Capítulo 15

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Después de todo el pesado día que tuve hoy, al fin pude sentarme y descansar.
Las fotografías, las pruebas de vestuarios y las cámaras dejan cansado a cualquiera así que al llegar a mi habitación decidí distraerme un poco y jugar con el gran piano de cola que estaba en mi habitación.

Había sido un regalo de mis padres hace años, justo después de anunciarme su deseo de que aprendiera a tocarlo.

Me gustaba hacerlo solo que ya no tenía el tiempo disponible, esto de ser Chat Noir me dejaba poco para las actividades.

Plagg estaba aburrido y recargado en el piano mientras yo solo tocaba la misma tecla una y otra vez.

-Así que eso haces cuando no estás frente a una cámara- Marinette me tomo por sorpresa mientras mis dedos tocaban las delicadas teclas.
De inmediato me gire a ver a Plagg para asegurarme que no estuviera a la vista, como siempre él iba un paso adelante de mí.

Había desaparecido.

-Si, esto lo hacía muy seguido-dije entre una sonrisa-ahora debo aprovechar los pequeños momentos en los que puedo hacerlo.

-¿Tienes muchas responsabilidades he?- me dijo con preocupación al mismo tiempo que se recargaba en el piano.
Sentía como empezaba a ponerme nervioso con su presencia sin embargo estaba decidido a acostumbrarme a esta conexión así que intentaba ignorarlo.

-Cada día son más, ahora tengo que ayudar también en la empresa. Pronto será mía así que debo aprender rápidamente.

-¿Cansado? - hizo un pequeño gesto con sus labios.

-Un poco pero intento ignorarlo - observé la libreta que tenía en el brazo y le pregunté- ¿Vas a mostrarme algo?

-No, no es eso es solo que recordé que no te pregunté cómo te había ido aquel día en la junta.

-Me fue muy bien, gracias Marinette-le sonreí en agradecimiento, era amable de su parte venir hasta acá solo para eso.
Ella se apresuró hacia mí y se sentó a mi lado, en el espacio que aún quedaba en el banco del piano.

Cuando lo hizo pude darme cuenta de una pequeña caja rosa que llevaba en su mano, lo mire con duda.

-Te traje algo como felicitaciones - abrió la pequeña caja frente a mí y pude ver un gran pan de hojaldre con fresas arriba, la crema batida se caía por todo el pan generando una vista exquisita.

Ya había visto estás antes en su panadería, eran mis favoritas en realidad.

-Marinette... Esto es fantástico-dije con total asombro.

-Nathalie me dijo que eran tus favoritas, me costó trabajo por qué yo al igual que tú estoy aprendiendo el oficio de mis padres-sus mejillas estaban ruborizadas mientras me explicaba su pequeña historia, ella era tan dulce-no te preocupes me asegure de darte las mejores.

-¿Había algunas que no lo eran?- bromeé con ella un poco y ella se recargó en el piano.
Mirándome fijamente mientras un lado de su rostro estaba en él.

-No tienes ni idea- me empecé a reír con ella mientras cortaba un trozo del pan.
Me lo metí a la boca y pude ver la expresión de esperanza en Marinette.

Me hubiera reído si no fuera por qué el delicioso sabor me distrajo.
Sin duda era lo más rico que había probado en mi vida y no lo decía solo por decirlo.
Marinette también tenía talento para esto, un don de familia supongo.

Las fresas tenían una delgada capa de jalea de azúcar que se derretía en el paladar, si absolutamente exquisito.

-Wow Marinette, creo que deberías dejar la moda y dedicarte a esto- me proporcionó un pequeño empujón con su hombro antes de recargar su rostro de nuevo en el piano.

We'll Meet Again (Chat Blanc p.3)Where stories live. Discover now