Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| Terminada

21

Tanto Joel como Erick se juntaron con Christopher y Zabdiel.

—Chris.

—No se donde está Er —solloza— la deje aquí y entró, yo la vi, más me llamaron para informarme que mi hija no entró.

—Se quien puede tener a tu hija.

—¿De verdad? —lo mira— dime quien es por favor.

—Es Gwen.

—¿Que estás diciendo Joel?

—Es la verdad Zab, yo vi como ellas dos hablaban con total confianza con ellas e incluso los niños se convirtieron en pequeños cachorros.

—¡Y por qué no nos dijiste!

—Calma Zabdiel, yo les iba a decir pero me olvide al tener que hablar con mi hijo.

—¿Ahora donde la buscaremos?

—Tenemos que avisar a la policía antes de que sea demasiado tarde.

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La pequeña niña se encontraba amarrada y sentada en el auto.

—No puedo creer que Dylan no haya venido —susurra Jessica con cierta molestia.

—Se que estás molesta Jess, pero no podemos parar, ahora solo nos queda la niña que será la clave para traerlos.

—Dirás solo Zabdiel.

—Si viene Zabdiel, los acompaña Richard y Joel.

Las dos mayores reían por todo el plan que habían hecho y aunque faltaba un niño, sabían que con Layla de igual manera seguía el plan.

La pequeña niña tenía miedo, quería a su papi, pero ella ha sido mala por no hacerle caso.

Flash Back

—Llegué —sonríe la castaña con su pequeña mochila.

—Muy bien mi amor —Gwen acaricia su mejilla.

—Solo falta Dylan.

Los minutos pasaban y no llegaba Dylan, la hora para entrar a clases ya había pasado y no podían perder tiempo.

—Nos vamos.

—Pero Dylan.

—Él ya no importa vámonos.

El tono de Gwen causó en la niña un miedo, pero eso a la mayor no le importó.

La agarra del brazo y empieza a jalarla.

Layla se quejaba por el dolor que le causaba la castaña a su brazo.

—¡Me duele mucho!

—¡Deja de gritar niña!

—¡No! ¡Déjame! —trataba de liberarse— ¡quiero a mi papi!

Eso terminó con la paciencia de la mayor.

La subió al auto y antes de que gritara le colocó una soga en la boca y trata de inmovilizarla.

Layla lloraba del miedo que sentía, realmente se arrepiente de hacerle caso a su padre, ahora está sufriendo las consecuencias.

—Nos iremos del país.

Un sollozo se escucha y era la niña que lloraba por el miedo, pero eso a las dos chicas no les importaba, su venganza recién comenzaba y eso ninguno de los lobos lo sabía.

—Maldito seas Christopher velez —susurra con enojo la chica, como odiaba a ese estúpido chico, le robó todo por lo que siempre luchó, más a ese no le importó y se acostó con su pareja— ahora tu niña pagará por todo lo que me hiciste.