Capítulo 12

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El fotógrafo me daba las notas importantes, yo solo lo escuchaba mientras observaba como Marinette dibujaba en esa libreta.
Ella estaba sentada frente a una estatua, no sabía que dibujaba con exactitud pero sin duda estaba muy concentrada.

Ya llevábamos alrededor de una hora así que suponía que ella ya tenía todo listo.

-Entonces la siguiente semana comenzamos joven Agreste- su voz me distrajo de lo que veía y me hizo centrarme de nuevo en él.
Se despidió de mí y con rapidez se alejó del lugar, un hombre ocupado supongo.

Me acerqué a Marinette con lentitud y me senté a su lado sin más.
Aún era temprano, podríamos esperar un poco más.

-¿Qué hacés?- pregunté curioso y ella me enseñó su dibujo apenada. Una pequeña mariposa amarilla estaba plasmada en su libreta, cada detalle era exquisito.
Sus alas eran de diferentes colores y podía observar cada detalle en ellas.

-Perdón, solo te esperaba - se puso de pie de inmediato y guardo su libreta en su mochila-¿Nos vamos?

Observe el lugar detenidamente, hace tiempo que no tenía este espacio libre para solo sentarme y disfrutar del lugar.
Como lo hacían todas las personas a mi alrededor, tan tranquilos.

-¿Tienes prisa?- le pregunté y ella me negó con su cabeza- ¿Por qué no solo disfrutamos un momento de la tarde?

Me deje caer en el pasto a mi espalda, cerrando mis ojos mientras disfrutaba de la sombra que un árbol gigante me daba.

Marinette con alegría se colocó a un lado de mí y saco de nuevo su libreta.
Coloqué todo el peso en mis hombros para poder verla y le pregunté.

-¿Ahora qué vas a dibujar?

-A ti - contesto con rapidez y yo solo la mire extrañado- vamos te prometo que te lo enseñaré en cuanto termine, si es bueno.

Yo solo me reí de su entusiasmo y asentí, esto podría ser interesante.
Mi atención se desvió a lo lejos, un pequeño carrito empezó a generar gran conmoción en las personas que se acercaban a él.

-¿Ese es el famoso heladero de París?- le señale con mi dedo al pequeño carrito de helados que paseaba en el parque.
Jamás lo había encontrado solo había escuchado la famosa historia.

-Así es - me dijo ella emocionada y salió corriendo hacia el lugar - ¡Ven debemos tener uno!

Yo la seguí a una velocidad un poco más normal, Marinette no parecía estar interesada en las miradas que atraía.
Una niña por completo.

La fila era inmensa y en su mayoría estaba rodeado de parejas.

-¡Oh pero si es la amable señorita de dos coletas!- le dijo a Marinette con alegría al verla-muchas gracias por ayudarme aquel día pequeña.

-No es nada André

-Así que estás con tu enamorado el día de hoy ¿Verdad?- me apunto a mí con una sospechosa sonrisa y Marinette empezó a reírse con nerviosismo.

-¡No! ¡Claro que no! - le dijo asustada y yo solo reprimí la sonrisa- él es mi amigo Adrien, jamás ha probado uno de tus helados.

-¡Oh ahora vamos a solucionar eso! ¡Te daré uno que sea lo mismo a lo que tu corazón pide!-tomo uno de sus vasos de galleta y con su cucharón empezó a colocar las bolas de nieve- Zarzamora como su cabello y mora azul como sus ojos.

Fue lo que le escuchaba decir mientras depositaba dos grandes bolas de nieve azules, una más clara de otra.
Yo sin palabras lo tome en cuanto me lo ofreció, solo lo miraba con atención mientras a Marinette le ofrecía el suyo.

We'll Meet Again (Chat Blanc p.3)Where stories live. Discover now