capítulo cuarenta y nueve

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día ciento cuarenta y ocho

-hola amor -

-Camz, ¿eres tú? - dije mirándola de arriba a abajo

-Claro que soy yo boba.- dijo golpeándome suavemente la mano -Te amo, Lau -

-Pero tú estab... -

-Shhh, lo importante es que estoy aquí ahora ¿no? - dijo acariciándome la cara

-Si, no sabes cómo te extrañe, ¿que paso? por qué un día estabas muerta y ahora estás aquí conmigo -

-¿Que?, amor, te amo, no lo olvides -

-Si, lo sé, yo también pe.. - me acerque para tocar su cara y se desvaneció en mis manos - CAMZ, CAMZ, ¿DONDE ESTAS?, NO ES GRACIOSO, VEN -

-Búscame, encuentrame, y te lo recompensare - Se escucho a lo lejos su voz

-Camz, no me hagas esto, ven -

-Aquí estoy, ahora no, ahora aquí, vamos, búscame, no seas floja -

-Camila, no es gracioso, ven -

-Lau, búscame Lau, te estoy esperando, Lau.. -

Me senté de inmediato en la cama con el sonido de su voz aún en mi mente, soñé con ella.

Era su voz, la toque, era ella.

No puede ser, me estoy volviendo loca, bueno más de lo que ya lo estoy.

Me levanté de la cama, fui al baño, me lave los dientes y me metí a bañar, necesitaba pensar en todo lo que había soñado, necesitaba relajarme.

. . .

Sofia:


-Dinah, antes de que llegara Camila, yo sé que tú eras muy amiga de Lauren, necesito tu ayuda -

-Ajá, si, éramos muy amigas ¿en qué?, en qué te puedo ayudar -

-Ella está muy deprimida por lo de Camila, ella iba a salir en unos dos meses de aquí y tengo miedo de que caiga en depresión, por qué de ser así no la dejaran salir -

-Ya, y ¿que necesita que yo haga? -

-Necesito que vuelvan a ser amigas, no sé que trates de acercarte, que salga de su habitación, comience a comer y a hacer cosas que antes hacía -

-Bueno, no es problema para mí acercarme a ella, veré que puedo hacer -

-Gracias, ella lo necesita, está muy mal con lo de Camila -

-Lo sé, ya no es la de antes y estoy más que segura de ello -

. . .

Lauren:

estaba recostada en mi cama cuando sentí que alguien golpeaba la puerta desde fuera de la habitación, me pare rápidamente y fui a abrir la puerta.

Esperaba a Sofía al otro lado de la puerta pero era Dinah -¿Que paso? - Pregunté extrañada por su visita

-¿Puedo pasar? -

-Si, pasa - Dije abriendo la puerta para que pasara

-¿Te encuentras mejor? - Preguntó sentándose en mi cama

-Pues creo que no, estoy igual, me siento igual, o eso creo, no lo sé -

-Pues la pena ya pasara, ya verás -

-No, no creo que pase, entiendes que ella era el amor de mi vida ¿no?, corrección es, aún lo sigue siendo y lo será para siempre -

-Lo siento, solo quería tratar de consolarte -

-Perdón, por haberte hablado así, solo que estoy muy estresada, me siento muy confusa... -

-No importa, entiendo, ¿quieres hacer algo? -

-No, no quiero hacer nada tranquila -

-Pero vamos, sal un poco de este cuarto, ¿no te aburre estar aquí? -

-Pues no, no quiero salir si, perdón pero quiero estar sola - dije parándome junto a la puerta abriéndose la para que se fuera

Me miro con decepción en sus ojos, pero yo solo aparte la mirada, la vi salir lentamente de la habitación y cuando salio se paro para decirme algo pero yo solamente cerré la puerta.

Lo único que quería era estar sola, me descomponía estar con personas, solo la necesito a ella, pero ella no puede estar aquí se hizo presente mi consciencia.

Lo se, y eso me destruye como no te imaginas estúpida consciencia.

Hoy es el día, hoy la entierran.

Se que será difícil, demasiado difícil, dejarla ir, ver cómo su cuerpo baja 20 o más metros bajo tierra es una puta mierda esto.

Saber que no podré verla más ni sentirla, o tocarla, me invaden unas ganas de llorar inmensas, y no las retengo, dejo que salgan, pero se que estoy perdida cuando me empieza a faltar el aire.

No, otra vez no.

Las crisis de pánico se hacen cada vez más frecuentes, y creo que ya luego me acostumbrare a ellas, de nuevo.

.    .    .

Narrador omnisciente:

Al llegar Lauren al entierro de el amor de su vida, el corazón de ella deja de latir al ver que su ataúd ya está en posición para comenzar la ceremonia, todos los presentes se sientan y le dejan a Lauren un asiento en frente de el ataúd, en la primera fila.

- Bueno, estamos aquí para despedir a esta hermosa alma que fue una excelente madre, compañera, amiga, mujer… -

La chica aún no podía creer que su novia estuviera ahí. A punto de ser bajada quien sabe cuántos metros bajo tierra, le dolía el alma saber que en unos minutos no volvería a ver el cuerpo de su bella novia, lo único en lo que pensaba mientras escuchaba murmullos a lo lejos era en todas las cosas que había vivido con Camila, todas las cartas que se habían dado, todas las miradas de amor, los te amo, todas las veces que hicieron el amor, pero en segundos todo eso sería destrozado por el único recuerdo que le dolería más que todas las peleas estúpidas que tuvieron, más que todo lo que le ha pasado en esta vida, este momento se le mandaría a Lauren, se le marcaría tanto que terminaría por romperse de un momento u a otro.

Cuando la chica se concentro de nuevo en lo que estaba diciendo el cura se dió cuenta de que iban a poner una canción para despedirla, ya la iban a bajar.

Comenzó a sonar la dicha canción y el ataúd de ella comenzó a bajar.

No pude contenerme, llore, llore como nunca antes, llore por qué sabía que no la volvería a ver, me acerque a su ataúd mientras bajaba y le susurré–Amor, siempre estaré contigo, siempre seremos tú y yo, te amo por siempre Camila, por siempre.

Bonita Perdición/ Camren +18 ©Where stories live. Discover now