un hotel para pasar la noche.

No podía decirle a nadie que los habíamos encontrado o que estaban vivos. Todavía no. En este momento eso era peor que cualquier cosa, al recordar la cara de la mamá de Ele. Ella merecía saber la verdad, pero por ahora, tendríamos que guardar el secreto.

Cuando iba de reversa, vi a _______ coger de nuevo la mano de Ele, luego sacarse la sudadera y ponerla sobre el torso de ella antes de agarrar sus dedos de nuevo. Aumenté la calefacción y traté de no pensar en que _______ tuviera frío con su camisola.

Pero cuando ella se inclinó para poner la cabeza en mi hombro y se quedó dormida, supe que estaba hecho. La noche terminó como debía y mi _______ estaba cansada. Su don salvó a sus amigos.

Sólo esperaba que pudiéramos dejar todas las cosas raras del don de _______ con Ele como una alucinación. Si no, bueno, tendríamos un problema.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora