El Clan de la Nube - El destino Inevitable (Pausada)

Capítulo 2

Dedicado a Hutchclaw

Escarchilla se levantó pesadamente de su sitio. Desde el día que sus hermanos y ella habían hablado sobre qué querían lograr cuando fueran aprendices -ya tres albas antes-, no había parado de pensar en todo lo que haría; correr por el bosque, llegar a los límites de lo desconocido, enfrentarse a todos los que se atrevieran a atacar a su clan...

Salió de la maternidad, en busca de algún lugar donde los rayos del sol calentaran su pelaje. Al enroscarse, no pudo evitar pensar en la historia que Oreja Maldita les había contado a sus hermanos y ella unas dos lunas atrás, cuando los Invasores de las Sombras atacaron al Clan de la Nube en mitad de la estación sin hojas.

Les contó que fue una de las batallas más difíciles para el clan, sobretodo al tener lugar en una época tan fría. Aunque el Clan de la Nube siempre se hubiera alimentado muy bien en la estación sin hojas, nadie estaba en condiciones de pelear, y menos contra unos invasores tan entrenados. Pero el clan no se rindió, ya que ellos habían estado más tiempo entrenando para cazar y luchar, y estaban preparados.

El Clan de la Nube ganó, pero la recuperación fue mucho peor que la batalla. La tos verde se extendió entre los veteranos, y de los cinco que habían, sólo sobrevivieron dos, en toda la estación no nacieron cachorros, y de los que había en la maternidad, solo salieron con vida tres. El clan estuvo muy débil durante muchas lunas, pero con el tiempo se recuperó, y se hizo fuerte otra vez.

Escarchilla estaba segura de que si volvía a haber alguna batalla, ella daría hasta su alma para proteger al clan.

Entonces vio que Riachuelo se le acercaba.

-Hola Escarchilla -la saludó-. ¿Estás aburrida?

-Si... Solo puedo pensar en ser aprendiz y salir del campamento y dormir con otros aprendices -sintió que toda su energía la controlaba-. Pero quiero ser leal y no salir hasta las seis lunas, por mucho que me cueste.

-Te entiendo... -entonces, se le iluminaron los ojos-. ¿Quieres que busquemos algún palo o una hoja para jugar?

Escarchilla asintió, también ilusionada. Después de buscar, encontraron una palo y tres hojas para simular invasiones y batallas. Poco después, se les unieron Hojitas Heladas y Truenillo.

-¡La cogeré yo! -aseguró Riachuelo mientras una hoja que perseguían los cuatro se alzaba con el viento-. ¡Esa también llegaré a cogerla! -volvió a decir cuando otra también se elevaba-. Esperad -dijo de repente, inmóvil-. ¿Qué está pasando?

Las tres hojas con las que habían jugado se habían alzado al vuelo con el viento, haciendo tirabuzones y círculos, pero poco después fueron llegando más hojas arrastradas por el viento.

-Esto no creo que sólo sea el viento -supuso Truenillo, cada vez más tenso.

Cada vez iban llegando más hojas, incluso palos, y creaban un pequeño remolino, que cada vez era más grande y con más objetos. Entonces, poco después, apareció una figura negra y gris dentro del remolino.

-¿Qué es eso? -preguntó Hojitas Heladas, mientras que cada vez la figura se hacía menos borrosa y más visible.

Los cuatro hermanos rodearon el remolino, con cada uno en un lado mirando a la ventisca como si fuera un fantasma.

-Es... Es... ¡¿Un gato!? - la voz de Escarchilla se quedó congelada.

¿Era eso una señal? ¿Y si lo era... Era buena o mala?

Cuando ya se hizo lo bastante visible, el pelaje del gato fue reconocible y se distinguió un pelaje blanco y suave, como las nubes. ¿Eso era un gato del Clan Lunar?

Unos segundos después, la figura se volvió otra vez borrosa y desapareció, igual que el remolino de hojas y viento. Los cuatro cachorros se quedaron inmóviles durante un largo instante, mientras que se hacían todos las mismas preguntas. ¿Que quería decir lo que acababan de ver? ¿Quién era ese gato? ¿Sería el comienzo de una nueva era, o sería una señal de alguna profecía?

Però ninguna pregunta de esas tenían una respuesta, así que, tendrían que esperar para descubrir que aguardaba ese remolino, con el gato del pelaje de la nube dentro.