-¿Acaso sólo sabes huir cuando todo se pone oscuro? -se detuvo en seco en medio parking al escucharla decir eso.-pon los jodidos huevos donde van y comienza a tomar decisiones como un hombre...-gira con brusquedad para mirarla a la cara.-¿tú madre esta encerrada? Simple: ve y sácala...-su voz cargada de odio lo dejo atónito.-pero entiende de una maldita vez que la culpa no es tuya ni mía ni de Victoria...-no podía despegar los ojos de ella.-es de Víctor..-lentamente se acercó a él.-deja de culpar a los demás por los pecados de ese hombre vil y engañoso.-una ligera sonrisa se extendió en su boca al escucharla hablar con ese valor inhumano.
-Creí que ibas a rendirte Alissa...-una risa histérica fue lo único que ella contestó ante eso.-te acabo de hacer responsable de toda la madre que sucedió y aún así vienes a decirme que me ponga los huevos para salvar a mi madre del infierno en el que está sometida por mi padre. ¿Estas loca? Ponte tú los ovarios y aléjate de mi de una vez..-da media vuelta y comienza a caminar hacia su auto pero se detuvo en cuanto sus pequeños brazos se enredaron alrededor suyo para impedirle moverse.
-Eres demasiado necio Harrison...-su cercanía siempre lo hace perder absolutamente todos los pensamientos que se arremolinan en su mente y le da una calma inimaginable.
-Te lastimo cada que puedo princesa..-con delicadeza puso sus manos sobre las de ella.-no merezco que intentes sacarme de esto...-una ligera risa sale de su boca.
-No es tu decisión Gray...-lentamente gira para mirarla.-yo he decidido muchas cosas y entre esas está haberme enamorado de ti pero jamás me arrepentiré de ello ni de lo que vino después..-sus hermosos ojos verdes brillaban a la luz de la luna.-creo que cada paso que dimos en la dirección que fuera, nos trajo hasta aquí y aunque fue difícil, aún estamos de pie a pesar de todo...-toca su mejilla con delicadeza.-aún tenemos fuerza para seguir..-no puede despegar sus ojos de ella.-¿no quieres vivir con libertad de una buena vez? Porque si lo hacemos, si este plan resulta Harrison...-una sonrisa se extendió en sus labios.-serás libre, tú finalmente serás libre.-millones de imágenes de un posible futuro aparecieron en su mente.
-Quiero ser libre..-una sonrisa se extendió por sus labios.-lo deseo más que nada en el mundo.-muy en el fondo de sí mismo, sabía que ese futuro no estaría completo sin ella.
-Entonces deja de apuntarme con el arma y gírala hacia el verdadero responsable de todo.-él sabía realmente que esto no era culpa de ella ni de sí mismo pero había pasado muchos años llevando la culpa de alguien más y ahora le era difícil no verse de otra forma más que del culpable por absolutamente todo lo sucedido.
-Ven aquí.-la jaló ligeramente para abrazarla con fuerza.-lo lamento mucho.-dijo en un susurro en su oído.-fui muy insensible..-no era un secreto que la estaba pasando mal y no lo culpaba por nada.
-Descuida...-pasa sus pequeñas manos por su espalda con delicadeza.-es normal que estuvieras así.-mantiene los ojos cerrados mientras la mantiene pegada a su cuerpo solo para mantener ese sólo momento en su mente para siempre.
-Soy un mal novio..-eso la hizo reír ligeramente.
-No..-se aleja ligeramente para mirarlo.-solo eres un poco complicado..-eso lo hace reír.-pero lo recompensa tu hermoso cuerpo...-se aleja "indignado" para mirarla mejor.
-¿Así que estas conmigo solo por mi cuerpo? -su lado infantil siempre la hizo reír pero verlo actuar así tan libre en estos momentos duros, solo la llena de felicidad. "Yo realmente te amo estúpido.."
-Tal vez...-alza una ceja y sonríe ligeramente en respuesta; lo estaba volviendo loco hasta más no poder. "Maldita sea, me vuelves loco mujer.."
-Muy bien...-y sin decir más, se acercó directamente a sus labios y la besó con delicadeza.
El refugio de él estaba en ella y el refugio de ella estaba en él, se complementan de maneras que ningún mortal podría entender y de hecho, ni siquiera ellos mismos lo lograban hacer.En la mansión de los Gray:
Víctor se mantuvo un largo rato en su alcoba mientras se le pasaba la rabia que sentía en su interior por culpa de su mujer y cuando se le hubo pasado, salió en dirección a la cocina donde encontró a la mujer que realmente ama limpiando arduamente todo cuanto podía. "¿Qué demonios haces Victoria?"
Cuando se disponía a largarse de ahí, la escuchó suspirar como lo hacía cada que aguantaba el llanto y lentamente se devolvió a su posición de espía en la puerta medio abierta.
Por muchas cosas pasadas, él cobardemente la dejó ir pero era ella a la única a la que se había prometido amar para siempre y nadie podría cambiar eso. "Siempre serás tú."
-Señor Gray..-gira rápidamente para mirar a la señora Mirna.-¿que hace aquí? Vamos, pase..-lo empujó hacia dentro.-cariño..-le dijo Mirna a Victoria, quien mantenía su mirada pegada en él.-el señor Gray necesita un bocadillo.-asintió ligeramente y comenzó a corretear por la cocina en busca de ingredientes.-lo dejo en buenas manos culinarias..-y sin decir más, Mirna salió de la cocina.
-La verdad...-dijo él acercándose a un banco y tomando asiento.-no vengo a comer nada.-no podía despegar sus ojos de ella, era como si el tiempo no hubiera pasado por ella y simplemente la hubiera dejado mantener su belleza. "Maldición, sigues siendo hermosa."
-¿Viene a espiarme como siempre?-lentamente giró para observarlo.
La rabia la estaba consumiendo hasta la médula y era todo culpa de él.
-Victoria..-intentó justificar su comportamiento sin saber que ella no deseaba saber el motivo de su estúpido juego de espía.
-Cállate..-lentamente se acercó a la mesa para estar más cerca suyo.-llevo aquí casi tres años haciendo todo esto y todo por tu estúpido juego de niño..-traga pesadamente antes de continuar.-te desprecio más que a nada en el mundo Víctor pero necesito entender que sucede por tu cabeza para traer a mi hijo aquí y que me vea hecha una completa porquería ¿acaso no logras entender que tú hijo está pasando por un mal momento? ¿Tienes una jodida idea la lucha interna que lleva desde hace años por tu culpa? -se levanta con brusquedad y comienza a caminar de un lado a otro.
-¿Porque te preocupas por Harrison ahora?.-enreda sus manos en su cabello negro y lo jala ligeramente.
-Porque es mi hijo y a diferencia de ti, yo sí lo cuido.-clava sus penetrantes ojos azules en ella y comienza a reír con exasperación.
-¿Tú si lo cuidas? No fuiste muy cuidadosa cuando se enamoró de esa mocosa impertinente ni cuando salió huyendo después de atropellarla ¿o sí?.-ahora la que comenzó a reír con exasperación fue ella.
-¿Tú crees que soy idiota? Ese movimiento estúpido contra ella lo hiciste tú..-lentamente se levanta y camina hacia él.-no intentes verme la cara de estúpida porque terminas engañándote a ti mismo y a diferencia de ti, yo no he cambiando, porque en lo que a mi concierne..-una sonrisa triste se dibujó en sus labios.-ya no eres el hombre que amé una vez..-cuando se dispuso a alejarse, él la tomó de la mano y la atrajo hacia sí.
-Tú sigues siendo la misma chica inocente Victoria..-el calor de su cuerpo la hizo tambalear ligeramente.-sigues guardando algo de esperanza para mi ¿cierto?.-una lágrima descendió por su mejilla al escucharlo decir eso y el recuerdo de la primera vez que se lo dijo, pegó como pared frente a su rostro.Recuerdo:
"-Escúchame Victoria..-le pidió él con delicadeza.-no me podrán separar de ti ¿entiendes?
-Eso dices ahora pero cuando te amenacen, me dejaras ir..-lágrimas desbocadas bajan por su mejillas ante la idea de perderlo.
-Nada me puede separar de ti, nada..-sujeta sus mejillas con delicadeza.-serás la única a la que realmente amaré para toda la vida..-un su suspiro ahogado salió de su boca al escucharlo decir eso.-ustedes son mi verdadera familia..-le dijo tocando su vientre con delicadeza.
-No le veo esperanza a esto Víctor..-traga pesadamente al escucharla decir eso.
-Guarda un poco de esperanza para mi..-una lágrima descendió por su mejilla al decirle eso.-guárdala y entrégamela cuando la necesite..-se acerca lentamente a su frente y planta un ligero beso en ella."
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Siempre mía, princesa 👑
RomanceTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.