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—Bueno, sinceramente no sé por dónde empezar...

—por la verdad—me interrumpió.

—¿Neta, me lo juras?— él rió pero hablé pero rápidamente  y tome las cosas enserio.— Perdón, bueno... Cuando estaba en el baño con Brenda—empece a jugar con mis dedos.— me besó — lo miré y él se encontraba en shock. Me miró tratando de descifrar mi mirada y después miro al piso y se quedó perdido en sus pensamientos.

—¿Ella te besó?— murmuró aún mirando el suelo.

—Si. No sé si sea lesbiana, si fue el efecto del alcohol, no sé. No sé el porque lo hizo.— le expliqué rápidamente, parecía trabalenguas. Él me miró y apretó la mandíbula.— En verdad yo no le seguí el beso, no quería besarla, fue en un instante. No te enojes, no quería.

—No, no estoy enojado contigo. Con ella sí.— se levantó, agarro su toalla y se metió al baño.

Me acosté en la cama y miraba el techo tratándome de relajarme, cosa que sucedió porque me quedé dormida.

Al despertar, escuché la voz de Joel.

—Quiero que la dejes en paz. No la metas en tus estupideces. A ella déjala en paz, ¿Te quedó en claro? — al escucharlo hablar así, me dió muchísimo miedo.— No, no si le dices te juró, te juro qué... No, tú a mí no me amenazas, ya te dije que no, no podemos vernos. Esto se acabó.— se escuchaba muy frustrado, se escuchó abrirse la puerta e inmediatamente cerré los ojos.

Escuché que dió un gran suspiro y sentí que se hundió el colchón, sé había sentado. Sentí un cosquilleo en mi cara, intenté fingir que apenas me estaba despertando. Gran actriz soy.

—Buenos días— murmuré.

—Hola amorcito— murmuró mientras me sonreía de lado.

—¿Qué hora es?— pregunté mientras me sentaba.

—Son las 9, ¿Quieres ir a desayunar?, ¿A dónde quieres ir a desayunar?— me preguntó mientras acomodaba mi cabello, y lo colocaba atrás de mi oreja.

—Vamos al restaurante—me talle mis ojos.— no tengo muchos ánimo hoy.— mordí mi labio, no sabía si preguntarle, estaba nerviosa, pero le animé, quería saber si me diría la verdad.—¿Y ya hablaste con Brenda?— mire sus lindos ojos.

—No aún no, después lo haré. Bueno, arréglate para ir a desayunar.—se levanto de la cama y salió del cuarto.

Me dí un baño rápido, pero en mi mente no dejaba de preguntarme el ¿Por qué me mentía?, ¿Qué ocultaba Brenda?, ¿Qué ocultaba él?, ¿En verdad son algo?

Después de salir del baño y arreglarme salí del cuarto y ahí estaba él, recargado en la pared pensativo.

—ya estoy lista.— murmuré.

—Bien, vamos a desayunar. Porque está tarde nos regresamos.— me dió una mirada rápida, para tomar mi mano e ir al restaurante.

¿En verdad le afectó lo de Brenda?

Al llegar al restaurante, pedimos ambos un cóctel de camarones.

—¿Estás bien?— pregunté mientras le daba un sorbo a mi bebida.

—Si, ¿Por qué?— habló de una manera tan seca.

—Porque te quieres ir esta tarde.— observé cada movimiento que hacía.

—Es que tengo unos pendientes que hacer.—agarro una servilleta para limpiarse.


Decidí no seguir la plática, para mí fueron unos tontos pretextos, me molestó su actitud que en todo el desayuno no le dirigí la palabra, ni él a mí. Él sabía que estaba molesta, y decidió no echarle más leña al fuego, algo inteligente por parte de él, pero me molestaba más que no quisiera arreglar las cosas.

Después de ese desayuno incómodo, regresamos al cuarto y empezamos a empacar todo, al terminar mi maleta le avisé que iba a ir a la plaza a comprar un recuerdo, él acepto.

Camine a la plaza, quería llevarme una figura, o unas pulseras para Joel y para mí, había varios puestos así que ví todos. Al llegar al último me encontré a Brenda, o más bien ella a mí.

—Hola, oye quería hablar contigo.

—Lo siento yo no quiero hablar contigo.—le dije y me volteé para seguir viendo lo que tenía el puesto.

—Por favor solo serán unos minutos.— suplico.

—Me podría dar estás dos por favor— le pedí dos pulseras a la señora del puesto y se las pague. Guarde las pulseras y estaba decidida a hablar con ella, ya que Joel me oculta algo.— habla rápido.

—Bueno, te quiero pedir perdón por lo que pasó ayer, fue un error ¿Si? y además...

—¿Tú y Joel tienen algo o tuvieron algo?—la interrumpí, necesitaba las respuestas ya.

—¿Qué?—rió.— no, Joel solo es mi amigo.

—¿Y qué hablaste con él por llamada está mañana?— necesitaba saber.

—Te diré la verdad, estoy cansada de esta farsa, necesitas saber la verdad.

—¡Brenda déjala en paz!— gritaron, y ese fue Joel quien venía hacia nosotras, maldita sea enojado se veía tan sexy.

—Joel, lo siento pero necesita saber la verdad.— habló ella molesta.

—No, no ya déjanos en paz. —me agarró de la mano— vámonos ya.

Maldita sea, yo quería respuestas y lo haré ya sea por mi propia cuenta, pero necesitaba saber que ocultaba Joel, mi confianza hacia él había disminuido.

Hola, ya volví.
Voten y comenten.



Only you- Joel PimentelWhere stories live. Discover now