Desconocido.
La cabeza me duele como el infierno.. No sé donde estoy.. Lo último que recuerdo es un puñetero golpe en la cabeza mientras bajaba las escaleras de el edificio donde trabajo, luego, sólo oscuridad..
Tengo los ojos vendados, e intento zafarme de las cuerdas a las que estoy atado en una silla. Escucho pasos acercándose y luego una voz riendo.
Suspira -Hola, ¿Como estás?
¿Qué?
Me quita la venda de los ojos y logro ver a la persona frente a mí, es un hombre alto, robusto, ojos color miel, rubio y tes blanca, pero su mirada no es nada buena, lo miro aterrorizado.
-¿Sabes?, soy un hombre muy justo, no me gusta que le hagan daño a personas que no lo merecen, aunque -Hace una pausa y suelta una carcajada -¿Quien soy yo, para decir eso?, en fin, para si quiera reducirte el misterio de por qué te he traído aquí y que pasará.
Va dando vueltas por el cuarto en el que estamos mientras se coloca unos guantes negros, y abre un closet que no tengo idea qué contiene, pero sonríe mientras aprecia su vista.
-¿Que me harás?
-Calma amigo. Bien, te explicaré, de igual forma no saldrás vivo de aquí. Me han contratado para matarte.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Quién?
-Hablas y preguntas mucho.
-Te lo pido, no me hagas daño.
-Así te suplicó ella, ¿No?, que no la lastimaras, y aún así, lo hiciste, le hiciste daño, ¿Por qué yo no puedo hacértelo a ti, que eres una escoria?
No respondí. Sabía perfectamente de qué estaba hablando, pero no le diría nada.
Sacó una sierra eléctrica del closet, mis ojos se abrieron como platos al ver como la encendía y el aparato emitía un ruido espantoso, sabía que ésta vez.. No habría nadie cerca para salvarme, pero lucharía hasta mi último aliento.
-¿Cómo te llamas? -Pregunté.
Él me miró.
-¿Para qué quieres saber?
-Si voy a morir.. Al menos quiero saber el nombre del causante de mi deceso. -Apagó la sierra y la colocó en la mesa. Me sonrió de una manera escalofriante.
-No lo mereces idiota, ahora, no me interrumpas.
Tomó la cinta adhesiva y cortó un pedazo, luego la colocó en mi boca. Tomó las pinzas y se acercó a mí, me hizo señas de que le diera mi mano, como no lo hice, el la tomó, acercó las pinzas a mis uñas y arrancó la primera, di un grito ahogado y comencé a sudar, no sentía mi dedo, era una sensación de adormecimiento con dolor.
Fue arrancando una a una hasta que me las quitó todas, mi cuerpo sentía escalofríos, y en los ojos de mi asesino sólo podía ver que le encantaba hacerme daño le causaba.. Placer hacerlo.Las colocó en una bandeja metálica de esas que usan en las operaciones, la cual estaba al lado de todos los instrumentos necesarios para una operación que yo no necesitaba.
-Estás muy pálido. -Me indicó con una cara de disgusto. -¿Te sientes bien?
Le di una mirada fulminante, nunca había sido un hombre violento al punto de querer acabar con alguien, pero éste tipo, estaba haciéndome cambiar de opinión, y el dolor y nervios en mis dedos no ayudaba para nada.
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Muertes Placenteras © [✔] (Libro #1)
Mistério / Suspense[COMPLETADA] Dylan Gray, hijo de una familia muy prestigiosa, y conocida, era un niño feliz, y normal. Hasta que un día, sus padres notaron que su hijo era diferente al resto, pero cuando lo llevaron a un psicólogo, se negaban a aceptar que su hijo...