P S Y C H O.

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Jimin no sabía si fue más desgarrador ver a su novio engañarlo con otra, o que la otra fuera su prima. Sus lágrimas no paraban, era consciente de que la gente seguía viéndolo, pero, ¿Qué podía hacer? Le dolía tanto el corazón, pensó en qué Yoongi sí le quería bien.

Pensó en su relaciones pasadas, ¿Qué hacía él para que fueran así con él? ¿Qué tenía él para que dijeran "voy a serle infiel"? ¿Acaso era patético? ¿Su cuerpo era aburrido? No sabe en qué momento se colocó en cuclillas tapando su rostro mientras más lágrimas salían.

Todo estaría bien, si no fueran dos personas importantes para él, Park ChaeYoung era su prima, la mujer que abrazó cada noche al recordar a sus padres, la mujer que estuvo a su lado en cada relación fallida. Pero ahora todo estaba mal. Si vida estaba mal.

¿Cómo podría mirarlos?

¿Cómo podría verlos sin recordar ese vídeo? En el que ambos intimidan.

—Hey, ¿Todo bien?— mirando al joven delante de él, negó— ¿Jimin, qué pasó?

—¿Tae?— preguntó limpiando sus lágrimas.

Jungkook se acercó colocándose a la altura de su pareja y viendo a quién creía un extraño:— ¿Minnie?

Ambos jóvenes ayudaron al menor a subir al auto, y condujeron a su departamento, cuando entraron Jimin sólo pudo sentarse en el sillón y volver a llorar en silencio:— ¿Quieres que le hable a Yoongi?— Jungkook preguntó limpiando las lágrimas de su amigo.

Pero al mencionar el nombre hubo un efecto inesperado a sus ojos, pues las lágrimas del rubio aumentaron, Taehyung dió un golpe en el hombro de su pareja y lo mandó a la cocina con una mirada, el de cabello negro se negó unos segundos aceptando por la mirada de su novio.

—¿Mochi qué pasó?

—Tae, ¿Soy aburrido? ¿Feo? ¿Qué hay de mal en mí?— las preguntas impresionaron al menor—. ¿Soy una persona asquerosa?

—No, no, no— se apresuró a negar el de cabellos castaños tratando de borrar esas ideas tontas del mayor.

—Yoongi me engañó, nuevamente fracasé en una relación— la risa sarcástica del rubio le dió un escalofrío al joven castaño—. Lo peor es que no sé si me duele más la traición de YoonGi, o de Rose.

Taehyung abrió los ojos sorprendido:— ¿ChaeYoung?

Las lágrimas salieron del afectado, pues cada segundo dolía más que el anterior:— Es gracioso, hace unos días, Yoon me pidió que viviera con él, incluso nos aceptaron la solicitud de adopción, ¿Cómo le diré a Yeonjun que no podremos ser la familia feliz que le prometimos?

Jungkook sentía las ganas de matar a quien consideraba su mejor amigo, no había dejado atrás la curiosidad y escuchó la conversación, tomó su celular y marcó el número, no sabía si sorprenderse al escuchar la voz de una joven através de el electrónico.

Colgó el móvil sintiendo cada vez más impotencia.

La mañana siguiente no mejoró, inclusive Jimin y Taehyung se habían reportado enfermos en su trabajo, mientras que Jungkook se dirigía al hospital, debía haber un pediatra después de todo, pero jadeó al ver a su amigo con una sonrisa y un ramo de rosas.

—¡Hey Kook!

—¿Para quién son?— preguntó señalando las flores.

—Para MinMin, hace unos minutos me hablaron para decirme que podía ir por Yeonjun— la felicidad de hombre parecía verdadera y lo era, pero a los ojos de Jungkook todo era falso.

—¿Estás feliz por tener un hijo?

—¡Claro! Siempre he querido un hijo y también era deseo de MinMin.

—¿Y ChaeYoung no pudo darte uno?— la pregunta borró la sonrisa del doctor.

—¿Qué estás diciendo hombre?

—Lo sabes muy bien. ¿Hace cuánto engañaban a Jimin?— ambos hombres permanecieron en silencio— Recuerdo muy bien cuando me contaste que Jimin tenía miedo a que le engañaran y en tu enamoramiento dijiste que eran unos estúpidos y nunca le harías eso. ¿Te tragaste tus palabras?— las rosas cayeron al suelo y Yoongi sentía que en cualquier momento golpearía a su mejor amigo por decirle la verdad, porque lo era.

¿Pero cómo podía regresar el tiempo y detener el coqueteo de ChaeYoung? ¿Cómo podía regresar el tiempo y decirle que dejara de pensar en su calentura y pensara en su primo?

Antes de que Jeon dijera más, Min se alejó sintiéndose una basura, porque lo era. Solo necesitaba a alguien para que se lo dijera en voz alta, necesitaba a alguien que le recordara que la cagó. En su oficina la causante de todas sus desgracias.

—Vete.

—¿Por qué? ¿Hoy me puse tu lencería favorita?

—¿¡Por qué!?— gritó sintiendo sus lágrimas derramarse, tomando a la mujer agresivamente del brazo la sacó de su oficina, cerrando la puerta y recargándose en ella hasta quedar en el piso.

Había sido un idiota, había prometido no dañar a Jimin, se lo juró, y había sido peor que sus anteriores parejas, engañándolo con alguien de su sangre, con un Park.

Quería excusarse, pero no podía, se había dejado seducir por ella, y no lo había impedido, aún sabiendo ella que estaba con su primo no fue impedimento para que le llamara en las noches, tampoco fue impedimento para que el deseo iniciara, en una fiesta, y ahí, ahí siguió siendo cada vez más frecuente.

¿Qué había pasado con él? Sentía que todo estaba mal, pero debía hablar con Jimin. Sacando su celular trató de llamarlo, pero no contestaba. Insistió, una y otra y otra y otra vez, ninguna fue atendida.